TIJUANA BC 27 DE SEPTIEMBRE DE 2015 (AFN).- México tiene superhéroes reales que han pasado de generación en generación, sin que puedan ser remplazados por los de ciencia ficción aunque avancen los tiempos; uno de esos héroes clásicos es “El Santo”, un luchador que al partir, dejó un mensaje de esperanza en el país a través de sus películas y vida diaria.
Lo anterior puede ser demostrado a través del libro “Santo y Seña”, en el cual se plasman poemas y vivencias de 20 escritores que de alguna manera buscan mantener la admiración que tienen por el también conocido “Enmascarado de Plata”.
Mara Romero, una de las principales escritoras de este libro -que ha sido una “sensación” desde su publicación- en entrevista con Agencia Fronteriza de Noticias (AFN) destacó que “El Santo” ya era un santo desde antes de ser reconocido así por los mexicanos, pues mucha gente lo recuerda como un hombre “limpio” y bueno.
Personas así, dijo, deberían de presentarse actualmente en el país pues aseguró que siempre resulta necesario hacer el bien y combatir contra todos los sucesos negativos que están ocurriendo en distintos estados de la república.
En ese sentido y a manera de broma, Mara Romero manifestó que de acuerdo a su compañero Miguel Avilés, “si el Santo existiera ya hubiera terminado con los templarios” pues afirmó que este luchador cuenta con una imagen real e intacta.
Destacó además que el libro “Santo y seña” –que próximamente se venderá en Tijuana- es aceptado por el público, de manera sorprendente, pues en toda su gira se les han estado agotando lo cual dijo, les causa satisfacción pues fueron varios años de esfuerzo los que le dedicaron.
Sobre la publicación, afirmó que el hijo del “Enmascarado de Plata” está contento y lo califica como “único”, ya que es una de las biografías más completas que han realizado sobre su padre.
Mara Romero adelantó además, que probablemente “El Santo” regrese a la pantalla grande de México, en esta ocasión con una posible participación de su hijo, que acaba de regresar por una gira en el Oriente, al no poder luchar durante un año, por una lesión.
