MÉXICO DF 17 DE OCTUBRE DE 2015 (LA SILLA ROTA).- Para 8 de cada 10 madres mexicanas, el futuro de sus hijos les brindará mejores oportunidades, nivel de optimismo que comparten las mamás de China y Rusia, indica el estudio La mamá Millenial: Deseos e ilusiones para el desarrollo infantil, la investigación prenatal más grande que Fisher-Price ha realizado.

Del total, 50% de la encuestadas eran madres prenatales, la otra mitad eran madres primerizas de un solo niño de 0-18 meses. Las entrevistas fueron en línea y personales en Brasil, China, Estados Unidos, Francia, México, Reino Unido y Rusia. 

¿Qué hace que las mamás se sientan optimistas acerca de la crianza de sus bebés?

El acceso a la educación es la respuesta número uno en todos los países, incluso por encima de consideraciones como la seguridad en su comunidad; el agua potable; el acceso a cuidados de salud asequibles; y lo que verbalizaron como "mi capacidad de ofrecer."

Mamá, ¿el primer experto en desarrollo?

En todos los países hay coincidencia en que "la relación de los padres con el bebé es el fundamental para un desarrollo saludable". En China y Brasil se da más valor a la idea: "Mis hijos pueden aprender más a través de las interacciones conmigo".

Dejar que los niños sean niños

La mitad de las madres encuestadas consideró importante impulsar a los niños a alcanzar su máximo potencial, y para que sus hijos avancen rápido y por delante de los demás. Esto fue especialmente evidente en Brasil y México, seguido por China.

Independientemente de sus percepciones sobre la crianza, casi todas las mamás encuestadas coincidieron en que lo más importante en un correcto desarrollo infantil es "que los niños sean niños".

Poder del juego

El estudio reveló que las madres están muy comprometidas en el juego con su hijo. De hecho, una de las actitudes de crianza de mayor calificación fue "El juego es la forma en que los niños aprenden de forma natural".

La mamá Millenial comparte deseos e ilusiones para el desarrollo infantil; la encuesta se realizó durante cuatro semanas, entre febrero y marzo de 2015, a través de diversos grupos socioeconómicos.  Involucró a más de 3,500 madres de entre 21-40 años.