Por Manuel Ayala
Fotos: Joebeth Terriquez

TIJUANA BC 02 JUNIO DE 2016 (AFN).- Escenario de numerosos actos cívicos, festejos de aniversario de la ciudad y múltiples reuniones familiares, el Parque Teniente “Miguel Guerrero” –del centro de Tijuana- también guarda entre sus pasillos una historia oscura en la que la corrupción, la impunidad, el abuso de poder y sobre todo la prostitución infantil eran el “pan de cada día”, problemática que durante varios años se hizo invisible para las autoridades a pesar de que todo mundo hablaba y sabía de lo que ahí pasaba.

De acuerdo con Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de Derechos Humanos, en este lugar, centro de reunión de los antiguos tijuanenses, hace aproximadamente 10 o 12 años se comenzaron a congregar niños y adolescentes que ofrecían sus servicios sexuales, a grado tal que llegó a haber ahí hasta 50 adolescentes que no se mantenían parados en un punto fijo, sino que rondaban los pasillos y alrededores del lugar. Esto atrajo a adultos de ambos lados de la frontera, que informados de que ahí había menores que ofrecían sexo como modo de supervivencia, se presentaban en el sitio en busca de “niños de la calle” que encontraban en esa actividad, su “modus vivendi” para tener un ingreso complementario.

*.- Lugar para resaltar el nacionalismo mexicano 

Ubicado entre las calles Tercera y Cuarta en el primer cuadro de la ciudad, el Parque conocido simplemente como “Teniente Guerrero” surgió por la necesidad de que la comunidad tijuanense tuviera un espacio donde tener actividades familiares y sanas, ya que desde finales del siglo XIX hasta la década de los ochentas del siglo XX, Tijuana fue considerada una ciudad de turismo comercial, en donde las personas llegaban con la idea de que acá se podía hacer todo lo que en sus países no les tenían permitido.

Andrés Ubaldo Espinoza, historiador del Archivo Histórico de Tijuana, señaló en entrevista con AFN, que toda esta percepción fue derivada de la promulgación de la “Ley Seca” en Estados Unidos, por lo que a partir de 1921, la ciudad comenzó a crecer y por ese motivo tuvo un impacto positivo y negativo, que hizo que nacionales y extranjeros la consideraran como una “ciudad de paso, de diversión, y toda la ´leyenda negra´ que persiste hasta la fecha”.

Hasta 1930 el turista deambulaba por la avenida Revolución, en tanto que para los tijuanenses de la época, su único espacio de diversión era ese, por lo que, entonces, un grupo de mujeres, organizado por la profesora Josefina Rendón Parra, intentó transmitir a través de la “Junta Femenil Pro Patria”, los valores cívicos nacionales, puesto que la sociedad estaba inmersa en la cultura estadunidense, ya que se pagaba en dólar, los residentes hablaban inglés y estaban muy apegados a los estadunidenses.

“Ellas trataban de realzar el nacionalismo en Tijuana y fue en junio de 1924 que se inauguró el parque, el cual se generó también para ir limpiando esa ´leyenda negra´ de la ciudad, aunque también hay que entender desde un punto de vista de doble moral que el predio fue patrocinado por empresarios, quienes a su vez promovían el comercio del vicio en la avenida Revolución e inclusive las mujeres que formaban parte de esta agrupación eran esposas de esos empresarios”, dijo Ubaldo Espinoza.

*.- Dedicado a un militar que defendió Tijuana

El investigador histórico destacó que algunas personas suelen confundir el nombre del lugar con el del insurgente Vicente Guerrero, pero precisó que el nombre que lleva el parque se debe al militar Miguel Guerrero quien defendió a Tijuana de la llamada invasión filibustera o estadunidense, que aprovecharon también para resaltar aún más esos valores nacionalistas y para que la gente tenga siempre presente que, aunque Tijuana está “pegada” a Estados Unidos, sigue siendo parte de México.

De hecho, cuando “estalló” esa invasión filibustera, que algunos historiadores atribuyen que fue promovida por los hermanos Flores Magón, el Teniente Miguel Guerrero estaba encargado del batallón militar asentado en esta región y como tal, encabezó la que por muchos años ha sido considerada una defensa de la ciudad de Tijuana. En memoria de estos sucesos existe el Monumento a los Defensores de 1911 sobre el bulevar Agua Caliente, cuya conmemoración es en julio de cada año.

*.- Sede de innumerables actos cívicos y… decadencia

Tradicionalmente, en las décadas pasadas en Tijuana, los desfiles cívicos iniciaban en el Parque Teniente Guerrero, resaltó el historiador, además de que el lugar fue sede también de eventos cívicos de los primeros alcaldes de la ciudad y de algunos grupos masones, además de que ahí se celebran las tradicionales fiestas de aniversario de la ciudad.

Se encuentra también, uno de los monumentos más antiguos de la ciudad, el busto de Miguel Hidalgo, ubicado por la calle 5 de Mayo, también instalado ahí, por la “Junta Femenil Pro Patria” con el mismo sentido nacionalista que persistía en su grupo por aquellos años.

Pero con el paso del tiempo, el Parque Teniente Guerrero inició en décadas pasadas una etapa de decadencia, por lo que, debido al abandono de las autoridades, la falta de alumbrado, de vigilancia policiaca y por su ubicación en pleno centro de la ciudad, varios “niños de la calle” empezaron a frecuentarlo para ofrecer sus servicios sexuales a cambio de un recurso extra que les permitiera sobrevivir en la ciudad.

Víctor Clark refirió que cuando se presentó esa problemática el parque estaba en deterioro porque las autoridades ya no habían invertido, aunque seguía siendo un lugar de reunión familiar, ya estaba en condiciones “no de abandono pero si precarias”, además que era muy evidente porque después de buen rato observando veían que al lugar llegaban adultos caminando o en vehículos y los niños se acercaban.

“Una ocasión asistí con Emilio Velázquez, que ya murió; él era de la comunidad LGBT y estuvimos observando, él distribuía preservativos en “La Zona” (Zona Norte) con los menores, las trabajadoras sexuales y demás, y efectivamente vimos que en el parque había un gran problema, un foco rojo; el Parque Teniente Guerrero se había convertido en un centro de prostitución infantil”, reiteró.

*.- Algunos factores

Ahí fallaron varias cosas como la atención del estado para menores migrantes en calle, recordó Alfaro, puesto que en esos años, de acuerdo con datos del DIF, en Tijuana había 7 mil menores en “situación de calle”, o sea sin hogar y deambulando; una cifra muy elevada “por lo cual no resultaba inusual que de esos menores que se trataban de ganar la vida en la calle se prostituyeran  con ellos mismos o con adultos y el Parque Teniente Guerrero, que es un lugar céntrico, les permitía ser un lugar en el que obtener un recurso para vivir”.

Un segundo factor que detonó esta problemática fue que la vigilancia policiaca se relajó, dijo, quizá por complicidad u otra situación pero también fue parte importante de que esto se presentara ahí en el lugar: “dejó de ser algo ocasional para ser una situación pública y a pesar de eso la autoridad no actuó… el fenómeno duró aproximadamente cinco años y durante todo el día se podían ver los menores”.

*.- Intervención del DIF y remodelación

Clark Alfaro señala que durante mucho tiempo la autoridad no se preocupó por la problemática y muy poco hizo para ello; fueron algunas “voces ciudadanas” las que presionaron para que se tomaran “cartas en el asunto” y así fue que intervino personal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) para atender el problema. Por su parte, el presidente municipal Jorge Hank Rhon invirtió en recursos para rehabilitar el lugar, y de esta forma el problema fue disminuyendo.

Se instalaron algunas lámparas, las bancas fueron cambiadas y se proyectó mayor vigilancia policiaca en la zona, incluso algunos árboles que ya tenían muchos años los quitaron y transformaron el lugar; posteriormente a la remodelación volvieron a aparecer menores, adviritó Clark, y hoy en día saben a través de #trabajadoras sexuales” de La Zona, que aparecen ocasionalmente menores y que adultos o proxenetas saben que allí puede haber algún menor que ofrezca sus servicios.

A pesar de todo esto que se considera, recalcó que “el problema ya no es como lo conocimos en el pasado, en que se tenía identificado el lugar y los menores eran muy visibles; el problema se ha vuelto invisible por las mismas circunstancias. Por las prostitutas que operan por el sitio, saben ahora que algunos adolescentes siguen asistiendo al parque “pero ya no es como en aquel tiempo”. Además, ahora las autoridades han estado más pendientes de este sitio, intentando “rescatarlo” para los tijuanenses.