TIJUANA, BC  1 DE JULIO DEL 2019 (AFN).- Tía Juana, la mujer que según la tradición oral era la encarnación de esta ciudad, la fuente del nombre de esta frontera, sigue siendo un misterio, no existe ni en fotografía ni documento alguno, afirmó Gabriel Rivera Delgado, historiador del Archivo Histórico de la ciudad.

Referida  constantemente por su amabilidad como anfitriona de esta región desde principios del siglo diecinueve, la multicitada Tía Juana es un ser tan volátil como incierto el origen real del vocablo que da nombre a esta ciudad, a unos días de celebrarse el 130 aniversario de fundación virtual de la frontera más visitada del mundo, y según el historiador, lo más tangible es la existencia de un vocablo indígena de origen Kumiai.

Este vocablo es Tecuan, que significa Cerro Tortuga, y que de acuerdo a los informes rigurosamente verificados, corresponde al Cerro Colorado, pero antes de llegar a su castellanización como se le conoce actualmente pasó por varias transformaciones.

Tecuan, Ticuan, LlaTicuan, Llanticuan, Tiauana, Tiguana, Tihuana y Tia Juana, son algunos de los nombres que aparecen en referencias a través del siglo XIX, o en documentos tan formales como los archivos de la Mision de San Diego de Alcala, donde se registró el dos de agosto de 1806, cuando el padre franciscano José Barona bautizó a Ignacio Chischis, de 20 años de edad e hijo de indígenas, proveniente de la ranchería Llantijuan.

El 24 de octubre de 1808 en la misma Misión, el sacerdote José Sánchez habría de bautizar al indígena ´Ayul, un hombre de 24 años, “hijo de padres gentiles en la Ranchería Lla Tijuan. En el mismo archivo documental aparecerá en el año de 1809 una mención sobre “la ranchería Tía Juana” durante el registro de Antonio Maltas, un hombre de 54 años bautizado en articulo mortis, aun cuando el protocolo es efectuado por el mismo sacerdote.

No obstante, durante las siguientes décadas, el nombre de Tía Juana y posteriormente Tijuana, seria adoptado como el nombre de la ciudad, aun sin existir un documento oficial que le reconozca el carácter de poblado o ciudad con dicho nombre, explicó el historiador.