Jorge Caro
TIJUANA BC 10 DE MAYO DE 2025 (AFN).- En Perú, el ahora sucesor de San Pedro, Robert Francis Prevost, era visto regularmente con vestimenta sencilla y llevando una camiseta normal, y no con la indumentaria eclesiástica que utilizaba en sus actividades como religioso.
Así lo recuerda el sacerdote peruano, Carlos Poma Henostroza, paisano y alumno durante su formación en el seminario donde coincidió con el ahora Papa León XIV.
Párroco en el templo de San Pedro y San Pablo en Tijuana, tuvo la fortuna de cruzarse en su vida con el ahora pontífice, ya que su formación en el seminario coincidió con la estancia de Prevost, en Perú.
Emocionado por la elección del sucesor de San Pedro tras la muerte del Papa Francisco, el religioso aceptó conversar con Agencia Fronteriza de Noticias (AFN), que lo buscó para conocer su opinión al respecto. De entrada, lo recordó como una persona humilde y entregada a Dios.
El padre contó algunas de las vivencias que compartió con el nuevo Papa, quien, según relató, fue su maestro de teología moral en la primera parte de su seminario en aquel país latinoamericano, en donde Poma Henostroza nació y se mantuvo hasta 1990, cuando llegó a Tijuana para cumplir con una misión.
El sacerdote relató que, en aquel entonces “el padre Roberto”, como lo apodaban por su nombre secular, Robert, era una persona humilde, que siempre estaba dispuesto a conversar con los feligreses.
“Lo que puedo aportar de mi experiencia con él, es que es un hombre de Dios, entregado a su ministerio… era tan sencillo, tan humilde”, relató el sacerdote.
Explicó que, pese a sus amplios conocimientos, siempre mantuvo esa conducta humilde. Muestra de ello, dijo, es que no solía usar la vestimenta que lo identificaba como sacerdote tal y como lo hacían sus compañeros, pese a los importantes cargos que llegó a asumir; en cambio usaba playeras normales, relató.
Poma Henostroza revivió aquellas ocasiones en las que le llegó a pedir al ahora Papa León XIV unos minutos para poder conversar, y este, a diferencia de otros sacerdotes que hubieran evadido la reunión, a base de pretextos porque tenían otras actividades, lo atendía sin ninguna complicación.
“Platicábamos tan a gusto; a veces con dudas referente a la materia, a veces con dudas espirituales también, tengo dudas con esto, y él siempre tenía una respuesta inspirada por Dios”, compartió.
Recordó que, mientras Francis Prevost se desempeñaba como obispo en la pequeña ciudad de Chulucanas al noroeste de Perú, acompañaba a sus feligreses en las inundaciones que solían registrarse en la región, aun cuando tenía que pasar entre caminos llenos de lodo.
En ese sentido, celebró el nuevo nombramiento de su maestro, afirmando que “el Espíritu Santo no se equivocó”, pues además de su personalidad humilde, destacó que la votación para designarlo como líder de la Iglesia católica se llevó a cabo con mucha rapidez.
Aseguró que cuando se dio su nombramiento se “emocionó mucho”, pues aparte de ser su maestro recordó que es su paisano.
Consideró que la designación de León XIV al frente de la Iglesia católica universal no se debió a que sea estadounidense de nacimiento, pues dijo que es una persona que se identifica como latino, independientemente de sus raíces, además del hecho de que adoptó la nacionalidad peruana.
Sobre su historia personal, el sacerdote Carlos detalló que, mientras se encontraba en su país de origen, vio un video de la Madre Teresa de Calcuta titulado “Las casas más pobres entre todos los pobres”, en donde se exponía a Tijuana, Baja California, como una ciudad en la que sus habitantes residían en casas de cartón bajo condiciones de pobreza extrema.
Dichas imágenes se colaron en su subconsciente, por lo que, acorde a su intención de ser misionero, se propuso visitar esta ciudad mexicana para difundir la palabra de Dios.
Fue entonces cuando un sacerdote instalado en esta localidad, con quien además tenía una amistad, lo invitó para fundar la congregación “Misioneros de la Cruz” en Tijuana.
Sin pensarlo, recordó que aceptó esa propuesta, saliendo de su país por primera vez en 1990; aunque, paradójicamente no llegó a México, como tenía previsto, pues dijo que su visa fue rechazada, por lo que tuvo que llegar primero a Estados Unidos, en donde sí fue admitido, para posteriormente trasladarse a esta entidad.
Afirmó que sus primeras impresiones de Tijuana fueron muy diferentes a las transmitidas en aquel vídeo, pues señaló que cuando recorrió la avenida Revolución, apenas en su arribo a la ciudad, se sorprendió de no ver esas casas de cartón que lo motivaron a tomar el reto.
Sin embargo, explicó que tiempo después, mientras conversaba sobre sus experiencias personales con los feligreses de una parroquia en la colonia Libertad a la que fue asignado, una joven le relató que las casas de cartón sí llegaron a existir, pues incluso ella vivió en esas condiciones en un área conocida como “Cartolandia”, que colindaba con la canalización del Río.
No obstante, habrá que recordar que cuando la Madre Teresa visitó Tijuana, Cartolandia había desaparecido décadas atrás (en los años 70s) y las imágenes que vio por televisión correspondían -también- a otras zonas de la ciudad (al Este), igual, de mucha pobreza, pero nunca en las condiciones de la desaparecida colonia de “cartón” de la zona Río.
Agregó que, aunque ha estado en otros municipios del Estado, siente un apego incondicional con esta ciudad, por lo que en todas las ocasiones ha pedido regresar.
La elección de León XIV, coinciden los especialistas, marcó una continuidad del legado del Papa Francisco, destacando su perfil pastoral y su experiencia en América Latina. Su doble nacionalidad, estadounidense y peruana, reforzó el carácter universal de la Iglesia.
Prevost al elegir el nombre de "León", evocó el liderazgo firme y la apertura social. Su nombramiento fue visto como una señal de renovación en tiempos de crisis para la Iglesia, según han coincidido especialistas.
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