*.- De lo contrario, el mandatario "juega con la tranquilidad de los bajacalifornianos"
Tijuana BC 11 de febrero de 2015 (AFN).- El Gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid, "está jugando con la tranquilidad de los bajacalifornianos al no reconoce los graves índices de inseguridad" y por no aplicar el Plan Estratégico de Seguridad", situación que pone en riesgo los recursos que envía la Federación”, aseguró Miguel Ángel Ordaz, enlace del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tijuana con los profesionales del derecho.
Dijo que en los últimos días "se ha escuchado un doble discurso" del mandatario, y de parte del Secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa Anaya; y por quienes calificó como "sus voceros", José Luis Ovando y Raúl Felipe Luevano, dirigentes estatal y municipal, respectivamente, del Partido Acción Nacional (PAN). “Discursos que se contradicen, y que contrariamente de abonar para encontrar una solución a la inseguridad, pretenden engañar a la población”, refirió Ordaz, al exponer que el responsable de la seguridad en Baja California es el gobernador, "y no es tratando de culpar a los alcaldes como se encontrará una solución al problema".
Comentó que el sector privado planteó claramente su preocupación por los índices de seguridad, y señalaron como único culpable al Gobernador del Estado, quien a su juicio ha tratado de minimizar el problema.
Ordaz explicó que representa un riesgo que aún no se aplique el Plan Estratégico de Seguridad, ya que puede provocar una considerable reducción de los recursos de la Federación con efectos graves para la entidad.
Luego, con relación a las declaraciones que hicieran Ovando y Luévano, quienes culpan a otras instancias de gobierno y la falta de capacidad de mandos, dijo “es una clara contradicción a lo dicho por el Gobernador del estado, en el sentido de que existe una verdadera coordinación de acciones con los ayuntamientos’.
Reiteró que no es con mentiras y engañando a los bajacalifornianos como se logrará abatir los índices de delincuencia, “sino asumiendo su responsabilidad, como el pueblo bajacaliforniano lo está demandando”.