*.- El intercambio de servicios entre IMSS, Issste y la Secretaría de Salud (Ssa) arrancó ya en nueve estados.

CIUDAD DE MÉXICO 14 DE ABRIL DE 2017 (El Vigia).- José Meljem, subsecretario de Integración y Desarrollo de la Ssa, detalló que los servicios compartidos van desde análisis clínicos e imagenología hasta cirugías.

El intercambio, remarcó, se realiza de acuerdo con las posibilidades en cada uno de los Estados.

"Tiene que ver absolutamente con las capacidades de la institución. Si en algún momento se saturan los servicios, la institución dice: ‘Yo ya no puedo’, y se modifican los anexos de los convenios”, explicó en entrevista.
Indicó que las entidades que tienen suscritos convenios son Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco y Yucatán.

Hasta ahora participan mil 73 unidades médicas y el promedio de intervenciones con potencial de intercambio por entidad federativa es de 118.

El subsecretario aclaró que el intercambio de servicios entre instituciones no significa universalización.

"Aunque diga universalización (el Acuerdo Nacional hacia la Universalización de los Servicios de Salud) el tema es intercambio de servicios. Hay quien podría calificarlo de un paso (hacia la universalización), pero ese es otro tema”, comentó.

"Hay quien entiende que la universalización tiene que ver con unificar a las tres instituciones, eso no es viable en este momento”.

Reformas

José Ignacio Campillo, director de Funsalud, lamentó que los recortes al presupuesto frenaran la universalización del sector y el fortalecimiento de la atención de primer nivel.

Advirtió que los costos económicos, políticos y sociales de retrasar el replanteamiento de los servicios de salud en México son altos y pueden desequilibrar al país.

"Si no tomamos las medidas de fondo vamos a acabar gastando, como hasta ahora, nuestro presupuesto en curar moribundos”, advirtió.

Con el intercambio de servicios que inició en algunos estados, consideró, se están dando los primeros pasos, pero, subrayó, no es suficiente.

Para Campillo, faltan diversas reformas, incluyendo las presupuestarias, entre cuyos elementos estaría destinar a salud lo que se recauda con el impuesto especial a bebidas azucaradas.

"En el primer año se recolectaron 21, 22 mil millones de pesos. El año pasado 23, 24 mil millones de pesos. Se ha convertido en un producto fiscal muy atractivo y fácil de cobrar, pero ni un solo peso se ha ido al sector salud”, reprochó.

"Lo mismo ha sucedido con el impuesto al alcohol y al tabaco; los tres impuestos especiales suman más de 120 mil millones de pesos que no van al sector salud, al contrario tuvo reducciones”.