TIJUANA BC 27 DE AGOSTO DE 2013 (AFN).-Para Carmen Gómez, fundadora y directora de la estancia “Los Años de Oro”, lo más importante es vivir la vida en plenitud, hasta el final por lo que decidió desde hace más de 20 años manejar estancias y asilos para adultos mayores en Guadalajara, su lugar de origen y desde hace ocho en esta ciudad fronteriza.

Este martes adelantaron el festejo mundial del Día del Abuelo, a celebrarse mañana y reunió a varias decenas de ellos en la estancia que dirige en la colonia Pinos Agüero, delegación La Mesa en donde se les brindó música, bebidas, alimentos y el tradicional pastel.

En entrevista con AFN, dijo que actualmente tiene bajo su encargo a 20 “abuelitos” y tienen una capacidad para dos más, pero se tiene planeado construir una estancia mayor en un predio que poseen en las inmediaciones del Bulevar 2000, al Este de la ciudad, con una superficie de dos mil metros cuadrados, en donde espera atender a 60 personas.

Minutos antes de iniciar el festejo en el patio trasero de la casa que ocupan, “Doña Carmelita”, como la conocen explicó que desde que era joven inició a colaborar en asilos, por lo que al crecer sus hijos y quedarse sola con su esposo, sintió la necesidad de ayudar en algo, y como ya conocía las necesidades de los adultos mayores inició con su estancia.

En la actualidad colaboran con ella ocho personas durante la mañana, tarde y noche, este día estuvieron apoyándola además sus hijos y nietos, para recibir a los “abuelitos”, a los invitados y sobretodo, como dijeron algunos de los presentes lo principal, la comida.

Por su parte, la presidenta del patronato DIF, Carolina Bustamante de García, quien asistió como invitada especial recordó que constantemente se apoya a este tipo de instituciones que a su vez brindan atención a dicho grupo vulnerable, independientemente de los programas propios en los que se da asistencia a los adultos mayores.

Precisó que es un tema que se presenta, por lo que insisten a la ciudadanía para que no los abandonen y les brinden el cuidado necesario a sus “abuelitos”, sin olvidar que gracias a ellos estamos aquí.