* En 18 años, en el cruce a California, EU

TIJUANA BC 29 DE MARZO DE 2013 (AFN).- Durante el tradicional “Viacrucis del Migrante”, que año con año organizan activistas de la fronteriza ciudad de Tijuana, alzaron la voz pidiendo un alto a las muertes de cientos de personas que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos de manera ilegal; esta ocasión en la malla fronteriza que se localiza sobre el bulevard Aeropuerto de Tijuana, colocaron una manta que dice “Guardián hace 18 años comenzó y nada cambio”, así como mil 358

cruces de madera, que representan al mismo número de migrantes que han fallecido en los últimos 18 años desde el inicio del operativo “Guardián” que implementa la patrulla fronteriza desde 1995 en la frontera de California con Baja California.

El padre Luiz Kendzierski, director de la Casa del Migrante de Tijuana e integrante de la Coalición Pro Defensa del Migrante, externó que a 18 años de esta operación, lo que se ha agudizado es el encarecimiento del cruce y ha ido en aumento los riesgos de cruzar por lugares cada vez más peligrosos.

En la actualidad, los migrantes indocumentados “se exponen además del clima, a la extorsión y el secuestro del crimen organizado que ha hecho de los migrantes su principal negocio”, dijo el sacerdote.

Del total de las muertes de migrantes a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos y que asciende a seis mil 45, según cifras del Instituto Nacional de Migración de México, el uno por ciento son menores de edad.

Uriel González, coordinador de la “Casa YMCA, Menores Migrantes”, expuso que los menores de edad siguen siendo los más vulnerables actualmente, por lo que se ha pedido desde hace tiempo a las autoridades migratorias de Estados Unidos que les brinden un trato diferente al de los adultos.

“Al menos en esta frontera (de Tijuana), estamos las organizaciones de la sociedad civil, dando un seguimiento más preciso, que los chicos no sean repatriados a altas horas de la noche y que no tengan mayor tiempo de detención en los centros”, explicó.

Para Mary Galvan, del Instituto “Madre Assunta” que se dedica a brindar atención a mujeres deportadas, el viacrucis que viven las mujeres sigue siendo de dolor, angustia y desesperanza, motivado a la separación de sus hijos al ser repatriadas.

“Ellas van a volver a los Estados Unidos, pero ahora van por una cuestión mucho más grande para ellas, sus hijos que quedaron allá y que ellas no conciben la vida sin estar junto con ellos. Su principal motivación es el estar junto a sus hijos”, reiteró la trabajadora social.

Los activistas coincidieron en que no pierden las esperanzas de que pronto se logre una reforma migratoria que vendría a beneficiar a millones de migrantes, ya que a su parecer, se ve más cercana esta posibilidad, y ante las mejoras en la economía estadounidense, podría propiciar también un incremento de migrantes queriendo cruzar.