*.- El muerto era instructor de pesas del CREA y los asesinos “guardias de seguridad”

12:15 HRS.- TIJUANA BC 13 DE ENERO DE 2013 (AFN).- Tres individuos que trabajaban como guardias de seguridad de un “antro” de la calle Sexta del centro de la ciudad, mataron este mediodía a un individuo que les gritó: "¡Arriba el de Tijuana!” cuando éstos a su vez coreaban: "¡Arriba el Barrio!".

Según información proporcionada por las autoridades, los asesinos concluyeron sus actividades en el centro nocturno “La Ferretería” de la calle Sexta, y se dirigieron a beber en el bar “Black Bull” de la calle Ocho, en donde se emborracharon y mataron a su víctima, cuando todos salían del lugar alrededor del mediodía.

El ahora occiso, identificado como Carlo Arturo Ochoa, de 28 años, era instructor de pesas de la unidad deportiva CREA; y los asesinos, antes de trabajar aquí, fueron deportados de Estados Unidos, donde uno de ellos tiene antecedentes penales por robo con violencia. A otro se le encontró con una pistola calibre .45 y los tres exhibían tatuajes.

Fueron identificados como Nicolás Uriel Solórzano Martínez, Rodolfo Becerra Cortinas y José de Jesús Leal Gallardo, de 27, 39 y 33 años de edad, respectivamente.

El ataque se reportó cerca de las 12:00 horas este domingo en la calle Octava entre las avenidas Constitución y Revolución, afuera del bar que también ofrece servicio de masaje. La zona fue acordonada mientras agentes periciales trabajaban en el levantamiento del cuerpo y de pruebas para las investigaciones.

El cuerpo del fallecido quedó en la banqueta, y corresponde a un hombre que tenía aproximadamente entre 35 y 40 años, de complexión robusta. Recibió cinco impactos de arma de fuego en la espalda.

Les decía que los "levantaría"

Alrededor de las 12:00 horas de este domingo, la Policía Municipal recibió el reporte de una riña y detonaciones en la Zona Centro, en la calle citada y minutos después arrestó a los tres hombres que presuntamente participaron en el homicidio del cliente de los masajes y bar.

Tras la agresión, los individuos huyeron en una camioneta blanca, pero a unas calles fueron aprehendidos por los uniformados preventivos adscritos a la Zona Centro, quienes les decomisaron el arma usada en el atentado.

Según el reporte de la Policía Municipal, las indagaciones preliminares revelaron que los cuatro individuos mencionados estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes en el citado bar, y que Ochoa estuvo buen rato molestando al grupo que integraban Solórzano, Becerra y Leal, quienes laboran como guardias en el bar.

Les decía que era jefe de un grupo delictivo y que planeaba "levantarlos" y desaparecerlos; y hartos de las bravatas estos idearon darle un escarmiento definitivo, señala el reporte policiaco.

Poco antes del mediodía salieron los tres, abordaron una vagoneta Ford Windstar 2003 gris, con placas 6SEN147 del Estado de California, y aguardaron a que apareciera Carlo Arturo, lo que ocurrió minutos después de las 12:00 horas; y cuando éste caminaba frente al bar, Nicolás Uriel se le acercó y le hizo varios disparos a quemarropa, que le causaron la muerte en forma inmediata.

Al ver caer a la víctima, el agresor y sus amigos intentaron escapar, pero en unos instantes cayeron sobre ellos oficiales que hacían un recorrido de vigilancia por ese sector; después recuperaron el arma de fuego que los supuestos homicidas ocultaron bajo la tapicería cercana a la puerta corrediza del costado izquierdo.

Como Solórzano Martínez colaboraba como instructor de fisicoculturismo en la Unidad Deportiva CREA, por esa razón colocó a su vehículo un logotipo de esa institución, aunque se informó que es de su propiedad, no oficial.

Los detenidos y el arma de fuego quedaron a disposición de las autoridades judiciales que proseguirán las pesquisas.