MÉXICO DF 24 DE FEBRERO DE 2014 (lasillarota.com).- La Operación Góndola, con la que la Armada de México logró la recaptura del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, es un golpe vital en contra de la organización criminal pero no significará el descabezamiento de una estructura controlada por los hijos del Chapo, por sus primos y por los hijos y allegados de las otros líderes: Ismael Zambada García, El Mayo, y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul.

 

Informes y comunicados de agencias de seguridad de los Estados Unidos y de instancias como los departamentos del Tesoro y de Justicia, han revelado desde hace al menos dos años la estructura principal del cártel de Sinaloa a partir de los esquemas con los que operan por separado El Mayo Zambada y El Azul.

 

Para dar una idea del tamaño de dicha estructura, en febrero de 2009, la Embajada de los Estados Unidos en México informaba sobre la Operación Xcellerator, dirigida contra enlaces del cártel de Sinaloa en territorio norteamericano.

 

La información señalaba que “la Operación Xcellerator ha llevado al arresto de 755 individuos, y la incautación de aproximadamente 59.1 millones de dólares americanos, más de 12,000 kilogramos de cocaína, más de 7,200 kilos de marihuana, más de 545 kilos de metanfetaminas, más de 8 kilos de heroína, aproximadamente 1.3 millones de pastillas de éxtasis, más de 6.5 millones de dólares en otros bienes, 149 vehículos, 3 aeronaves, 3 naves marítimas y 169 armas”.

 

La del cártel de Sinaloa es una estructura cohesionada por decenas de personajes que operan dentro y fuera del país, incluso en otros continentes, para consolidar alianzas, darle solidez y continuidad a un grupo criminal que, según la DEA, tiene presencia en más de 25 países.

 

El organigrama con el que trabajaba Guzmán Loera también fue difundido en varias ocasiones, dejando en claro que El Chapo manejaba a la organización preparando a sus hijos Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López para el eventual relevo, pero respetando siempre el espacio en la sucesión de El Mayo y su permanencia de 50 años en organización.

 

El Chapo tuvo nueve hijos con al menos tres esposas: con Griselda López tuvo a Edgar Guzmán López (asesinado el 8 de mayo de 2008), a Joaquín Guzmán, a Ovidio Guzmán López y Griselda Guadalupe Guzmán López.

 

Con Alejandrina Salazar tuvo a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, a Jesús Alfredo Guzmán Salazar y a César Guzmán Salazar. Con Emma Coronel Aispuro, ex Señorita Sinaloa, tuvo a dos mellizas.

 

Fin de una era

 

Para algunos analistas y expertos en narcotráfico y seguridad, como el doctor Javier Oliva Posada, catedrático de la UNAM y conferencista en el Colegio de Defensa Nacional (Sedena) y en el Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV), lo que vivimos con la captura del Chapo Guzmán, “es el fin de una era, el fin de las grandes organizaciones criminales como los cárteles que henos conocido”.

 

Oliva considera que nos acercamos a una fragmentación de carácter territorial, en la que pequeñas pero poderosas organizaciones comenzarán a disputarse territorios articulándose entre ellas para cometer toda clase de delitos.

 

Las posiciones para suceder al Chapo son claras para el experto en temas de seguridad: el cártel de Sinaloa cuenta con otros dos liderazgos como los de Ismael Zambada y Juan José Esparragoza, cuya primera misión será precisamente la de tratar de evitar una fragmentación del grupo.

 

“¿Reacomodos? Sí, claro que los va a haber, pero es previsible que no se den de manera violenta como ocurrió con los Zetas o con La Familia Michoacana y otros grupos que se han fragmentado, que han luchado entre ellos y han hecho alianzas con otras organizaciones criminales”, explicó Oliva.

 

No veo que suceda un reacomodo violento, salvo que algo salga mal en el estado de Jalisco, que es un territorio exclusivo de Joaquín y su familia dentro de la propia estructura del cártel de Sinaloa y de los grupos delictivos que actúan en la costa del Pacífico, agrega el especialista.

 

Un hecho fundamental refuerza el análisis de Javier Oliva; los parentescos y las relaciones del Chapo con el fallecido Ignacio Coronel y su gente en esa entidad. Entonces, Jalisco pudiera convertirse en la nueva sede base de operaciones de los jefes del cártel de Sinaloa.

 

Abonarán a este escenario las enormes debilidades de los cuerpos policiacos de Sinaloa y Jalisco y la endeble estructura de justicia de ambas entidades, añadió Oliva.

 

Pero hay varios puntos que marcan la diferencia entre la actividad del cártel de Sinaloa y lo que han hecho sus rivales, incluso algunos socios territoriales, y es el haberse dedicado de manera preponderante al tráfico de drogas, al lavado de dinero, a la creación de empresas y conexiones dentro y fuera del país, lo que colocó a la organización a la cabeza de sus competidoras.

 

Javier Oliva señaló que mientras los otros cárteles se han dedicado a expandirse por la vía de la comisión de delitos de todo tipo (secuestro, extorsiones, robos, tráfico y trata de personas, etc.), el de Sinaloa se mantuvo mucho más enfocado en actividades que no complicaran su operatividad y no atrajeran los reflectores del gobierno.

 

Mientras los otros atacan y agreden a la sociedad, la gente de Guzmán, de Zambada y de Esparragoza mantiene un perfil de apoyo y protección en determinadas comunidades, lo que les ha dado cierta estabilidad, abundó Javier Oliva.

 

Partir al cártel

 

Diseñada en enero de este año, la Operación Góndola fue planeada y coordinada desde la ciudad de México por mandos de inteligencia naval y sus pares de los Estados Unidos para detener no solo a Guzmán Loera, sino a la cúpula del cartel de Sinaloa, comenzando por Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, a quien el Departamento del Tesoro y el Departamento de Justicia comenzaron a presionar desde principios de 2012.

 

El principal objetivo de la estrategia naval era lograr una fragmentación en la dirigencia del cártel para ubicar con más precisión a los nuevos líderes, a los jóvenes empresarios que comenzaron a ocupar los lugares de Guzmán Loera, de Ismael Zambada García y de El Azul.

 

En las áreas de seguridad del gobierno mexicano y del norteamericano, existe la certeza de que El Mayo Zambada y El Azul tomarán las riendas del cártel en ese orden; posicionando al primero por su antigüedad en la organización (51 años), por sus características como negociador y por hacer muy poco uso de la violencia para resolver conflictos.

 

En cuanto a Esparragoza Moreno, se le ubica como el personaje de más bajo perfil, ex agente de la Policía Judicial Federal (PJF) en los años setentas. A mitad de década fue reclutado por Miguel Ángel Félix Gallardo, líder de la organización criminal de Guadalajara, a quien perseguía en la primera campaña antidrogas, previa a la Operación Cóndor.

 

Sin embargo, la red del cártel de Sinaloa que ha posibilitado su expansión en 16 países del continente americano y en otros 10 en varios puntos del planeta, sigue bajo control de las familias de los líderes de la organización, de acuerdo con autoridades antinarcóticos de los Estados Unidos.

 

La información sensible con la que cuenta la Marina le fue proporcionada desde hace un año por la DEA, por el Departamento de Estado norteamericano y por funcionarios de Aduanas y del Departamento del Tesoro.

 

Pero el seguimiento en contra del cártel de Sinaloa y su red financiera dentro y fuera de México, data del sexenio de Vicente Fox, continuó con el del Felipe Calderón y se fue afinando en los últimos tres meses a partir de la información obtenida por el gobierno de los Estados Unidos.

 

En julio de 2012, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos inició la ofensiva para ubicar y desarticular la red de manejo de negocios y dinero del cártel de Sinaloa dentro y fuera del país.

 

Lo hizo señalando una parte de la estructura que opera en torno de El Azul y que en principio está conformada por sus dos esposas, María Guadalupe Gastelum Payán y Ofelia Monzón Araujo.

 

La primera es señalada por el gobierno norteamericano como cabeza o responsable de al menos cinco empresas localizadas en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, dedicadas a bienes raíces. Las empresas son: Grupo CINJAB, Grupo Impergoza, La Tijera parque Industrial, Provenza Residencial y Provenza Center.

 

De acuerdo con el Departamento del Tesoro, con el Departamento de Justicia y con la DEA, María Guadalupe Gastélum controla dichas empresas apoyada por sus hijos Nidia Patricia, Carlos Iván, Juan Ignacio y Brenda Guadalupe.

 

Los informes de las instancias norteamericanas señalaron también, en 2012, que la otra esposa de Esparragoza, la señora Ofelia Monzón Araujo, controlaba en Culiacán una red de gasolineras y servicios  asociados que eran manejados por cuatro personas: Juvencio Ignacio González Parada; Elvira Araujo Monzón; Martín Humberto Ponce Félix y Ulises Guzmán Ochoa.

 

Las gasolineras nombradas por el Departamento del Tesoro como entidades vinculadas con actividades ilícitas son: Buenos Aires Servicios; Petrobarrancos; Gasolinera Álamos; Gasolinera y Servicios Villa Bonita; Estaciones de Servicios Canarias; Gaso Diesel y Servicios Ancona, y Servicios Chulavista.

 

En septiembre de 2013, el Departamento del Tesoro emitió una nueva mención y alerta en relación con las gasolineras mencionadas en julo de 2012, advirtiendo que éstas seguían operando y solo habían cambiado de nombre, dirigidas por posibles operadores del cártel de Sinaloa.

 

La red solo modificó las razones sociales de las y continuó operando.

 

 

Operativo duró 3 minutos: Osorio

 

 

MÉXICO DF 24 DE FEBRERO DE 2014 (lasillarota.com).- El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, reveló que el operativo en que fue detenido Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, en el complejo de condominios de Miramar, en Sinaloa, duró tres minutos y el capo no opuso resistencia.

 

“Desde el arribo al lugar  hasta su salida fueron no más de tres minutos”, precisó.

 

Entrevistado por Joaquín López Dóriga, en Radio Fórmula, el encargado de la política interna detalló que fue el presidente Enrique Peña Nieto el que dio, en todo momento, las indicaciones precisas de lo que se tenía qué hacer y qué era lo más conveniente, luego de la detención.

 

Dijo que la captura se logró porque con los aparatos tecnológicos se referenció dónde estaba ubicado; sin embargo, dejó en claro que nadie de Estados Unidos intervino en el operativo. “Fue exclusivamente personal de la Marina”, recalcó.

 

“Sólo es correcto el hecho del apoyo en tecnología, que nos permitió, junto con la nuestra, georeferenciar el lugar donde estaba el delincuente y las personas que estaban junto con él. Ni una sola persona, ni de la DEA, ni de ninguna institución de seguridad de los Estados Unidos intervino en el operativo que se realizó. Fue específicamente personal de la Marina Armada de México”, enfatizó.   

 

Explicó que una vez que se ubicó Guzmán Loera se procedió a conformar tres grupos de marinos, pero hasta ese momento no se tenía el número del departamento donde se encontraba, por lo que se preguntó a los encargados y subieron a dos viviendas, una en las cuales estaba el capo.     

 

“Acepta su detención y deja inmediatamente que los marinos hagan su trabajo”, sostuvo.

 

Confirmó que durante la detención en el condominio estaban presentes su esposa y dos hijas, a quienes se les dejó en libertad por no tener nada qué ver.  

 

Osorio Chong comentó que la información se filtró y la dio a conocer un funcionario de Estados Unidos, porque estaban enterados que se estaba realizando el operativo.