*.- Viridiana es madre soltera; no tuvo apoyo del padre del bebé

*.- Su hijo nació un 9 de mayo y no cambiaría “nada de lo vivido”

Por Juan Manrique Olmos

TIJUANA BC 11 DE MAYO DE 2013 (AFN).-El 9 de mayo de 2011 celebró por vez primera y de manera anticipada, el Día de las Madres, ya que fue mamá de un varón, el cual tuvo sin el respaldo de una pareja o marido y estando a punto de concluir su carrera universitaria. Pensó en un principio como muchas: en el aborto, sin embargo se decidió por tener a su hijo y  continuar con su carrera universitaria.

  Y mientras esto sucedía, su madre dejó de hablarle por mucho tiempo, pese a vivir en la misma vivienda, ya que aquella quería que su hija tuviese “una historia diferente” ya que también fue madre soltera, y lamentablemente para su progenitora, la joven también se embarazó. Era además la mayor de dos hermanos.

Su nombre de pila Viridiana, su hijo Aarón; del papá o ex pareja, prefirió no mencionarlo por nombre y, al calor de un café y dentro del marco del “Día de las Madres”, aceptó platicar con el reportero de AFN. En una pausa de su trabajo diario, se sentó y contó: “A él lo conocí desde la primaria; feo nunca ha sido, pero no se le dio el estudio y tomamos por años, caminos diferentes”. En sus recuerdos trajo el inicio de lo que pudo ser una relación para presumir, ya que insistía que además de que  sentía “algo” por esa persona, es “guapo”.

Eran vecinos de la “cuadra” en alguna colonia de esta ciudad fronteriza y después de varios años de no frecuentarse, coincidieron: “Siempre he dicho que las cosas pasan por algo”, confesó con la mirada perdida en los automóviles que pasaban por la vialidad que rodeaba el lugar, escenario de esta charla.

Para no hacer “la historia larga”, dijo, narró que en una de esas tardes, al salir él de la “maquila“ en la que aún labora, dejando de lado uno de sus acostumbrados juegos de futbol, salieron para platicar “y una cosa los llevó a la otra” y tras haber consumado su relación, al final de la noche tomaron de nuevo caminos diferentes.

Transcurrido un mes, falleció un familiar cercano y querido de ella, por lo que pensó que los malestares que empezaba a tener, eran consecuencia de ese deceso, no obstante fue al doctor  para descartar cualquier otra situación y éste solicitó un examen de embarazo, el cual dio positivo: “Lo primero que pensé fue en un aborto; creo que es lo clásico en una situación similar”, justificó.

Después de una semana se lo comunicó a “él” y a su mamá. El primero dijo “estaré contigo”, en tanto que la madre le dejó de hablar durante más de seis meses. Luego “él” cambio su opinión y dudó de su paternidad, por lo que ella regresó al principio: sola y sin apoyo.

¿Qué pensaste en ese momento? Se le preguntó. Tomó un sorbo de café, respiró y dijo: “Tuve que esforzarme, me faltaban dos semestres para graduarme; sólo tuve que dejar las fiestas y cuidarme para concluir la carrera y cuidar a mi bebé”, señaló.

Reconoció que “él”  estuvo visitándola durante los primeros meses de gestación del producto de aquella relación, pero pasado un tiempo, el padre de su hijo, reinició una relación sentimental con una antigua pareja, por lo que se fue de la ciudad. Ella siguió su vida, y antes de terminar sus estudios ya había conseguido un trabajo con el que ha salido adelante, junto con su pequeño Aarón que nació un 9 de mayo del 2011, lo que la hizo celebrar su primer día de madres.

¿Limitaciones? Se le interrogó: “Mira, la verdad, lo único que he tenido que dejar a diferencia de mis compañeros de trabajo y conocidos, es el no salir todos los fines de semana; no tengo oportunidad de comprar ropa seguido, pero estoy contenta”.

¿Cambiarías algo de lo vivido hace dos años y nueve meses? se le cuestionó y ella respondió: “La verdad no, estoy muy feliz con mi hijo, estamos creciendo y aprendiendo juntos y eso no lo cambiaría nunca”. Los ojos le brillaron y salió a relucir una sonrisa que no pudo ocultar.

¿Cómo es un día en la vida de Viridiana? Digamos, a las siete de la mañana ¿qué haces? “A esa hora intento bañarme, pero a medio proceso escucho una pequeña voz que  grita ¡mamá, quiero mi ´teta´! salgo y se la doy. Para continuar, lo llevo a la guardería y de ahí a trabajar”, explicó. Y al salir de tu trabajo ¿Vas por él?  “Qué más quisiera, pero como tengo un trabajo ocupado, mi mamá va y lo recoge. Si salgo temprano lo veo dormido en su siesta vespertina; si salgo tarde, llego y está jugando. Me recibe con una sonrisa y un abrazo, pero sin beso; no le gusta. Sólo me dice: ¡ven! ¡vamos a jugar!

Y para no quedar con ninguna duda, de nueva cuenta la pregunta: ¿Y el papá? “Pues creo que está bien. Algunos meses me quiso dar para la manutención 250 pesos a la semana, pero como gana el mínimo en la fábrica, se le complicaba y no quería ir a visitarlo a mi casa. Ponía excusas de que lo descansaban en enero y cosas así”.

¿Lo registró? se le preguntó para saber si lo reconoció como suyo y rápido respondió: “¡No! Imagínate, no podría hacer ningún tramite sin él, además creo que estaba en otra ciudad cuando nació Aarón y no lo iba a esperar para siempre”, replicó.

¿Que les aconsejarías a las jóvenes? Se le preguntó por último y ella respondió: “Que siempre estudien, que no desaprovechen ninguna oportunidad: Yo iba al “otro lado” (Estados Unidos) a trabajar uno o dos días a la semana y con eso saqué parte de mis estudios y el embarazo. Una debe de salir siempre adelante sin esperar a nadie”.

Un mensaje para las madres: “Que disfruten su maternidad. Yo cada día que pasa aprendo y crezco junto con mi bebé, y de verdad nada de lo que he vivido cambiaría por nada del mundo”, finalizó con una sonrisa. Luego dio la media vuelta y continuó trabajando con su paso apresurado, porque quería salir temprano para llevarle un pastel al cumpleañero que la hizo celebrar el Día de la Mamá, de manera anticipada.