*.- Tiene tres denuncias penales y otras investigaciones
*.- Se asume como “comunicador” y creó una cuenta en redes

TIJUANA BC 12 DE ABRIL DE 2020 (AFN).- Víctor Lagunas Peñaloza –“asesor en comunicación” del ex presidente municipal panista de Tijuana Juan Manuel Gastélum Buenrostro- (así lo ha declarado en sus videos que pretenden ser de noticias), ha sido denunciado penalmente en por lo menos tres ocasiones, y pesan sobre él otras acusaciones, pese a lo cual insiste en convertirse en “comunicador” y “líder de opinión”, a través de una cuenta en redes que ha crecido, no de manera orgánica, sino invirtiéndole grandes cantidades de dinero, que hasta la fecha no ha establecido de dónde proceden. 

Hijo de la ex diputada Alfa Peñaloza y el comerciante Víctor Lagunas, ambos corridos del PAN por diferentes circunstancias, ha emprendido una campaña de descrédito en contra de Agencia Fronteriza de Noticias, y su directora Dora Elena Cortés, a partir de que desde la administración anterior, se reveló que sin contar con ningún nombramiento oficial usurpó las funciones de director de Comunicación Social, y manejó los programas y recursos del gobierno de la ciudad, lo cual es una irregularidad que cae en ilegalidad, por lo que esto fue informado en su momento por diversas fuentes de ese gobierno, a esta agencia.

De igual forma, argumentando ser “un experto en la comunicación”, y con las influencias que le daban el que su madre estaba en el Congreso de Baja California y era apadrinado por el munícipe, Víctor Lagunas Peñaloza, sin ningún nombramiento “coordinó” las actividades de comunicación de otros municipios panistas, así como pretendió manejar este tema dentro del mismo Partido de Acción Nacional, además de que se le autorizaban “cursos de capacitación” que presumiblemente daba a los encargados de comunicación del gobierno estatal y los municipios surgidos del blanquiazul.

Ilusionado desde un principio con convertirse en el “rey de la comunicación” (porque así lo ha venido diciendo desde entonces) emprendió una campaña que inició desde la propia administración municipal en contra de AFN por su liderazgo en el área digital, y trató de establecer un “boicot publicitario” en contra de esta empresa para “retirarla del camino” (según lo que insistía), sin tener éxito en esto.

Ya con el partido blanquiazul fuera del gobierno del Estado y los ayuntamientos, estuvo presionando a los comités panistas (en los tiempos de José Luis Ovando Patrón como dirigente estatal) para que lo apoyaran, y en sus palabras “para que lo utilizaran, porque gracias a él regresarían al poder en Baja California, porque él sí sabía cómo hacerlo”, dijeron fuentes a esta agencia. De esta forma “apareció” como “director” de la página TJ Comunica, que antes estuvo manejando “en la sombras” para “campañas negras” como las que ordenaba (previo pago) a otros supuestos “influencers” para dañar -en su honor- a enemigos políticos y a otros personajes que consideraban que obstaculizaban sus propósitos.

Víctor Lagunas fue denunciado penalmente por un joven que fue golpeado por éste, dentro de un bar cuando se encontraba con una joven que presumiblemente había sido novia del “tigrito”, y posteriormente, por quien se identificó como “su esposa”, sin embargo, en ambos casos, como en otros problemas en los que se metía, no hubo acción penal en contra de este, por las influencias de Alfa Peñaloza. 

Recientemente, fue denunciado por la Secretaría de Salud del gobierno del Estado por “fraude”, al participar en una colecta pública -por dinero en efectivo- a favor, según dijo, del Hospital General de la ciudad, no obstante que el director de esta institución no avaló dicha acción, sin contar que la sindicatura procuradora de esta ciudad tiene acusaciones en su contra, así como pruebas de la usurpación de funciones, sin que hasta el momento, esa dependencia municipal haya hecho algo en contra de este oscuro personaje, al que ni siquiera ha citado para declarar sobre este caso.

Con fecha del 17 de julio de 2008 se levantó una denuncia penal que quedó radicada bajo la averiguación previa 62/09/20ª, por parte de Alejandro Iñiguez Berrocal, quien lo acusó de haberlo agredido cuando se encontraba con una joven departiendo en un bar; esto llegó hasta el juez de Primera Instancia Penal, quien en el mes de marzo de 2009 recibió del Ministerio Público del Fuero Común, de la Unidad Orgánica de Lesiones dicha acusación en 109 fojas útiles, por el delito de lesiones calificadas, por lo que solicitaba que se liberara la orden de comparecencia respectiva. Sobre esto ya no se supo más. 

Sin embargo, en la querella presentada se hace notar que a las 18:02 horas del 17 de julio de 2008, el de nombre Alejandro Iñiguez Berrocal, de 22 años de edad (en ese entonces) y soltero, acusó por lesiones al residente de Playas de Tijuana, señalando que el 16 de julio de ese mismo año, aproximadamente a las 10:00 de la noche, llegó junto con unos amigos al lugar denominado Boa, y que en un momento dado se puso a bailar con Marisol, una de las jóvenes que los acompañaban.

El entonces estudiante refirió que cuando ya se disponía a retirarse, al estar tratando de sacar su celular, recibió un fuerte golpe en la cabeza, aparentemente con una botella de vidrio, y al incorporarse vio que el agresor era Víctor Lagunas a quien trató de detener por el cuello, pero que en ese momento, otro de los acompañantes del “comunicador” le dio otro botellazo en la cara, por lo que ya no pudo levantarse y fue auxiliado por sus compañeros. 

De ahí fue llevado al hospital San Francisco en la colonia Cacho, y en ese lugar estuvo como hora y media porque debió esperar a que le atendieran las heridas; los médicos le sugirieron que se hiciera unos estudios más tarde y que fuera con el médico familiar; al siguiente día, por la noche, lo sometieron a una cirugía en la nariz porque sufrió una fractura y se le estaba haciendo un coágulo en la herida de la frente, por lo que le tuvieron que abrir para sacar la sangre. Víctor Lagunas y sus amigos negaron los hechos y responsabilizaron a la víctima y sus acompañantes.

Pero el 24 de junio de 2015, también en la Procuraduría de Justicia de Baja California, ante el agente del Ministerio Público del Fuero Común, de la Unidad Orgánica de Delitos Sexuales y Violencia Familiar se presentó la joven identificada como Jacqueline Lagunas (el apellido del tigrito), quien dijo tener 25 años, estar “separada” del mencionado, y ser de ocupación enfermera.

Bajo el número de averiguación previa 1004/15/202/AP, la joven señaló que deseaba presentar formal querella y/o denuncia en contra de Víctor Lagunas Peñaloza, por los delitos de: lesiones agravadas por razón del parentesco, violencia familiar y/o lo que resulte, ya que había sido agredida por este hombre, y contó su historia con él:

Dijo que en el año 2010 –aproximadamente- lo conoció, y que mantuvo un noviazgo de un año, no obstante –dijo- “yo sabía que Víctor era adicto a las drogas y al alcohol”; señaló que en ese mismo año, él ya salía de rehabilitación por lo que decidieron vivir juntos, en unión libre durante cinco años. En ese tiempo, refirió que resultó embarazada de su única hija (de nombre que nos reservamos), la cual nació en Estados Unidos, y a esa fecha (de la denuncia) contaba ya con tres años de edad.

Refirió que desde que estaba embarazada, el acusado la agredía insultándola “por cuestiones tontas e insignificantes” ya que no estaba siguiendo su tratamiento, y al discutir: “a la menor provocación me decía eres una pinche enfadosa, te detesto, vete de la casa, y me tiraba en cara diciéndome: así como viniste, así te vas, ya que eres una mal agradecida”, señalando la víctima que ella era una mujer que trabajaba, y que sabía ganarse el dinero, aunque él le manifestaba que lo que ellas tenían era gracias a él.

Para mayo del año 2014, dijo que se encontraban en su domicilio a las 8:00 de la mañana, tanto ella como su hija, cuando tuvieron una discusión en el cuarto “sin ninguna razón aparente”, ya que ella saldría de la casa para ir al gimnasio y le dejaría a la niña, la cual empezó a llorar, por lo que pidió al papá que la cuidara: “y él se encontraba acostado en la cama, jugando con el teléfono” por lo que se molestó por la interrupción, reclamando que ¿por qué tenía que cuidar a la niña, si estaba ocupado utilizando su iPad o su teléfono? Le decía que: “por qué lo tenía que molestar, diciéndome: pinche enfadosa, ya lárgate de aquí, es mejor que te vayas de la casa, y que estaría yo mejor en la casa de mi mamá”; al mismo tiempo se levantó de la cama para tomarla del cuello y empujarla con ambas manos.

Como su hija estaba detrás de ella también cayó y lloró asustada, cuando, según dijo, Víctor Lagunas pretendió ahorcarla con ambas manos, por lo que -como pudo- dijo se soltó y corrió para hablar a la policía. Al hacer esto Lagunas le reclamó diciendo: “¿no sabes que yo tengo antecedentes por violencia y si los policías llegan para atender el reporte me vas a perjudicar?” y para que ella no pudiera salir, le quitó las llaves y las aventó por la ventana. La quejosa dice que en 20 minutos aproximadamente llegaron los policías y al preguntarle que si la persona denunciada era su esposo, le dijeron que no podían llevarlo detenido porque ella respondió que vivían en unión libre. Los elementos le argumentaron que al no estar casados no podían proceder, por lo que decidió ir a la casa de su mamá en compañía de su hija, además de sacar sus cosas del domicilio porque ya no quería regresar con él.

Dijo que se separaron aproximadamente por dos meses, sin embargo, Lagunas empezó acudir a terapia de rehabilitación a las drogas y el alcohol para poder estar de nueva cuenta juntos, aunque ella lo condicionó a que tendrían que casarse si quería que volviera con él, por lo que el 8 de agosto de 2014 se casaron y regresaron al lugar en el que vivían, sin embargo, transcurrido un mes volvió a dejar el tratamiento y agredirla psicológicamente diciendo: “que soy una mal agradecida, que sin él no soy nada, que él pudiera encontrar otra mujer mejor que yo, que nadie me va dar lo que me ha dado”, con lo cual se ha sentido muy mal como mujer.

Refirió que empezó a sentirse insegura, además del hecho de que recibía mensajes de otras mujeres y encontraba otros indicios, como cuando descubrió en la cajuela de su carro un brasier que no era de ella y Víctor Lagunas se justificó diciendo que “era una broma pesada” que le hizo un amigo, lo cual ella trató de constatar con esa persona, quien negó que fuera cierto.

Comentó asimismo que el día previo a presentar esta denuncia, a las 9:00 de la mañana aproximadamente, encontrándose en su casa junto con su hija, le reclamó a Víctor sobre dónde había dejado una cobija que su niña pedía, y él respondió que posiblemente se le había olvidado a la niña, quien la llevaba a la escuela, por lo que refirió que decidió buscarla en el carro y al no encontrarla se dirigió de nueva cuenta al cuarto, con su esposo. Él ya estaba acostado, usando su teléfono, en lugar de ayudarle, por lo que le reclamó su descuido y también el hecho de que dejara que la niña se hiciera del baño mientras ella tomaba su siesta, por lo que él agarró una almohada y se la aventó en la cara con la intención de lastimarla. 

Le volvió gritar delante de su hija: mal agradecida, ya déjame en paz estúpida, lárgate de la casa, al tiempo que Lagunas la aventó hacia una de las ventanas del cuarto, golpeándose en la espalda, y después la tomó con ambas manos -por el cuello- y mientras La “ahorcaba”, él le gritaba: “¿es lo que quieres que vea tu hija? ¿Pura violencia? ¿Por qué me haces enojar de esa manera”. Dijo que ella logró zafarse, pero cayó al piso, y que estando ahí él empezó a patearle la espalda, el abdomen, costillas y el estómago, mientras que la detenía para que no pudiera soltarse.

Aseguró que con el puño cerrado le pegó a una de las televisiones y ésta cayó quedando suspendida, no obstante que podría haber golpeado a su hija que se encontraba asustada, en esa área de la habitación. Por esto decidió llamar al número de emergencias 066, pero Lagunas Peñaloza le dijo que no habría problema, que llamara a la policía porque no le harían nada, ya que él trabajaba en el gobierno del Estado, en la subsecretaría General de Gobierno: “al cabo, ellos me van a sacar de este problema y no me van a hacer nada”. Aun así, dijo que marcó a los guardias de seguridad del departamento en el que vivían para que llamaran a la policía, y que ésta llegó siete minutos después.

Hizo saber que les permitió el acceso a los oficiales para que detuvieran a su esposo, sin embargo él marcó a su mamá, la cual es dueña de la casa, y dijo que ella y Víctor -como propietarios- no los dejarían entrar, por lo cual les pidió que presentaran “tanto a la madre de mi esposo, y a él mismo, ante el juez municipal, para posteriormente los presentaran turnados ante el Ministerio Público, pero se negaron los oficiales, de lo cual tuvo conocimiento el oficial Martínez de la delegación Centro”, cuyo número celular (en ese entonces) –dijo- era el 664-280-0658, en tanto que a otro oficial lo identificó con su apellido Martín.

Al no recibir el ninguna ayuda y ante el temor de otra nueva agresión, solicitó que fueran aplicadas las medidas cautelares: “y de ser procedente, la restricción para que no se pueda acercar”, y decidió también presentar esta denuncia penal ante la falta de intervención de la policía municipal. También se levantó una fe ministerial de lesiones con fecha de 24 de junio de 2015, advirtiéndose que se apreciaba, sobre el cuello de la ofendida, un aparato de los llamados “collarín”, asimismo que se dio fe de que sobre el codo del lado izquierdo presentaba una equimosis de color rojiza de aproximadamente 3 cm y una equimosis de 1 cm aproximadamente sobre rodilla derecha. 

En un dictamen de psicología que también se le practicó, se determinó que la mencionada sí presentaba afectación psicológica como víctima de violencia familiar, encontrándose una baja autoestima, miedo, creencias inadecuadas y pobres sobre su persona, que ha llevado a generar una dependencia emocional hacia el inculpado, reduciendo su mecanismo de defensa, y aun cuando se percibe humillada y devaluada, debido a las constantes verbalizaciones del inculpado, estos conceptos Jaquelin los ha proyectado de tal manera, que han afectado su área afectiva y conductual principalmente, generando un estado de vulnerabilidad, y sumisión ante el inculpado.

Se determinó asimismo que la enfermera requería un tratamiento psicológico a largo plazo, equivalente a 28 sesiones, o sea siete meses, con la finalidad de que lograra empoderarse, y de esta manera elevar su autoestima y manejar los sentimientos que la situación ha generado en ella. En este caso, tampoco hubo una conclusión satisfactoria para la afectada.

Sobre las irregularidades cometidas como director (no oficial de Comunicación Social en el gobierno pasado) AFN documentó ampliamente el caso, lo mismo que otros medios de esta frontera, y por esto, Lagunas Peñaloza ha emprendido una campaña pagada en redes, para desacreditar al medio y a la directora, con señalamientos viscerales y acusaciones sin pruebas, contrario a las informaciones que con “datos duros” y sin descalificaciones, ha presentado este medio. También ha empezado a denostar a otros periodistas. 

Lo que se dijo entonces por parte de medios como AFN, se confirmó al llegar la actual administración municipal que durante los primeros meses de la misma, revisó la forma como les fueron entregadas las oficinas, ya que durante el período de entrega-recepción sus funcionarios fueron bloqueados por instrucciones del entonces presidente municipal Juan Manuel Gastélum.

El área de Comunicación Social, según se sabe, encontró muchas irregularidades e inclusive, algún documento firmado por el propio “tigrito”, entregando un resguardo, cuando no tenía carácter legal para esto, y todo eso fue proporcionado a la sindicatura procuradora, que extrañamente dio entrada a una queja que presentó el susodicho en contra del actual director de esa oficina Miguel Ángel Larre, dejando aparentemente de lado el tema de quien -según testigos que existen- se apropió de funciones oficiales que no le correspondían, y que pueden documentarse, porque además fue muy público estuvo usurpando un lugar dentro del gobierno.

Recientemente la sindicatura solicitó la comparecencia de la regidora Mónica Vega, a la que también cuestionó sobre otros temas pero no sobre el de este personaje, no obstante que Vega -en su momento- acusó campañas negras en su contra, provenientes precisamente de la oficina que en Palacio Municipal tenía Lagunas Peñaloza.

Hasta el momento, la dirección jurídica del ayuntamiento de la ciudad no ha podido presentar denuncia penal en contra del mencionado, debido a que la sindicatura procuradora no hecho entrega del caso ni lo ha cerrado, no obstante que el tiempo corre, aunque eso no deja de comprobar que hubo una acusación.

La más reciente denuncia penal en contra de este individuo fue interpuesta por el departamento jurídico de la secretaría de Salud del Gobierno del Estado, debido a que está involucrado en una colecta a nombre del Hospital General realizada al margen de esa institución, y del Gobierno del Estado, del cual depende el nosocomio.

Calificada como fraudulenta esa acción, la Fiscalía General del Estado le ha dado seguimiento, y según se sabe, ha solicitado la comparecencia de quien se dice asesor panista, aunque al parecer tampoco cuenta para esto con el aval del PAN, pero según los datos, el mencionado se ha estado escondiendo, y acusando en sus redes una campaña de persecución.