MÉXICO 20 MAYO 2016 (LA SILLA ROTA).- La Iglesia católica y organizaciones civiles conservadoras, promotoras del fortalecimiento familiar, presionan a senadores y diputados panistas para que no aprueben el matrimonio entre personas del mismo sexo, como lo propuso el presidente Enrique Peña Nieto en las dos iniciativas que envió el martes pasado al Congreso de la Unión.

Las presiones van desde un simple rechazo a estas iniciativas a la advertencia de que avalar esta propuesta, que también permitiría que gays puedan adoptar hijos, sería el equivalente de poner en juego “todo el capital histórico y político” de Acción Nacional.

“Para el PAN este tema de los matrimonios gays será la madre de todas las batallas y ya nos están presionando grupos que son afines al PAN y a la iglesia”, explicó un senador blanquiazul.

Incluso, estas presiones en el Congreso comenzaron a manifestarse desde los primeros minutos que el presidente Peña Nieto, en un evento con la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT), anunció esta propuesta constitucional.

Como parte de esta estrategia para echar atrás esta propuesta presidencial, estas mismas organizaciones quieren responder con otras iniciativas que apuntalen el “valor” y la “importancia” de la familia tradicional mexicana.

De hecho, el Senado de la República ya cuenta con una iniciativa ciudadana que busca fortalecer el núcleo familiar, y que podría ser la base de la contrapropuesta que impulsen los que no quieren que los homosexuales se casen y adopten hijos en cualquier estado del país.

A finales de febrero, el Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia) entregó al Senado una iniciativa para reformar la Constitución, para que sea reconocido el matrimonio como una institución de interés público.

Con el respaldo de 205 mil firmas de ciudadanas, ConFamilia explicó que buscan garantías constitucionales para que se clarifiquen los derechos de la familia, del matrimonio y de los padres.

En aquel momento, el titular de ConFamilia, Juan Dabdoub Giacoman, explicó que la iniciativa entregada pretende “retomar el camino que tenían las familias mexicanas”.

En ese sentido, dijo que es necesario que el Estado mexicano asuma la responsabilidad y proteja --desde la Carta Marga—el concepto natural de la familia.

Sin simpatías

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) también ya reaccionó públicamente y consideró que pese a los criterios jurídicos internacionales que reconocen como un acto discriminatorio cualquier ley que impida a las parejas de personas del mismo sexo acceder al matrimonio civil, “no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia".

En un comunicado firmado por el Arzobispo de Guadalajara y presidente de la CEM,  José Francisco Robles Ortega, se reconoció la actitud de Peña Nieto de promover la protección de los derechos de todos, pero usando citas bíblicas y con expresiones del Papa Francisco rechazaron esta su propuesta y pidieron “estudiar a fondo todas las consecuencias que conllevan” estas iniciativas.

Sin postura

Ante las peticiones de dar machar atrás a la propuesta presidencial, diputados y senadores panistas aseguraron que aún no tienen una postura oficial sobre este tema que tendrá que discutirse en el Congreso.

Explicaron que inevitablemente tendrán que escuchar todas las voces internas del panismo y de los grupos afines de derecha afines a los postulados de Acción Nacional.

Ante este escenario, un diputado federal panista consultado dijo en tono irónico: “esta discusión sobre los matrimonios igualitarios equivaldrá a reeditar la guerra cristera”.