*.- Eso cree la gente en Tijuana sobre "El Niño", afirma el Cicese
*.- Necesario compartir información científica sobre el tema, exponen

ENSENADA BC 3 DE OCTUBRE DE 2015 (AFN).- Cuauhtémoc Turrent Thompson, especialista en el tema del fenómeno “El Niño”, afirmó que el anuncio de su arribo ha provocado un fenómeno mediático y social en México, y una alta preocupación en las ciudades de Baja California, principalmente en Tijuana, donde la gente "piensa que se avecina una gran tormenta de dimensiones apocalípticas".

Es por ello, agregó el experto, quien es coordinador de los seminarios de Oceanografía Física en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese), que es necesario compartir la información científica a través de pláticas multidisciplinarias, seminarios y a través de Internet para que llegue a públicos masivos.

Por parte del Cicese se realizó el seminario “Los efectos de ‘El Niño’ en Baja California”, organizado por el Departamento de Oceanografía Física del Cicese; donde participaron los investigadores Oscar Sosa Nishisaki, especialista en Ecología Pesquera; Edgar Pavía López, en climatología; y Luis Humberto Mendoza Garcilazo, en riesgo sísmico; y en donde se presentó un portal informativo estructurado para dar seguimiento a este fenómeno natural, que describe sus impactos tanto en el clima de la región como en otros aspectos oceanográficos.

El Doctor Turrent Thompson, al presentar los motivos tanto el seminario como el portal web, dijo que desde mediados de agosto las agencias norteamericanas anunciaron la persistencia, con 90% de probabilidad, de un evento “El Niño” durante toda la temporada invernal, con magnitud mayor o igual que en 1997-1998, el más intenso históricamente registrado.

Sosa Nishisaki, por su parte, explicó que “El Niño” es un fenómeno que se presenta en la región ecuatorial del océano Pacífico, caracterizado por un aumento en la temperatura superficial del mar, el agua cálida se traslada de Oeste al Este, y en unos meses llega al Centro del continente americano que incluye el Sur de Ecuador, Perú; y el Norte de Chile; y "de ahí se distribuye hacia el resto del continente, aumentando, al Norte, la temperatura superficial frente a las costas de Baja California".

"Anomalías" en el mar, lluvias y riesgos urbanos

El agua caliente, señaló, provoca "anomalías en la altura de mar, en la temperatura superficial y en las corrientes (..); altera otro fenómeno oceanográfico conocido como surgencia", y modifica la presencia de nutrientes para especies propias de las costas de California y de Baja California como son la anchoveta y la sardina, que se desplazan y redistribuyen "porque enfrentan el estrés provocado por los cambios en el medio ambiente".

Lo mismo ocurre, agregó, con especies como el tiburón martillo, que se ha observado en Isla Guadalupe "siendo que su distribución antes era más costera y más al Sur", y lo mismo pasa con el dorado y el jurel, igual que con algunas algas que generan ecosistemas.

En su participación, el Doctor Édgar Pavía López explicó las afectaciones que pudiera haber desde el punto de vista climatológico, donde los estudios que el Cicese ha hecho sobre “El Niño” llevan a conclusiones diversas, y al menos en dos de cada tres veces en que se pronosticaban fuertes precipitaciones durante un evento “El Niño”, el pronóstico era acertado.

A partir del año 2000, señaló, notaron que esta correlación ya no era tan alta, por ello actualmente están trabajando con un nuevo modelo que les ha permito concluir algunos puntos, como la posibilidad de que los períodos de sequía no están asociados solamente a la presencia de eventos “La Niña”; y que, en contraste, al presentarse repetidas temporadas lluviosas, éstas están asociadas a eventos frecuentes “El Niño”.

"Estas determinaciones dificultan la predictibilidad de 'El Niño' a largo plazo, especialmente respecto a sequías (..); el problema (..) es que se trabaja con registros de datos muy cortos, de aproximadamente 65 años; de ahí la necesidad de seguir midiendo varios parámetros para afinar estos modelos", expuso Pavía López.

Por su parte, Mendoza Garcilazo habló sobre los riegos que implica para los centros urbanos un evento como el que se anuncia, y refirió sobre los procesos de afectación, los daños esperados ante lluvias intensas, y sobre las acciones que se espera que apliquen los gobiernos estatal y municipales en los meses próximos.

Afirmó que las afectaciones pueden ir, dependiendo de la intensidad de las lluvias, desde encharcamientos urbanos hasta la saturación del terreno; puede haber debilitamiento de taludes y, con ello, de muros, bardas y cimientos; riesgo de avenidas rápidas en zonas sin infraestructura; ocurrencia de erosión, caídas de piedras y flujos de lodo; y en caso de lluvias torrenciales, con el suelo saturado podría haber daños en las márgenes de  arroyos crecidos, erosión de tanques desarenadotes e infraestructura pluvial , así como caída de muros, bardas y casas en zonas muy expuestas en laderas.

Explicó que el problema en Tijuana son los asentamientos en cauces y laderas donde los suelos permiten el paso de agua, pues estas capas superficiales están asentadas en suelos más profundos que ya no permiten ese flujo; y que en esas zonas de contacto es donde pudieran producirse estos deslizamientos si la pendiente es lo suficientemente pronunciada.

Dijo que personal del Cicese entregó en 2014 el "Atlas Estatal de Riesgo de Baja California" actualizado, que este año se actualizaron el de Mexicali, Rosarito y Tijuana, que entregaron hace dos  semanas, y que desconocía si las autoridades municipales de Ensenada actualizaron el atlas local.