Candidato al Senado por el Partido Revolucionario Institucional
 

Alejandro Arregui nació en Ensenada. Es el menor de cuatro hermanos. Su papá, don Miguel Arregui, fue optometrista, y su mamá, la señora Alma Ibarra, le demostraron que en esta tierra se puede soñar en grande y trabajando duro, esos sueños se pueden hacer realidad.

Desde niño, le gustaba trabajar en el negocio familiar, la óptica Arregui, donde el principal requisito que le pusieron sus padres era también echarle ganas a la escuela. 

Siempre fue buen estudiante. Decidió salir de la ciudad donde nació, para comenzar sus estudios Derecho en la UABC, en la ciudad de Tijuana. 

Vivir lejos de casa, representaba un doble gasto para sus padres, por lo que decidió trabajar y estudiar al mismo tiempo, para contribuir a la carga económica que esto generaba. 

Al terminar su carrera, ya con experiencia y motivado por las enseñanzas de sus padres, emprendió su propio despacho de abogados. 

Su pequeño negocio empezó a crecer, hasta que logró consolidarlo. Fue ahí, cuando surgió la oportunidad para dejar de hacer lo que le gusta y empezar a hacer lo que le apasiona: el servicio público y la política. 

Así entró a trabajar al Infonavit, para ayudar a las familias mexicanas y bajacalifornianas a tener su propio patrimonio. 

En sus recorridos como delegado vio que Baja California tenía un gran potencial de desarrollo que no era aprovechado. Esto hizo que Alejandro decidiera dejar de ser espectador, para convertirse en protagonista, dio un paso hacia delante y se registró como candidato a diputado local. 

Puso en práctica lo que la vida le había enseñado: no importa el tamaño del reto, con pasión y decisión se pueden lograr resultados. Después de una intensa campaña, fue elegido como diputado gracias a la confianza de miles de ciudadanos. 

En el Congreso, Alejandro encontró un nuevo reto, fue elegido como coordinador de su bancada y desempeñó su responsabilidad como buen mediador. Su primera acción como diputado, fue combatir la corrupción al eliminar el fuero a los políticos en Baja California. Ahora, gracias a eso, cualquier político puede ser procesado por cometer un delito. En Baja California, políticos y ciudadanos ya son iguales ante la ley.  

Alejandro ha abanderado también el combate contra la inseguridad. Como diputado se opuso a que los delincuentes que roben una casa o carro, o que cometan un delito con un arma de fuego, salgan libres, y presentó una iniciativa para que se queden en la cárcel. 

Hoy, Alejandro tiene un nuevo reto: quiere ser senador por Baja California para hacer que las cosas buenas sucedan. Está convencido que se puede ayudar a mucha gente que está soñando en grande y trabajando duro para alcanzar sus sueños. Y sobre todo, sabe, como muchos ciudadanos, que es momento de redefinir el rumbo de Baja California.