* Una respuesta espiritual a los fluctuantes consejos de salud

¿Cómo podemos determinar qué es bueno o perjudicial para nuestra salud? 

MEXICO DF 22 DE MARZO DE 2016 (ComPubMex).- Parece difícil hallar respuestas cuando nos encontramos en una corriente donde la información cambia constantemente y nos vemos en la tarea de analizarla. Ahora, un nuevo concepto dice que lo que importa no es cómo comes, te ejercitas o trabajas, ¡es la forma cómo piensas al hacerlo lo que realmente hace la diferencia!

Por supuesto, todo lo que necesitas es sentido común, ¿verdad?

No es así de simple. 

Veamos qué nos dice el sentido común sobre el estrés, por ejemplo. Se da por sentado que el estrés es perjudicial para la salud, el cual desarrolla enfermedades dentro del cuerpo, mientras que la alegría y la felicidad desarrollan condiciones saludables para el cuerpo. Pero un estudio sobre el estrés en 30 000 personas, realizado a lo largo de ocho años, descartó este concepto. La investigadora principal, la Dra. Kelly McGonigal, ahora cree que el estrés puede ser bueno para la salud, pero para lograr este resultado beneficioso, hay que hacerse “amigo” del estrés.

Tomar este enfoque contradictorio le permite a la persona ser más sociable y tener un sistema de apoyo social más amplio, en lugar de tratar de luchar contra el estrés y vivir con reacciones negativas, según McGonigal.

Parece confuso, ¿verdad? Parece contradecir todo lo que sabemos del estrés. ¿O es una señal de progreso que nos muestra que la percepción que tenemos sobre la salud es la clave para nuestro bienestar y, por lo tanto, nos dirige hacia un nuevo entendimiento?

Sin duda, alguien que estudió a fondo la naturaleza mental de la salud y su cuidado, reconoció esa correlación. Mary Baker Eddy escribió sobre el poder del pensamiento en el cuerpo en el siglo XIX.

“Mantén tu pensamiento firmemente en lo perdurable, lo bueno y lo verdadero, y los traerás a tu experiencia en la proporción en que ocupen tus pensamientos”, dijo.
        
Sin embargo, esto no se trataba sobre pensamiento positivo. Para Eddy, “lo perdurable, lo bueno y lo verdadero”, en ese entonces, hacía referencia a ver la vida desde un punto de vista más espiritual, a un entendimiento de que la espiritualidad no es solo una parte de lo que realmente somos, sino un todo. Ella mencionaba a Dios, el Amor divino, como el sanador que “…inspira, ilumina, designa y va adelante en el camino”. Muchos han encontrado que confiar en la guía divina puede convertirse en la base de un pensamiento imperante en una nueva y sana dirección.
                                   
La idea de que el estrés no es bueno ni malo, pero que puede ser cualquiera, dependiendo de cómo sea percibido, significa que las situaciones estresantes también pueden ser momentos de alegría y coraje. Un ejemplo poderoso de esto aparece en Invencible, donde Louis Zamperini compitió en los Juegos Olímpicos, sobrevivió a la tortura como prisionero de guerra, superó lo que ahora llamamos TEPT (trastorno por estrés postraumático) y finalmente perdonó a su captor cruel. Este ejemplo muestra cómo, con el espíritu y mentalidad correctos, no solo se obtienen increíbles logros, sino que mejora la salud.

Desde mi propia experiencia, he visto cómo el pensamiento es la influencia más poderosa sobre la salud. Así que, cuando los predominantes consejos de salud del día parezcan algo volubles, tenemos otra opción: podemos espiritualizar nuestro pensamiento y encontrar la salud.

Don Ingwerson

Don vive en Laguna Beach con su esposa y ambos practican la Ciencia Cristiana. Lleva años escribiendo sobre salud y espiritualidad como Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana. Síguelo en Twitter @SCalCS