MÉXICO DF 1 DE MARZO 2016 (La Silla Rota).- Fosas clandestinas, enfrentamientos, ajustes de cuentas y ejecuciones de servidores públicos, es lo que se ha vivido en los tres últimos años en el municipio de Tlaquepaque, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) mantiene su hegemonía sin que las autoridades estatales y federales puedan detener su operación.

En marzo de 2014, inició la investigación sobre presuntos vínculos de la policía de Tlaquepaque con el CJNG, hace tres días el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, dejó ver que el asesinato de tres elementos de la corporación municipal podría tener su origen en la infiltración de ese grupo criminal a la estructura de seguridad local.

Tlaquepaque fue el escenario donde en noviembre de 2015 donde fue detenido Iván Cazarín Molina o Hugo Delgado Rentería “El Tanque”, el número dos en la estructura del CJNG que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”.

Este municipio está situado en la zona metropolitana y en la ruta del pacífico a los estados de Zacatecas y Aguascalientes, territorios que disputa el CJNG a Los Caballeros Templarios.

Infiltración de la policía municipal

El 4 de marzo de 2014, se tuvo la primera noticia del posible vínculo de la policía municipal de Tlaquepaque con el CJNG.

Ese día en Zapopan fueron detenidos tres personas en la colonia Prados Vallarta, quienes pretendían consumar un secuestro.

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que entre las personas aseguradas se encontraba un policía en activo de Tlaquepaque, quien confesó la alianza entre la corporación municipal y el CJNG, por lo que se iniciaría una indagatoria. 

Sin embargo, el asunto fue archivado y no hubo avances en la investigación.

El CJNG reclutaba a ex policías de Tlaquepaque, quienes conocían los movimientos de la corporación.

La captura del líder del CJNG, Erick Valencia Salazar “El 85”, y de su lugarteniente, Otoniel Mendoza “Tony Montana”, lo que detonó enfrentamientos, bloqueos de vialidades e incendios de vehículos en la zona conurbada el 9 de marzo de 2012.

Tras los incidentes fueron detenidas 16 personas, entre ellas Juan Antonio Dávila Palacios, un ex policía municipal de Tlaquepaque que declaró que los narcobloqueos fueron ordenados por “El 15” para desquitarse por la captura de "El 85".

Dávila Palacios afirmó que conoció a "El 15" por un ex compañero de la policía de Tlaquepaque; y que el CJNG le pagaba al ex oficial 4 mil pesos de sueldo quincenal.

Casi dos años después, el 24 de febrero de 2016, en la avenida Revolución esquina con República de Guatemala en la colonia San Pedro fueron ejecutados a balazos tres elementos de la Policía de Tlaquepaque: Francisco Alejo Rodríguez, supervisor de la corporación –el tercero en la línea de mando-; Daniel Río Chávez y Jesús Hernández Centeno, sus escoltas.

El comisario de seguridad de Tlaquepaque, Martín Maldonado Juárez, y el director operativo, Gregorio Martínez, renunciaron al día siguiente, quienes argumentaron “razones de seguridad personal”. La policía municipal se quedó acéfala por unas horas.

La alcaldesa del Tlaquepaque, María Elena Limón, designó a Camilo González Lara como nuevo Comisario de Seguridad. Este servidor público antes fue el titular de la policía de Guadalajara.

 El gobernador de Jalisco, dejó entrever en un mensaje que en la ejecución de los tres elementos de Tlaquepaque estaba la mano del crimen organizado, del CJNG.
“
Desde hace casi tres años que llegamos al gobierno, incluso poco antes, desde la etapa de transición, se detectó con claridad que en materia de seguridad el punto más vulnerable de Jalisco era la infiltración del crimen organizado en las instituciones de seguridad”, señaló Aristóteles Sandoval, el 25 de febrero de 2016.

El mandatario estatal aseguró que el proceso de depuración en todas las corporaciones, municipal e incluso federal, es continuo e inacabado, y que las instituciones policiacas con mayor número de elementos es más complejo aún, es decir, que en tres años no han podido romper las presuntas relaciones entre las policías municipales y el CJNG.

“El tema sigue latente, ayer la muestra (la ejecución de tres policías de Tlaquepaque). La estrategia del gobierno ha sido muy clara, desde el primer día cerrarle la puerta con contundencia a cualquier puente de comunicación o cualquier tipo de negociación con el crimen organizado, impulsar un mando unificado con respeto a la autonomía de los municipios, un protocolo de coordinación permanente con el Gabinete de Seguridad Nacional, información veraz a la opinión pública, aunque en lo local, en lo nacional, sin importar si ésta favorece o no favorece al gobierno, nosotros creemos que la información favorece a las personas, exámenes de confianza rigurosos y constantes”, explicó.

Agregó que “esta afrenta en los lamentables hechos del día de ayer obligan a que sigamos redoblando esfuerzos en todos los sentidos… estaremos mejorando nuestros procesos y reconociendo por supuesto que es un problema no de hoy, es un problema que se viene infiltrando a través de muchos años…”.

La infiltración de las policías en Jalisco se mantiene a pesar de los esfuerzos estatales y municipales.

Municipio entre balas del CJNG

El jueves 27 de diciembre de 2012, en el predio conocido como "El Cerrito", en San Martín de Las Flores de Abajo, en Tlaquepaque, se encontró una fosa clandestina con los restos de una persona del sexo masculino.

No serían la única noticia de fosas clandestinas. Los primeros días de marzo de 2014, se localizó una fosa en el Cerro del Gato, en un predio entre los límites de Tonalá y Tlaquepaque, con restos humanos de seis personas.

Este antecedente fue pasado por alto, y un año después, el 14 febrero de 2015, fueron encontrados cuatro cadáveres, dos de ellos menores de edad en el Camino al Arroyo de Enmedio al Cerro del Gato, en la colonia Potrero del Gato del municipio de Tlaquepaque. Se estableció como línea de investigación un ritual de “santería”.

El 16 de febrero de 2016, otro cuerpo fue localizado en el Cerro del Gato. En dos años, se han encontrado 16 cadáveres en ese lugar.

Las detenciones de miembros del CJNG eran mínimas. En julio de 2012, fueron detenidos tres integrantes de una célula de esa organización criminal, presuntos narcomenudistas, en la colonia Guadalupana. Otros dos serían detenidos en septiembre de ese año sería asegurados otros dos en la colonia Colonial Tlaquepaque.

El CJNG se ha hecho visible en Tlaquepaque a través de ejecuciones. En mayo de 2015, fueron encontrados los cuerpos de tres personas en el cruce de Camino a la Patria y Periférico Sur, en la colonia Álvaro Obregón. Tenían cubierta la cabeza con una bolsa de plástico, y con un mensaje en una cartulina firmado por el CJNG.

Tlaquepaque tampoco fue ajeno a los asesinatos políticos. El sábado 28 de marzo de 2015, en una finca cercana a la carretera a San Martín, en el cruce con Santa Cecilia, en la colonia San Martín de las Flores de Arriba, fue ejecutado Feliciano García Fierros, regidor priista de Tlaquepaque. En ese atentado resultó lesionado su hijo Alejandro García Flores.

Un mes después, el 27 de abril de 2015, Alejandro García Flores, fue acribillado en la colonia Lomas de Tlaquepaque.

De acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2015 en Tlaquepaque se perpetraron 58 asesinatos dolosos; en enero de 2016 se contabilizaron 7 asesinatos en el municipio.

A estos crímenes se le suma el ataque armado contra tres policías municipales el 24 de febrero de 2016.

Este municipio, era el refugio de Iván Cazarín Molina o Hugo Delgado Rentería “El Tanque”, identificado como el número dos en la estructura del CJNG.

Fue detenido el 18 de noviembre de 2015, cuando se encontraba en unas canchas de futbol ubicadas en la colonia Haciendas de La Candelaria en Tlajomulco. “El Tanque” fungía como coordinador de células del Cartel de Jalisco Nueva Generación.

A “El Tanque” se le relaciona con el ataque a un helicóptero de las Fuerzas Armadas, perpetrado el 1 de mayo de 2015 en Villa Purificación, Jalisco, y sobre él pesan al menos siete averiguaciones previas federales por homicidio, narcotráfico y secuestro. Era uno de los objetivos prioritarios del Operativo Jalisco implementado por el gobierno federal.

El Cártel Jalisco Nueva Generación mantiene su hegemonía en Tlaquepaque y en todo Jalisco, incluso el fiscal Luis Carlos Nájera, dijo que en Jalisco no existe presencia de grupos criminales contrarios al CJNG como los Caballeros Templarios o Los Zetas.

El municipio de Tlaquepaque es estratégico para el CJNG, ya que está en la ruta del pacifico a Zacatecas y Aguascalientes, donde este grupo delictivo busca penetrar, y además permite la movilidad en la zona conurbada.