CIUDAD DE MÉXICO 17 DE ENERO DE 2017 (La Silla Rota).- Ante el malestar social detonado por el gasolinazo y la crisis económica del país, el director general de Integralia Consultores, Luis Carlos Ugalde, propuso reducir el financiamiento de los partidos políticos y ahorrar más de mil 500 millones de pesos.

Para actividades ordinarias, los partidos políticos del país tienen presupuestado para 2017 un total 3 mil 940 millones de pesos, cantidad que ha ido aumentado cada año.

En ese sentido, el ex titular del extinto Instituto Federal Electoral (IFE) propuso cinco medidas para reducir el financiamiento de los partidos políticos, quienes --desde su visión-- se han convertido en agencias de colocación y en instrumentos burocráticos con millonarios recursos públicos.

Además, consideró indispensable iniciar con la discusión para ir a una nueva “reforma electoral base cero” para reducir el confort de los partidos políticos y financiarlos conforme a sus logros.

“Los partidos se han vuelto adictos al dinero público y —salvo el Partido Verde— han creado burocracias abundantes y cadenas de operadores que requieren fondos para existir”.

“Algunos partidos que otrora eran mecanismos de lucha o de denuncia de la corrupción del gobierno, se han burocratizado y viven ahora del confort del presupuesto”, dijo.

Ante esta situación, la primera medida propuesta por Luis Carlos Ugalde fue la de cambiar la fórmula del financiamiento para actividades ordinarias de los partidos políticos.

Explicó que en la reforma electoral de 2013 se estableció que el monto total se obtendría al multiplicar el 65 por ciento del salario mínimo por el número de inscritos en el padrón electoral.
En ese sentido, propuso bajar es porcentaje, por ejemplo, a 50 o 40 por ciento. Si en 2017, la bolsa para partidos políticos es de 3 mil 940 millones de pesos, con un factor de 40 por ciento disminuiría a 2 mil 425 millones, por lo que se ahorrarían mil 515 millones de pesos.
 
Segunda medida
Esta segunda medida es alterna o complementaria a la primera sugerencia. En este caso, se trata de modificar la otra variable de la fórmula para el reparto de recursos públicos: el tamaño del padrón electoral.
Luis Carlos Ugalde explicó que el universo de votantes relevante es la lista nominal, compuesta por quienes efectivamente cuentan con credencial para votar (el padrón cuenta actualmente con poco más de 83 millones de ciudadanos, mientras que la lista nominal registra 81.8 millones).
Si se usará esta última, continúa Luis Carlos Ugalde, en lugar del padrón electoral en el cálculo para el reparto de recursos públicos, la reducción sería de 57.9 millones de pesos en 2017.
 
Última elección
La tercera medida propuesta es más compleja, pero igual de efectiva y se trata  de usar para el financiamiento de los de los institutos políticos, el número de votantes de la última elección en lugar del total de empadronados.

“Se argumenta que así se incentivaría que los partidos promuevan la participación electoral. En el esquema actual el abstencionismo no castiga a nadie puesto que los partidos reciben sumas crecientes de dinero año con año al margen del número de votantes que ejercen el sufragio”, reiteró.

Añadió que si se usara esta modalidad, según la votación total emitida en la elección federal de 2015 (39.87 millones de votos), el financiamiento a partidos nacionales en 2017 sería de mil 893 millones de pesos (en comparación con los 3 mil 940 millones actuales), eso es, una reducción de 2 mil 47 millones de pesos.

Sin embargo, afirmó que hay un riego en esta modalidad de reducción ante posibles movimientos anti-partidos que usarán el abstencionismo para quitarles dinero y de esa forma iniciar un círculo vicioso que acabara por debilitar al sistema de partidos.

Luis Carlos Ugalde consideró que la democracia requiere partidos fuertes, pero un mecanismo que aliente el “no votar” podría ser un arma letal para la democracia mexicana.

Una alternativa para disuadir el boicot sería usar una tasa ponderada de las últimas tres elecciones; otra, estimular premios en lugar de castigos, con tasas que vayan aumentado dependiendo de la labor de los partidos
 
Spots, cuarta salida

El director de Integralia también propuso reducir el financiamiento, en este caso en especie, que reciben los partidos es a través del tiempo aire gratuito para difundir propaganda mediante spots, pues su valor comercial representa decenas de miles de millones de pesos.

“Nada hay gratis bajo el sol y esos spots tienen un costo de oportunidad —con frecuencia los gobiernos tienen que desembolsar dinero para su propaganda institucional durante años electorales, porque casi todos los tiempos de Estado se ponen al servicio de los partidos—“.

“Reducir las asignaciones de tiempo aire ahorraría recursos públicos y dejaría de saturar a los televidentes de la oleada de promocionales que en ocasiones genera más antipatía que información útil para ejercer el voto”, insistió.

En ámbito local, Luis Carlos Ugalde también propuso reducir el financiamiento de los partidos en el ámbito estatal.

Con la reforma electoral de 2013, las entidades tuvieron que homologar sus leyes locales con la federal. Como en esta se estableció una nueva fórmula para calcular la bolsa (65 por ciento por el número de inscritos en el padrón electoral), las entidades cambiaron sus fórmulas  y ello significó —según una estimación de Integralia Consultores— un alza de 53 por ciento.

Para cambiar la fórmula en los estados hay dos caminos. Uno, que se reforme la Constitución federal y la Ley General de Partidos Políticos y se mandate a los estados replicar la nueva fórmula federal. Dos, que se deje en libertad a cada entidad para decidir su fórmula de financiamiento y así detonar una discusión local que implique responsabilidad política.

Desde una perspectiva técnica y operativa, Luis Carlos Ugalde dijo que es muy fácil reducir el financiamiento público de los partidos políticos: simplemente se cambia la fórmula establecida en la Constitución y se modifican las leyes secundarias.

A diferencia de otros objetivos de política pública, este es sencillo de implementar: basta con que el Instituto Nacional Electoral (INE) —con base en una nueva fórmula— cambie los montos de las ministraciones y reduzca las transferencias mensuales a los partidos.