MÉXICO DF 5 DE OCTUBRE 2013 (AFN).- Tras advertir que la voracidad de los desarrolladores inmobiliarios provoca el desordenado crecimiento en el país, la Senadora del PRI, Lisbeth Hernández Lecona, dijo que cada año se añaden unas 35 mil hectáreas rurales al desarrollo de urbes. sin contar con viviendas adecuadas ni servicios públicos, independientemente de la pérdida de tierras dedicadas al cultivo y a la producción de alimentos.
Consideró necesario y urgente que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) coadyuve con las autoridades estales y municipales para llevar a cabo estrategias de crecimiento urbano adecuadas, para un mejor control, dando prioridad a que no sigan afectándose las zonas ejidales y comunales dedicadas a la agricultura.
Hernádez Lecona, puntualizó que la demanda de suelo para vivienda, la ocupación irregular de la tierra, la disminución de las zonas ejidales y comunales dedicadas a la agricultura y el crecimiento desmesurado de los asentamientos humanos, son algunos de los principales ejes problemáticos del desarrollo urbano y de la tenencia de la tierra.
El desorden territorial dijo la senadora, provoca descontrol sobre el cambio de uso de tierras ejidales para construir zonas habitacionales o comerciales, y afecta también a los ejidatarios que carecen de una asesoría adecuada para la comercialización de terrenos.
Recordó que hasta 1992 se tenía la expropiación como único instrumento para incorporar suelo social al desarrollo urbano; actualmente, el marco legal agrario permite que los ejidos y comunidades acuerden a través de sus asambleas alternativas la incorporación de suelo social al desarrollo urbano.