Por: Eduardo Suárez
MÉXICO DF 5 DE ENERO DE 2014 (kaleydoscopio.mx).- Al hablar del gusto musical de los mexicanos muchos lo relacionarían con mariachi, ranchero, bolero, norteño, cumbia o corridos, géneros que parecen haber caducado para parte de la juventud, pues ahora el rock, pop, música electrónica, metal, hip hop o reggae son parte de la musicalización de la vida entre los chavos.
De acuerdo con una investigación de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) realizada en el Distrito Federal y parte del Estado de México, los chavos y no tan chavos, de 15 a 40 años, dijeron que el rock es el género de su preferencia (26.5%). Le siguió el pop (23.6%), electrónica (10.5%), metal (3.9%), rap o hip hop (3.6%), reggae (3.1%), ska (1.7%), brit pop (0.6%); algunos aceptaron que ninguno de ésos (8.5%), otros que todos (14.9%) y que no saben (3.1%).
Pero de acuerdo con sus gustos musicales, la gente se considera: alternativo (29.8%), rockero (18%), fresa (11.5%), hipster (1.9%), skato (1.3%), metalero (1.1%), punk (0.7%), emo (0.4%), otro (8.2%).
México es un crisol de culturas y sin lugar a dudas la geografía determina de alguna manera el gusto musical de sus pobladores, pues una gran variedad de eventos y conciertos musicales ocurren todos los días, sin embargo en la zona metropolitana del Valle de México octubre es el mes de los conciertos, pues el término “Rocktubre” comienza a tomar fuerza, pese a que sólo 11.2 % de los entrevistados vía telefónica aceptó haber escuchado de él.
“No sé dónde o cómo nació. Pero sé que se le llama ‘Rocktubre’ porque en ese mes es cuando las mejores bandas de rock se presentan en determinados lugares”, comentó Angélica Ruiz, de Caracol Difusión de Medios, empresa con experiencia de 11 años en el ramo.
Caracol intenta ser “un puente eficaz y redituable entre los artistas y/o evento y los medios de comunicación (radio, televisión, prensa escrita e internet), por lo que se preguntó a Ruiz: ¿cuáles son los puntos importantes para organizar un concierto de rock en la capital?
“Es una situación donde si un factor falla lo demás también, es decir, no depende sólo del lugar, el cartel o de la seguridad, pues si alguno de los elementos falla, puede influir para que el resto del concierto no funcione”, respondió indicando que varios puntos son importantes para realizar un evento: ubicación, instalaciones, acústica y tradición.
Según los resultados obtenidos por GCE, los entrevistados dijeron haber asistido a un concierto (51.6%), y 31.6% indicó que le gustaría ver a su artista favorito en Auditorio Nacional, Foro Sol (18.5%), Palacio de los Deportes (15%), Arena de la Ciudad de México (13%), Teatro de la Ciudad (3.3%), Metropolitan (3%), José Cuervo Salón (2.4%), Autódromo (2%), entre otros.
Y sin lugar a dudas, el Auditorio Nacional se abanderó entre los mexicanos como el mejor lugar para un concierto (39%), después el Foro Sol (23.2%), Palacio de los Deportes (14.4%), Arena de la Ciudad de México (10.4%), entre otros.
De acuerdo con la experiencia de Angélica Ruiz lo que hace más caro o más barato un concierto es el cartel o el nombre del artista, así como el lugar donde se presentará.
En relación con la difusión del evento, indicó que todo “depende a qué tipo de pública vaya dirigido. Pero los espectaculares y la publicidad pagada en televisión son garantía”.
En la zona metropolitana hay una enorme variedad de eventos culturales y musicales, pero muchas veces sus canales de difusión no llegan a toda la gente. Algunos son gratuitos y otros varían en sus precios.
GCE le preguntó a los mexicanos cuánto es lo máximo que pagarían para ver a un artista en concierto: 17.7% contestó que lo haría de 801 a mil pesos, 16.2% de 301 a 500 pesos, 16.2% de 1,501 pesos a más; 14.8% de 501 a 800 pesos; 12.4% de mil a mil 500 pesos.
Angélica Ruiz comentó que el éxito de conciertos como el Corona Capital o el Vive Latino se debe a que “va dirigido a un público muy definido con estrategias bien definidas también para ese público joven. Hay inversión bien dirigida y manejan un cartel amplio, variado y atractivo para ese público”, concluyó.
Kaleydoscopio