*.- Por altas temperaturas en esta temporada
*.- Supervisaron Grupo Aguiluchos y el Diputado Molina García
MEXICALI BC 13 DE AGOSTO DE 2019 (AFN).- Con temperaturas que fácilmente superan los 55 grados centígrados en esta temporada, rescatistas del grupo Aguiluchos en la capital del estado, advirtieron a los turistas para que se abstengan de visitar el Cañón de Guadalupe y la zona de la Laguna Salada durante los meses de mayo a septiembre.
Acompañados del diputado local Juan Manuel Molina García, quien patrocinó la colocación de avisos y señalamientos de advertencia en la zona, los rescatistas realizaron este martes un recorrido para supervisar los puntos de auxilio instalados en la zona.
Hasta hace alrededor de siete años, en los postes que circundan el camino de terracería que conduce al Cañón de Guadalupe, al pie de la Sierra de Juárez, tenían instalados radios de frecuencia análoga, los cuales eran operados y supervisados por grupos de voluntarios sin embargo, con la llegada de la comunicación digital el gobierno del estado se hizo cargo de los mismos, colocando en cada uno de los postes un botón de emergencia que comunica a quien requiera ayuda con el C4; el resultado es que hoy esos botones están fuera de servicio, como se pudo corroborar en este recorrido.
Para ingresar a la zona, advirtió Arturo López, comandante del grupo de rescate Aguiluchos, la mayoría de los visitantes lo hace por un acceso ubicado en el kilómetro 28 de la carretera Tijuana-Mexicali sin embargo, lo más recomendable es hacerlo por donde se ubica la barda conmemorativa del concierto que Luciano Pavarotti ofreció en la Laguna, en el 2003, para conmemorar el centenario de la fundación de Mexicali.
Por su parte, Molina García, quien acompañó en su recorrido al grupo de rescatistas, con el fin de alertar a la ciudadanía para no asistir a la zona en estas fechas, precisó que es necesario que tanto la Secretaria de Turismo del estado, así como el Comité de Turismo y Convenciones (Cotuco) de Mexicali, lleven a cabo una campaña para crear conciencia entre la población, principalmente de otros municipios de la entidad, así como del sur de California, para que no visiten la zona en estas fechas del año.
Recordó que desde mediados de mayo, hasta la segunda mitad de septiembre, la propia familia Loya, propietaria de los terrenos en los que se ubica el balneario con aguas termales y demás atractivos al pie del Cañón de Guadalupe, cierran los accesos al sitio toda vez que las temperaturas ponen en riesgo a los visitantes sin embargo, dijo, no hay suficiente información en este sentido por parte de las autoridades.
De igual forma, al constatar que los nueve postes de emergencia, con una línea directa al C4 para ser utilizados por los visitantes que se encuentren en peligro, no funcionan correctamente, al no haber comunicación con el centro de emergencias, solicitará al gobierno estatal su reparación para que sean puestos en funcionamiento nuevamente.
Aguiluchos, voluntarios incansables
Con más de 40 años de existencia, el Grupo de Rescate Aguiluchos, cuenta con integrantes, todos voluntarios, que conocen metro a metro el inhóspito vaso de la Laguna Salada, el Cañón de Guadalupe, El Centinela y sus alrededores, en donde han colaborado en cientos de rescates que han salvado vidas aún a costa de arriesgar la propia.
Su comandante, Arturo López, refirió que en lo que va del presente año se ha incrementado hasta en un 80 por ciento el número de llamadas de auxilio que han atendido en la zona de "La Salada", con respecto a la misma temporada del año anterior.
Dijo que para estas fechas, en años anteriores se tenía un promedio de cinco reportes de auxilio sin embargo, actualmente llevan más de 27 operativos de ayuda, principalmente a personas que quedan varadas en el camino que conduce al Cañón de Guadalupe.
El caso más reciente, expuso, ocurrió hace poco más de una semana, cuando reportaron la desaparición en el lugar de una pareja de jóvenes tijuanenses, por lo que desplegaron cuatro unidades de rescate con su respectivo personal, los cuales "peinaron" la zona una y otra vez por más de un día, concluyendo hasta que fueron notificados de que los jóvenes habían sido localizados en San Quintín.
Aunque aclaró que el grupo de rescatistas acuden a todos y cada uno de los llamados de auxilio en la zona, sin importar el costo que ello representa y que ellos mismos sufragan de su propia bolsa, al no recibir apoyo alguno por parte del gobierno, hizo hincapié en crear una mayor conciencia entre la población para no exponerse a ir a zonas agrestes sin la preparación, equipo y víveres adecuados y, como en este caso, a informar a sus familiares y de ser posible a las autoridades, del lugar exacto al que pretenden acudir, y con ello no movilizar en vano a los grupos de rescate y primeros auxilios.
Apenas a mediados de julio, el Grupo de Rescate Aguiluchos rescató a una familia de ocho adultos y dos menores de edad, también provenientes de Tijuana, quienes quedaron varados en la zona, que en el día puede alcanzar una temperatura superior a los 55 grados centígrados, y que habían acudido al Cañón de Guadalupe sin saber que éste permanece cerrado durante estos meses del año.
"Era una familia proveniente de Tijuana, que vieron la publicidad del Cañón de Guadalupe, pero que no sabían que estaba cerrado estos dias; lograron llegar a bordo de una camioneta y un carro compacto, pero ya no pudieron salir, además de que no traían vehículos adecuados, no traían agua suficiente, por fortuna los encontramos con bien aunque ya habían pasado varias horas", dijo uno de los rescatistas.
Sobre este caso, agregó que en la zona se pierde la señal de telefonía celular, por lo que al quedar varados los vehículos, uno de sus tripulantes caminó sobre el vaso de la Salada hasta que pudo captar señal su aparato telefónico y de esta forma solicitar ayuda al número de emergencias.
Hay vida pese a lo inclemente de la zona
En la zona, al pie de la cordillera que forma parte de la Sierra de Juárez, en pleno cañón, se ubica un olivar abandonado, seco, el cual era parte de un rancho que todavía operaba hasta hace algunos años, por medio de un sistema de riego por goteo.
"En ese lugar, hace ya unos seis años, operaba un rancho de manera normal; un día en un recorrido de los soldados vieron a un joven caminando lejos del rancho, lo entrevistaron los militares y éste les dijo que estaba secuestrado y había escapado, dijo que estaba en el rancho realizando trabajos forzados. Se hizo todo un operativo y rescataron a más personas que trabajaban ahí a la fuerza y desde entonces el lugar está abandonado y ya todo se secó", recordó Abel Sáenz, rescatista del grupo Aguiluchos.
Durante el recorrido, se observaron algunas unidades tipo pick up que se dirigían con rumbo al ejido Guardianes de la Patria, ubicado en esa inhóspita zona, al igual que el ejido Martínez Manatou, alejados de cualquier zona poblada y a kilómetros de la carretera internacional.
"Son trabajadores o pobladores de los ejidos y los ranchos que están más allá, ellos se saben todos los caminos y no se pierden, ahí han vivido por muchos años y conocen la zona aún de noche", confió un rescatista.
Muy cerca del ejido Guardianes de la Patria opera desde hace muchos años un destacamento militar; en medio de la nada, los militares realizan operaciones de vigilancia en la zona, principalmente durante la noche, debido a que por lo extenso del vaso de la Salada, era común el aterrizaje de avionetas cargadas con droga.
En el camino, ya marcado en la tierra por los automovilistas que van a la zona o bien, por los mismos grupos de rescate, se pueden observar algunos "cortes" que los militares hacen a la tierra, con el fin de evitar que las avionetas puedan descender en el lugar.
Es también en esa zona donde en el ya lejano julio de 1996, 35 soldados del Ejército Mexicano emprendieron un recorrido como parte de su entrenamiento de supervivencia, el cual contemplaba una caminata de algunas horas para llegar a un punto previamente acordado sin embargo, los más de 55 grados centígrados causaron estragos en sus cuerpos, dejando un saldo de 14 fallecidos, encontrados luego de dos días de búsqueda.
"En el operativo donde fuimos a buscar a unos jóvenes hace unos días, el termómetro en esa zona marcaba 57 grados centígrados, no lo podíamos creer, pero lo revisamos en varios termómetros que traían los otros compañeros y en todos marcaba 57 y 58 grados centígrados; es imposible resistir eso", finalizó Aruro López, comandante del Grupo de Rescate Aguiluchos.