TIJUANA BC 13 DE AGOSTO DE 2015 (AFN).- La psicóloga Educativa con Especialidad Infantil, Mónica del Toro, indicó que la falta de reglas en el hogar y hábitos en las familias da como resultado que los niños crezcan sin una figura de autoridad, lo que deriva en la pre adolescencia y adolescencia en un escaso control del impulso, que a su vez los predispone a estados de ansiedad e ingesta de alcohol y drogas en etapas tempranas.
  
Es lo que se conoce como “Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)”  que a nivel conductual se presenta con impulsividad, falta de atención, dificultad para atender indicaciones, permanecer quieto y limitarse, según dijo.
  
El TDAH tiene su incidencia alta en las escuelas, ya que de uno a tres niños por aula lo presentan; sus causas pueden ser hereditarias, no obstante, también tiene que ver con la forma experimental de lo que van aprendiendo en el transcurso de su vida.
  
En el caso de la hiperactividad, la alimentación también es un factor determinante debido a la alta ingesta de azúcares, por todo lo anterior, es común que al llegar al nivel escolar no respeten indicaciones y tengan complicaciones para enfocar su atención; en la adolescencia, pueden ser más susceptibles a dejarse llevar por el impulso y caer en el consumo de sustancias nocivas.
  
Del Toro, señaló que  algunas escuelas públicas cuentan con apoyo de instituciones para atender este tema, sin embargo, dijo, no son programas que abarquen la totalidad del TDAH, pues éste requiere de un enfoque integral que involucre a los menores y a  sus papás.
  
Para tratarlo, precisó se debe trabajar en reglas, límites pero sobre todo en hábitos desde pequeños, de modo que los vayan asociando con un aprendizaje rutinario del comportamiento.
  
Añadió que es importante trabajar con la tolerancia ante periodos de frustración, adoptando  prácticas que permitan enfocar su atención por largos periodos, así como, manejar la alimentación que ayude a una conducta más relajante.  
   
Para finalizar dijo que en algunos casos, se llega a requerir medicación para el menor por parte del especialista, que es el encargado del desarrollo psicobiológico de las personas en sus primeras etapas de vida, como apoyo para influir en sus niveles de atención e hiperactividad.