TIJUANA BC 25 DE JULIO DE 2016 (AFN).- El cardiólogo del Hospital del Prado, Alfredo Comparan Núñez señaló que las personas con hipertensión puede que desconozcan que tienen el padecimiento debido a que el organismo se adapta a manejar cifras altas en el ritmo cardiaco, por lo que es un “enemigo silencioso”, ante el cual, la ciudadanía debe tomar precauciones.

Durante su participación en la sesión del Colegio de Medicina General de Tijuana (Comegeti), dijo que durante una crisis hipertensiva se provocan serios problemas en la salud de los pacientes, por lo que es la octava causa de muerte a nivel nacional, tema preocupante ya que el 30% de la población en Baja California padece de presión alta.

“Uno de cada tres adultos tiene presión alta, y entre el uno y dos por ciento de esa población en algún momento va a tener elevaciones importantes de la presión arterial en su cuerpo; imagínate se le revienta una arteria y si es del cerebro pues es una hemorragia cerebral, se le revienta una arteria de un ojo pues se queda ciego, pero también puede llevar a un infarto o hasta a una falla renal”, manifestó.

Dijo que las crisis hipertensivas son prevenibles, pero los pacientes tienen que tomar su enfermedad con seriedad, acudiendo periódicamente con su médico para un seguimiento, realizarse exámenes frecuentes de laboratorio, disminuir la ingesta de sal, realizar actividad física y llevar una sana alimentación.

Mientras que la presidente de Comegeti, Yesenia Espinosa resaltó que es importante que los familiares con algún miembro con esta enfermedad conozcan y sepan distinguir entre una hipertensión descontrolada y una urgencia hipertensiva que pone en riesgo la vida del paciente.

“El paciente hipertenso que se descontrola puede tener dolor de cabeza, zumbido  de oídos, visión borrosa, nauseas, vómito, entonces son manifestaciones que nos dicen que hay mucha presión en este caso en el cerebro; o cuando se daña el corazón puede causar un infarto o un edema agudo pulmonar, si ese aumento de la presión daña el riñón pues hay una falla renal, el paciente deja de orinar”, concluyó.