MÉXICO DF 4 DE OCTUBRE DE 2015 (Agencia).- Acorde a declaraciones del máximo líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias Salgado, El Chino, el exalcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, eran los cerebros financieros de la organización criminal, Abarca controlaba la mitad de los municipios que conformaban la región norte del estado.
Abarca Velázquez tenía comprados a los alcaldes de seis municipios colindantes con el Estado de México y Morelos pues las zonas eran clave para las operaciones de trasiego de droga y una de las rutas de escape de los operativos de las Fuerzas Armadas.
Sidronio Casarrubias, en la declaración que se encuentra en la averiguación previa que tiene abierta la PGR por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, señala que Abarca Velázquez utilizaba el dinero de las arcas de Iguala para financiar a los directores de las policías y a los presidentes municipales de Taxco, Cocula, Buena Vista de Cuéllar, Tepecoacuilco, Huitzuco y Teloloapan; aunque estos dos últimos “voltearon bandera”.
En la versión pública del expediente, se detalla que el exalcalde de Iguala era propietario de un inmueble que tenía una cisterna en la que guardaba tambos con 7 millones de dólares, centenarios y joyas.
En julio de 2014 Sidronio Casarrubias asume el control de Guerreros Unidos, y se dedicó a cobrar a los deudores de su hermano Mario, El Sapo, el fundador de la organización. En la investigación no se incluyen los nombres de los ediles que presuntamente eran cómplices de Abarca y su esposa, pero la PGR confirmó a partir de los datos proporcionados que existe una línea para investigar la participación de algunos ex funcionarios guerrerenses.
El exalcalde de Iguala formó un escudo con apoyo de los policías municipales de la región norte de Guerrero para contener la entrada de Los Caballeros Templarios, la Familia Michoacana y a Los Rojos, al mando de Santiago Mazarí Hernández El Carrete.
Así mismo, María de los Ángeles Pineda, esposa de abarca, era la principal operadora de actividades delictivas orquestadas desde la presidencia municipal en complicidad con Guerreros Unidos, según la declaración de algunos detenidos.
El máximo líder de la organización indicó que El Gil, visitaba con frecuencia a José Luis Abarca en la alcaldía para cerrar tratos y estrategias de sus operaciones criminales. Casarrubias está recluido en el penal de El Altiplano por delincuencia organizada y portación de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
