*.- Detienen a otras 13 personas y de decomisan casas, ranchos, armas, un cohete y lanzagranadas

*.- No lo presentan a la prensa, pero lo pasean ante las cámaras

*.- El eterno archienemigo de los Arellano Félix

 

DORA ELENA CORTÉS

 

TIJUANA BC 22 DE FEBRERO DE 2014 (AFN).- Encorvado, con una expresión totalmente diferente a la de arrogancia que mostró en su primera detención hace más de 20 años, el más buscado de los narcotraficantes mexicanos, Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera pasó frente a los medios de difusión que previamente escucharon esta tarde la confirmación de su detención, en voz del Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam.

 

El Chapo, de 56 años de edad y considerado uno de los hombres más adinerados del mundo según la revista Forbes, lucía derrotado, con un evidente sobrepeso y un abultado estómago, mientras era trasladado por militares a uno de los helicópteros que lo llevaría a la prisión donde será recluido y el cual no se precisó.

 

Estaba esposado, lucía cabello y bigote muy negro, evidentemente teñidos y su vestimenta era casual; en algún momento trató de voltear hacia donde estaban los medios sin embargo se le obligó a seguir su camino, llevado por elementos de la Marina mexicana y rodeado por oficiales de las fuerzas armadas; agentes con vestimenta táctica y un par de elementos vestidos de civil. A diferencia de lo que ocurría anteriormente, no fue presentado de manera oficial a los medios sino que tan sólo se les permitió atestiguar que estaba detenido.

 

El traslado del Chapo Guzmán se hizo minutos después de la conferencia en la que el Procurador General de la República, hizo saber en el hangar de la Secretaría de la Marina, que se encontraban representantes de varias corporaciones e instituciones nacionales, que participaron en el operativo que llevó a la detención de este narcotraficante. De igual forma destacó la participación, para la detención, con información de autoridades y agencias de los Estados Unidos.

 

Karam, en una breve presentación en  la que no se permitieron preguntas de los periodistas confirmó que la captura se hizo en Mazatlán; que se le detuvo junto con un colaborador y que tardaron en hacer la confirmación oficial ya que prefirieron tener la plena identificación del narcotraficante, lo cual finalmente se logró después de pruebas y exámenes que se le hicieron.

 

Aseguró que esta captura fue producto de una operación que tardó varios meses y de una coordinación plena entre todas las instancias del gobierno Federal que concurrieron para que se lograra un exitoso resultado, ya que destacó que no hubo disparos en esta detención.

 

También reveló que el operativo tuvo durante el último mes sus “momentos más definitivos” y dijo que el día 17 de febrero fueron localizados algunos domicilios en los que el narcotraficante acostumbraba a estar y que se dificultó la captura en algunas ocasiones porque esas casas, por lo menos 7, estaban comunicadas con túneles por los que escapaba en los momentos en que las autoridades se aproximaban.

 

Explicó que esto sucedía porque las puertas estaban reforzadas con acero y durante los minutos que tomaban para abrirlas, el capo las aprovechaba para escapar, utilizando inclusive el drenaje de la ciudad, que también estaba conectado con los túneles.

 

Hizo saber que en algunas ocasiones tuvieron la oportunidad de sorprenderlo, sin embargo dijo que la prudencia y el sentido común hizo que evitaran esta detención en lugares donde podrían haber salido ciudadanos afectados, por lo que se esperó el mejor momento, que se dio justamente esta mañana en que elementos de la Secretaría de la Marina lograron detenerlo sin hacer ningún disparo.

 

El Procurador no dio datos específicos del sitio donde Guzmán Loera fue detenido, aunque sí dijo que la captura ocurrió a las 6:40 horas y que esta detención corresponde al objetivo número 75 que el gobierno federal mexicano se fijó, ya que previamente se cumplieron otros 74 operativos que se marcaron como meta. No obstante eso aseguró que continuarán trabajando en todo el país para poder consolidar el esfuerzo requerido a fin de brindar la seguridad y la paz que los mexicanos están esperando.

 

Anunció que junto con el Chapo Guzmán fueron detenidas otras 13 personas y que lograron decomisar: 97 armas largas, dos lanzagranadas, un cohete de fragmentación, 43 vehículos blindados, 16 casas y cuatro ranchos.

 

La detención del Chapo se dio, según se dijo en un conjunto residencial denominado Miramar, que es una zona exclusiva de Mazatlán Sinaloa, ciudad donde por cierto murió hace varios años el capo Ramón Arellano Félix, al tratar de enfrentarse a un policía de esa ciudad.

 

 La captura del hombre “más buscado” durante los últimos años se conoció primero por información filtrada a medios estadounidenses y después fue confirmada de manera extraoficial por autoridades mexicanas, por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa y por el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. El gobierno de Estados Unidos ofrecía 5 millones de dólares por información que llevara a la captura del narcotraficante, que logró evadirse del penal de “Puente Grande” Jalisco, en el gobierno del panista Vicente Fox Quesada.

 

Archienemigo de los Arellano

El Chapo Guzmán fue para los hermanos Arellano Félix su “archienemigo” y con éste y sus grupos criminales se enfrentaron prácticamente durante toda su existencia.

 

En 1992, el 8 de noviembre, la discoteca “Christine” de Puerto Vallarta Jalisco fue escenario de un cruento enfrentamiento entre estos grupos, cuando según se dijo Joaquín “el Chapo” Guzmán, pretendió asesinar a Ramón Arellano Félix y a otro de sus hermanos, quienes se encontraban disfrutando en ese sitio.

 

Oportunamente los escoltas de los narcotraficantes lograron sacar a éstos del sitio de la confrontación, por lo que salvaron la vida, aunque murieron varios de los sicarios. Entre las pertenencias de los muertos se encontraron algunas credenciales expedidas por la Procuraduría General de justicia del Estado de Baja California, que en ese entonces gobernaba por primera vez el Partido de Acción Nacional a través del ahora Senador de la República Ernesto Ruffo Appel.

 

El siguiente año, o sea en mayo de 1993 se dio una mortal emboscada en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Guadalajara Jalisco, donde fue asesinado a mansalva el entonces cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quien antes de eso fue Obispo de la ciudad de Tijuana. Entonces se dijo que fueron los sicarios de los hermanos Arellano Félix, que se encontraban en aquel lugar, quienes lo mataron tras haberlo “confundido” con Joaquín Guzmán Loera.

 

Trascendió que dos de los Arellano Félix estaban en ese lugar y lograron escapar abordando un avión con destino esta frontera, a la que llegaron sin ningún problema. Al tiempo y acusados de haber asesinado al Cardenal, solicitaron y lograron una entrevista con el entonces Nuncio Apostólico del Vaticano en México, Girolamo Prigione, para asegurarle que ellos no dispararon en contra del prelado.

A esa cita la Nunciatura fueron llevados y acompañados por el ahora finado sacerdote tijuanense Gerardo Montaño, quien siempre alegó que lo hizo a petición de los narcotraficantes, porque se sintió amenazado. En su momento el Procurador Jorge Carpizo, aceptó haber tenido conocimiento de esa entrevista y haber participado sin ordenar su captura, ya que alegó temer que se diera una masacre en ese sitio.

 

Después de eso, el 10 de junio de ese mismo año el Procurador General Carpizo McGregor confirmó la detención del Chapo, lo cual de igual forma trascendió antes por parte de medios internacionales. Un día previo fue capturado en el puente internacional del Talismán, sobre el Rio Suchiate, en Guatemala y con él fueron detenidos: Martín Moreno Valdés, Manuel Castro Meza, Baldemar Escobar Barraza, María del Rocío del Villar Becerra y Antonio Mendoza Cruz.

 

El Chapo fue llevado primero al penal de Almoloya de Juárez y posteriormente se le recluyó en el penal de Puente Grande Jalisco, de donde escapó el 19 de enero de 2001 en medio de rumores de que habría sido favorecido por el gobierno panista, algo que marcó al gobierno de Vicente Fox. Felipe Calderón no pudo capturar durante su sexenio este capo.

 

Después de eso el Chapo logró recomponer su imperio y avanzar en algunas “plazas” como en Baja California, donde consiguió arrebatarle a los Arellano Félix la zona de Mexicali, aunque sus “células” se han estado moviendo por todo el territorio de esta entidad, donde sus integrantes actualmente se encuentran enfrascados en un violento enfrentamiento.