POR: YERSON MARTÍNEZ MIRAMÓN

MEXICALI BC  28 DE MAYO DE 2021 (AFN).- Carlos Jiménez Ruiz, quien regresó a su despacho como dirigente estatal del PRI en Baja California, coincidió con la secretaria general, Guadalupe Gutiérrez Fregoso -en las instalaciones del tricolor- y ambos decidieron guardar silencio ante reporteros, tras las declaraciones realizadas ayer: el primero, a favor de votar por Jorge Hank Rhon del PES, y la segunda por Lupita Jones de la alianza Va por BC.

Ante un llamado recibido, en el sentido de que Carlos Jiménez acudiría a retomar sus actividades dentro de las instalaciones del PRI estatal, con sede en Mexicali, ambos se reunieron a puerta cerrada en las oficinas de presidencia.

Al salir, ofrecieron una breve atención a medios de comunicación, en la que, las primeras frases fueron de Guadalupe Gutiérrez quien dijo: “estamos trabajando todos juntos”, seguidas por una frase de Carlos Jiménez: “no hagamos una nota de escándalo”.

El dirigente del PRI fue cuestionado si seguía firme en su postura después de veinticuatro hora de pronunciarse a favor de “voto cruzado” en favor del candidato a la gubernatura del PES, Jorge Hank Rhon, a lo que dijo que “ya me pronuncié el día de ayer, no voy a emitir comentario alguno”.

Se presentó como dirigente o presidente estatal del PRI y que asumiría las consecuencias que el PRI nacional determine en contra de su persona.

“No nos vamos a prestar para peleas, ni escándalos mediáticos, no hay nada qué preguntar, ya me manifesté el día de hoy, ayer fijé mi postura”, puntualizó.

Se le reiteró la pregunta de con quién trabaja, si era por Hank o Jones, y repitió que “ya me manifesté ayer”.

Por su parte Guadalupe Gutiérrez Fregoso dijo que nada había cambiado en el partido y que deberían de esperar al 6 de junio.

“Lo que tenía que decir, ya lo dije, soy la primera sorprendida de lo de ayer, como priista no deja uno sentir qué pasó con mi presidente, pero en corto, dijo que tiene sus motivaciones y asume sus responsabilidades, que el CEN decida y el tema está en justicia partidaria”, declaró.

Posteriormente se retiró, dejando solo en la atención a medios a Carlos Jiménez, y se fue con un evidente rostro molesto y con la mirada al suelo, hasta llegar a la oficina de la secretaría general del PRI donde cerraron las puertas.

Carlos Jiménez por su parte estuvo rodeado de sus principales colaboradores, algunos en su celulares portaban calcomanías con la palabra Hank; luego se retiró a la oficina de presidencia del PRI.