MÉXICO DF 19 DE MARZO DE 2016 (LA SILLA ROTA).- Nestora Salgado nació en la comunidad de Olinalá perteneciente a la zona montañosa del Estado de Guerrero en 1971. Migró a los Estados Unidos de Norteamerica en 1991 huyendo de la violencia familiar y en busca de mejores oportunidades. Obtuvo la ciudadanía en Renton (Washington) y logró una esta estabilidad económica.
Nestora emigró a Estados Unidos cuando tenía 19 años. Trabajó de pastelera, mesera y en labores de limpieza en Washington. Pasaron más de 10 años para que volviera a Olinalá.
EN 2012 OLINALÁ ERA UN PUEBLO INSEGURO Y VIOLENTO. El 27 de octubre de 2012 las campanas de la iglesia sonaron para reunier a los pobladores en la plaza principal porque un joven comerciante de teléfonos celulares había sido secuestrado. El pueblo apenas había enterrado a un taxista que apareció muerto. Los delincuentes merodeaban el centro de la localidad. Ya eran conocidos. Incluso un par de ocasiones los detuvieron, pero salieron rápido por órdenes superiores. Así que el pueblo se organizó y nació el Concejo Social Olinalteco que organizaría la Policía Comunitaria. Nestora tomó el micrófono y llamó a la unidad; luego fue electa coordinadora.
CÓMO COMENZÓ LA HISTORIA. A Nestora Salgado la convirtieron en La Comandanta en la plaza central del pueblo, cuando fue designada comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá y luego dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria, convirtiéndose en la primera mujer que tuvo este cargo.
BAJO SU MANDO LA SEGURIDAD SE RECUPERÓ EN UN 90%. Al frente de la Policía Comunitaria de Olinalá (PCO), en pocos meses los crímenes de alto impacto se redujeron 90%. El pueblo se sentía seguro y la gente, empoderada. Incluso, pobladores de otras comunidades la buscaban para que los organizara.
CREÓ LA CASA DE JUSTICIA DE PARAÍSO. En marzo de 2013, inspirada en las experiencias exitosas de los pueblos na’savi, nahuas, me’pahaa y ñomda’a, organizados en la CRAC-PC, la población de Olinalá hizo lo propio y constituyó formalmente la Policía Comunitaria, misma que pronto obtuvo reconocimiento de la CRAC de la Casa de Justicia de El Paraíso. Legalmente, los sistemas de justicia comunitarios son reconocidos por la Ley 701 de Guerrero, que respalda los derechos y cultura de los pueblos y comunidades indígenas de la entidad.
La PCO operaba bajo los principios de los pueblos originarios: Toma de decisiones en asamblea, servicio voluntario y gratuito, reparación del daño y proceso de reeducación.
LA DETENCIÓN. En el 2013 la policía comunitaria detuvo al síndico Armando Patrón Jiménez junto a varias personas acusadas de robar vacas y matar al dueño. El síndico acuso ante la procuraduría estatal a Nestora de secuestrarlo. Fue detenida el 21 de agosto de 2013 junto a 30 comunitarios, por secuestro y delincuencia organizada. La llevaron al penal de alta seguridad en Nayarit. Posteriormente fue trasladada al penal de Tepepan.
SU HISTORIA CON ISABEL MIRANDA. Ella declaró desde el penal de Tetepan: "Hay una mano poderosa que no me deja salir de la cárcel. Se llama Isabel Miranda de Wallace. ¡Soy inocente! ¿Por qué sigo aquí? Por ella. Miranda de Wallace, la fundadora de la organización Alto al secuestro, acompaño en el proceso a Eugenio Sánchez, quien acusa a Salgado García de plagio.
"Ya iba a salir, pero no salgo por Isabel Miranda de Wallace. Ella tiene influencias para que me tengan aquí, para que me traten mal. Tiene mucho poder. Pero todo mi pueblo sabe que jamás secuestré; mi pueblo me conoce y es testigo de mi buen actuar.
CÓMO LOGRÓ SU LIBERTAD. El primer auto de libertad, lo logró comprobando que en el proceso penal le violentaron sus derechos. Al momento de la detención a Nestora le negaron le derecho de asistencia consular por tener la doble nacionalidad, la mexicana y la estadunidense.
Los jueces resolvieron a favor de la líder comunitaria. Uno, que por el delito de secuestro se demostró que actuó en el cumplimiento de un deber y el cumplimiento no lleva a una responsabilidad penal. Dos, en el delito de homicidio, se comprobó que cuando ocurrió el asesinato de unas personas en los límites de Huamuxtitlán y Olinalá, Nestora se encontraba a 150 kilómetros de distancia: en Chilpancingo en Casa Guerrero.