Columnista: La Silla Rota 
Por: Agustín Castilla

MÉXICO DF 28 DE JULIO DE 2016 (La Silla Rota).-  A nadie extraña que el ex presidente Vicente Fox aproveche la más mínima oportunidad para pronunciarse sobre cualquier tema que se esté discutiendo en el país o incluso en la arena internacional. Aunque nunca se ha caracterizado por su prudencia, y por el contrario generalmente sus declaraciones causan polémica, tal parece que conforme pasa el tiempo aumenta su necesidad de llamar la atención para ser escuchado.
 
De la muy famosa sugerencia del “comes y te vas” que hiciera a Fidel Castro en el marco de la Cumbre de las Américas en 2004 siendo todavía presidente, a la sorpresiva posición que asumió en 2012 en apoyo del entonces candidato del PRI a la presidencia, Enrique Peña Nieto, sus reiteradas manifestaciones a favor de la legalización de la marihuana, o el intento de confrontación con Donald Trump –de la que después se retractó–, quizá ninguna ha resultado tan controversial como la crítica que hizo ayer a Felipe Calderón.
 
En primer término me parece que el lenguaje que utilizó Fox en una entrevista a un portal de noticias argentino no es propio de un ex presidente de la República, ya que textualmente dijo: “Yo vomito a cualquiera que mete a la familia al negocio y por eso Calderón no me cae, lo digo públicamente. Es una equivocación que ahora meta a su señora. Me vomito en Calderón”.
 
Por otro lado, se requiere muy poca memoria -y mucho cinismo- para acusar a Calderón de meter a su esposa en la elección presidencial de 2018. Independientemente de la opinión que cada quien pueda tener de Margarita Zavala, es conocida su trayectoria previa como dirigente partidista y como legisladora, además de que su desempeño al frente del DIF y sobre todo como primera dama es ampliamente reconocido por su discreción y prudencia que claramente contrastó con el de su antecesora.
 
Si un defecto se destaca de Vicente Fox, es precisamente el amplio margen de actuación que le dio a su esposa Martha Sahagún quien intervino en muchas decisiones importantes del gobierno, utilizaba la red para llamar a funcionarios de primer nivel y prácticamente darles instrucciones, su afán protagónico era por todos conocido y sus ambiciones políticas la llevaron al extremo de considerar la idea de buscar el apoyo del PAN –partido al que Fox mas bien ignoró– para la candidatura presidencial. Por si ello no bastara, los hijos de Martha fueron un pesado fardo para la administración foxista al utilizar su posición para realizar múltiples negocios de dudosa solidez. No cabe duda que por su incontinencia verbal de Fox, y la nostalgia por los reflectores seguirá dando de qué hablar. ¡Que lastima!
 
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