MÉXICO DF 3 DE AGOSTO DE 2015 (Kaleydoscopio).- El lavado de dinero es un azote para Latinoamérica, sobre todo porque es parte del narcotráfico, que representa 7% del PIB (Producto Interno Bruto) de la zona, es decir unos 400 mil millones de dólares al año y causa graves problemas a la economía de los países de América Latina.
Carlos Garcia-Pavia, director de Soluciones, Prevención de Lavado de Dinero de Lexis Nexis Risk Solutions, comenta:
“Los bancos han sido severamente castigados por la regulaciones para combatir estos delitos financieros, algunos han sido penalizados con hasta 9,000 millones de dólares en multas por las violaciones a las leyes de secreto bancario.
“Para prevenir el lavado de dinero, la corrupción y el fraude es vital tener acceso a la información y transparencia para el adecuado conocimiento de clientes, proveedores, socios comerciales y en general cualquier entidad con quien se establece una relación de negocio para saber quién está detrás de estas relaciones.
“La falta de disponibilidad y acceso a información digital en Latinoamérica dificultan significativamente la tarea de investigar adecuadamente a las personas y empresas que diariamente operan en las instituciones financieras.”
Existen diferentes factores que permiten que el lavado de dinero siga creciendo en Latinoamérica:
*.- Crisis financiera a nivel mundial. La recesión a partir de 2008 es parte del problema. Los fondos son más restringidos, los trabajos son más escasos y a causa de esto algunas personas recurren a otros medios (economía informal/actividades ilegales/lavado de dinero) para poder llevar recursos a sus casas.
*.- Controles de divisas y la demanda del dólar. Los controles en el cambio de divisas impuestos por algunos gobiernos de la región resultan en un mayor uso de efectivo en transacciones financieras, por lo tanto favoreciendo los esquemas de lavado de dinero basado en el intercambio de efectivo en la economía informal.
*.- Crimen organizado. Latinoamérica ha sufrido un incremento en los altos índices de violencia y actividades criminales relacionadas con la delincuencia organizada.
*.- Corrupción. El pago de sobornos a funcionarios públicos y personas con posiciones de poder en la iniciativa privada pasa desapercibido para las instituciones financieras debido a prácticas inadecuadas de conocimiento del cliente, lo cual impide establecer los controles de monitoreo de flujos financieros necesarios para esos individuos.
Esto costó a México más de 20,000 millones de dólares en 2014, el equivalente a 15% de la inversión en el sector público ese año, derivando en un avance de 10% en el índice de percepción de la corrupción en México que resultó en una pérdida de 2% del PIB.
Esto representó en 2014 una pérdida de 22,000 millones de dólares del PIB, dinero que bien pudo haber propulsado el crecimiento económico del país de haber sido integrado a la economía.