TIJUANA BC 22 DE SEPTIEMBRE DE 2017 (AFN).- Debido a su topografía y al estado actual de sus construcciones, un temblor de cinco grados en escala de Richter - por lo menos dos grados menor que el que azotó Mexicali en 2010 - con epicentro en Tijuana generaría colapsos de edificios y traería problemas serios a la ciudad.

Así lo expresó Antonio Rosquillas Navarro, director de Protección Civil del Estado, previo al Primer Congreso Regional de Protección Civil, organizado por la Comisión de Asesores y Profesionales en Protección Civil, fundada hace un año. 

En entrevista para Agencia Fronteriza de Noticias, el funcionario explicó que entre los principales rezagos que enfrenta la ciudad se encuentran las malas construcciones, un deficiente ordenamiento territorial, una planeación sin control urbano, y la vigilancia eficiente de las obras de autoconstrucción, lo que para el funcionario representa el principal riesgo.

"Los suelos de Tijuana no son aptos para una ciudad. 

Si llegáramos a tener un terremoto abajo de Tijuana, con un cinco ya vamos a tener deslizamientos y caídas", explicó.
Son las laderas - que abundan en la ciudad- las principales zonas de riesgo, sobretodo donde se presentan autoconstrucciones no supervisadas.
Ante el riesgo, Rosquillas Navarro señaló la importancia del reforzamiento continuo de las viviendas, debido a que gran parte de ellas no tienen la infraestructura adecuada.

En cuanto a la inversión de parte de las autoridades en las acciones de Protección Civil, el funcionario con más de 20 años de experiencia manifestó que se debe invertir más en ello que en acciones deportivas y culturales, ya que la Protección Civil tiene el potencial de salvar vidas.
Sobre la Ley recientemente aprobada en Protección Civil, Rosquillas Navarro dijo que “quedó chica", y se perdió la oportunidad de realizar una ley de vanguardia a nivel nacional.

Entre los principales rezagos de la legislación se encuentra el no clasificar los giros comerciales en términos de su responsabilidad, así como atribuciones no correctamente distribuidas entre el Consejo Estatal de Protección Civil y las dependencias locales.

No obstante, se mantuvo que Protección Civil puede suspender temporalmente las obras que estén en zona de riesgo.