Tijuana BC 14 de abril de 2015 (AFN).- En una carta dirigida a su presidente nacional César Camacho Quiroz, el ex dirigente municipal del PRI en Tijuana José Osuna Camacho pidió que “con humildad” se reconozca que la Reforma Hacendaria en el país “no cumplió con las expectativas” de impulsar el crecimiento de la economía y la creación de empleos, en tanto que sobre el IVA dijo que ha ocasionado un fuerte daño a Baja California y que se trató de una decisión equivocada.
En esa misiva de tres cuartillas Osuna Camacho señaló a su presidente que sigue considerando que “la homologación del IVA en las fronteras fue una decisión equivocada, y que el daño que ocasiona en Baja California es fuerte y se siente en la calle y lo documentan ampliamente estudios especializados. Es un tema donde el partido y sus candidatos deben de estar con los ciudadanos”, afirmó.
Por lo que respecta a la Reforma Hacendaria estableció que “con humildad debemos reconocer que no cumplió con las expectativas de impulsar el crecimiento de la economía del país, y la creación de los suficientes empleos que demandan sobre todo los jóvenes”, y por esto propuso que sus candidatos hagan el compromiso “de revisarla y adecuarla”.
En el marco de la campaña política en la que serán electos 500 diputados federales en México, y apenas a dos días de una nueva visita del presidente Enrique Peña Nieto a la entidad, Osuna Camacho habló sobre la “emergencia nacional” en que se encuentra el país, y señaló que para recuperar la confianza de los mexicanos, los priístas deben “volver a su agenda social”, y atender temas que son sensibles para la población.
El ex dirigente del PRI en la ciudad le señaló a Camacho Quiroz que lo contenido en su carta es con el propósito de contribuir “con una sana y necesaria crítica y autocrítica constructiva” que les permita orientar el rumbo, y realizar un ejercicio de rectificación política.
En ese tenor le comentó que en esta difícil etapa, el partido no ha tenido la firmeza y movilidad para orientar, apoyar y acompañar al gobierno emanado de sus filas, y que les está faltando capacidad de reacción ante los problemas que enfrenta el país. Afirmó que los priístas están dando la impresión de ignorar la gran inconformidad que existe entre la social mexicana, y que han dejado de lado sus banderas de lucha que otras formaciones políticas, opositoras o aliadas han tomado, capitalizando el descontento social.
Luego advirtió que la administración que encabeza el presidente elegido necesita de un partido conectado con los ciudadanos, y con base social, además de un partido que lo apoye. Y para esto dijo que se requiere de que la dirección política del PRI “abandone la comodidad que brinda la oficina y eventos de aplausos propios”.
Aseguró que por el contrario, se debe movilizar al partido en asambleas y recorridos en colonias populares, barrios y centros de trabajo, para junto con sus candidatos difundir los logros y avances de los gobiernos priístas. “Con honestidad y humildad, añade, aceptar los rezagos, fallas y errores; y con claridad exponer lo que nos proponemos hacer”.
Y el priísta cierra su correspondencia explicando que esa inquietud nace “de la imagen del partido conservador que estamos proyectando, que dista mucho el proyecto histórico del PRI y del concepto de justicia social que lo identifica”; asegura que en el afán de lograr consensos, el PRI ha perdido su identidad de partido, y como si no estuviera vigente ha abandonado y negado su ideario político.
