Ensenada BC 2 de junio de 2015 (AFN).- Cuando una enfermedad lamentablemente no tiene cura, o aún no se desarrolla un tratamiento para combatirla y se pronostica el deceso de un paciente en el corto plazo, es cuando se le considera en fase terminal.

Por ello,  Domitila Padilla Noriega, coordinadora delegacional de Trabajo Social de la Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que la tanatología es una atención integral para sobrellevar la muerte, pues al tratar de minimizar su sufrimiento físico y psicológico, así como los sentimientos de culpa y pérdida de los familiares, es decir, ya no se busca en esa fase la posibilidad de curación del proceso, sino un alivio en relación a su calidad de vida, ante la etapa final de la vida.

Indicó que especialistas de la institución médica brindan asesorías a los pacientes terminales, así como a sus familiares, a fin de que sepan cómo hacer frente a la situación. Destacó la importancia de la relación tanatólogo paciente, en la que la comunicación lo que permite la expresión de sentimientos e ideas en torno a la muerte.

Explicó que es cuando se trabaja con la fragilidad del paciente –que está luchando, que está disminuido físicamente y con baja auto estima-, para darle consuelo, un trato digno y compasión.

Aunque el enfermo se encuentre en etapa terminal, como aquellos que padecen cáncer, sida y otras enfermedades crónicas degenerativas, el IMSS trabaja tanto médica como emocionalmente hasta el último momento de la vida, porque el tanatólogo necesita de la colaboración integral de otros especialistas y no puede trabajar en forma aislada, comentó. 

Referente a las familias de las personas fallecidas, el objetivo es enseñarlas a sobrellevar el proceso natural de duelo, que puede durar de uno a dos años, período en que aprenden a vivir con la ausencia de su ser querido y a enfrentar la realidad de un diagnóstico final.

Padilla Noriega, advirtió que si duelo lleva más tiempo, el familiar está viviendo  una etapa de depresión que puede durar meses o años y que necesita la atención del médico psiquiatra, quien de acuerdo con el grado de depresión que sufra, prescribirá el medicamento adecuado.