México DF 30 de abril de 2015 (La Silla Rota).- Falta poco más de un mes para que las campañas electorales terminen y la ciudadanía se desintoxique de promesas políticas descabelladas, jingles pirateados, acarreo a los mítines, reparto de despensas y guerra sucia entre candidatos.
Si lo estresan las campañas y quiere ver la política desde otra perspectiva, una opción es el cine nacional que desde los años 50 del siglo pasado ha retratado y parodiado el escenario político de nuestro país.
Aquí le dejamos una lista de seis películas para entender la política nacional.
La sombra del caudillo
Original de la novela del mismo nombre escrita por Martín Luis Guzmán, se desarrolla en el México post revolucionario cuando la inminente sucesión del caudillo militar en el poder está a punto de decidirse y desata una lucha de fuerzas al interior de su gabinete.
El caudillo favorece la candidatura del general Jiménez, ministro de gobernación, a pesar de la simpatía que despierta el general Aguirre, ministro de guerra y quien decide hacerse aún lado inicialmente. Sin embargo, el apoyo de sus partidarios lo hacen recapacitar y finalmente decide contender por la candidatura presidencial desafiando al caudillo.
Aunque los nombres están cambiados, los personajes son fácilmente reconocibles: el caudillo es el general Álvaro Obregón, presidente de México de 1920 a 1924; Jiménez es Plutarco Elías Calles, sucesor de Obregón; Aguirre, una mezcla de Adolfo de la Huerta y del general Francisco Serrano, asesinado junto con sus partidarios en 1927.
La Sombra del Caudillo fue la primera película política en la historia de la cinematografía mexicana, la situación política y social en México durante aquella época hizo que el escritor chihuahuense, Martín Luis Guzmán, escribiera el libro desde el exilio.
Calzonzin inspector
En el México de 1973, en un pueblo llamado San Garabato se desata la zozobra por la llegada de un inspector que el gobernador envía para que realice un reporte.
El fuereño Calzonzin es confundido con el inspector y para que no vea las irregularidades, corrupción y rezago en el que está sumido el pueblo, se le organizan desfiles de recepción, visitas a un hospital y hasta una cárcel de utilería, todo tramado por el edil del pueblo, don Perpetuo del Rosal.
Sin embargo, las inconformidades de los pobladores no se hacen esperar y entre manifestaciones logran entregan sus pliegos petitorios al supuesto inspector, quien a su vez se los cuenta a un periodista. Dirigida por Alfonso Arau, la película fue estrenada en 1974.
Ante el cadáver de un líder
Un hombre es encontrado muerto en el cuarto de un hotel de paso de un paro cardiaco, el agente del ministerio público y tres periodistas lo reconocen como el líder sindical Ataulfo Martínez.
Al conocerse la noticia, frente a él desfilan todo tipo de personajes desde el político, el líder charro, el campesino, el diputado y hasta los familiares oportunistas que buscan sacar provecho del deceso del líder.
La película de Alejandro Galindo termina con un nuevo líder asomándose al balcón del cuarto para dirigir a las multitudes un discurso como apología del cinismo.
Si yo fuera diputado
Desde los años 50, las artimañas políticas como los golpeadores, el sabotaje, los acuerdos en los oscurito y los sobornos ya eran prácticas recurrentes. Este comportamiento de los candidatos fue plasmado por Mario Moreno Cantinflas en la película de 1951.
La historia habla de un candidato que se parece más a los perfiles independientes o ciudadanos que hoy conocemos. Cantinflas es un barbero que intercambia cortes de cabello y rasuradas con un abogado con la finalidad de ayudar a los más desfavorecidos de su barrio, entre quienes gana popularidad y lo catapulta como candidato a diputado contienda en la que enfrenta a don Próculo.
Una película –dirigida por Miguel Delgado– basada en la corrupción y todos los clichés de la política mexicana como los acuerdos por debajo de la mesa, sobornos y violencia pero claro, sin dejar atrás el humor que caracterizaba al legendario pícaro y sus películas.
La Ley de Herodes
La cinta se ha convertido en un clásico. Dirigida por Luis Estrada, el filme aborda de forma satírica la corrupción política en México durante los 70 años que gobernó el PRI.
Desarrollada en los años 50 en un ficticio pueblo llamado San Pedro de los Saguaros, Juan Vargas es nombrado, por dedazo, nuevo alcalde. Su designación forma parte de todo un movimiento político de piezas para que sus superiores se queden con la gubernatura del estado y con la presidencia ¿le suena familiar?
La Ley de Herodes fue la primera entrega de una trilogía dirigida por Luis Estrada y protagonizadas por Damián Alcázar.
La dictadura perfecta
Es la más reciente producción de Luis Estrada. El filme aborda las nuevas estrategias políticas, incluidas las implementadas en redes sociales, para limpiar la imagen de candidatos y gobiernos.
El filme cuenta las artimañas fraguadas entre una televisora y el gobierno federal para que una declaración presidencial en la que el titular del ejecutivo asegura que “los mexicanos son mejores que los negros” pase desapercibida. En la estrategia se lanza un video que involucra crímenes del Gobernador Carmelo Vargas.
Este último busca a la televisora para proponerle un trato y limpiar su imagen… y ya encarrerado, posicionarse rumbo a la sucesión presidencial.
