Fotos: Israel Martínez Páez

TIJUANA BC 30 DE ENERO DE 2013 (AFN).- Los “cortes” de cerros y movimientos de tierra que realizan contratistas y fraccionadores, en algunas partes de la ciudad, no son las únicas amenazas que se ciernen sobre los residentes en Tijuana sino que también, en muchos de los casos, la propia “auto-construcción” que hacen vecinos, sin tomar las debidas precauciones ni buscar la asesoría de los especialistas.

Esto ocurre en varias colonias de la demarcación Sánchez Taboada, según revela su delegado, Héctor Cruz Aparicio, en recorrido especial con Agencia Fronteriza de Noticias. Además de las zonas en las que de por sí ya existe alto riesgo, que se acentúa por las fuertes lluvias –según Protección Civil- también hay preocupación por varios casos detectados que han sido clasificados como de verdaderas “trampas mortales”.

Cruz Aparicio dice que una de las zonas que le generan bastante preocupación es el “Cañón Centenario” y otra, la “Anexa Panamericana”, donde hay una gran cantidad de asentamientos de un número importante de familias, en lo que es un cauce natural del Río, en tanto que del Cañón es “un cañón de dimensiones muy grandes”.

Ahí se cuenta con una gran cantidad de personas que están haciendo construcciones en las paredes de estos cañones. Los vecinos hacen cortes en los taludes “y eso nos genera trampas de muerte en algunas casas”.

Recordó que de acuerdo a las conclusiones emitidas por la Dirección de Protección Civil, hay taludes de 90 grados, donde una casa está a medio metro de distancia, por lo que al ocurrir una eventualidad, la casa quedaría sepultada bajo escombros.

Cruz Aparicio dijo estar trabajando especialmente con el área de control humano de su oficina, para reforzar esa zona, sin embargo dijo que es más importante hacer consciencia entre la gente, del peligro al que se exponen y también, asesorarlos de cómo hacer las cosas sin riesgo.

Explicó que en esta delegación son 200 mil habitantes, de los cuales unas 2 mil personas están en esta situación de riesgo latente, por lo que hace 15 días hicieron un recorrido con integrantes de Protección Civil, en una jornada en la que entregaron 1,700 volantes informativos.

Insistió en la necesidad de asesorar a las familias sobre los “cortes” de tierra que están haciendo al momento de construir y sobre los problemas que están generando, ya que además al tener una casa de material, en lugar de estar mejor protegidos, se convierte en un mayor riesgo por el peso que genera.

Por otra parte, el delegado habló de la resistencia de los ciudadanos de salir de esas zonas de alto riesgo, ya que muchas personas aseguran tener varios años residiendo en sus casas y que nunca han tenido ningún problema, lo que no quiere decir que el peligro no esté latente, sobre todo en las habitaciones que por diversos motivos, Protección Civil ya ha clasificado como de “alto riesgo”.

Dijo que “gracias a Dios” no ha pasado nada hasta el momento, pero el peligro está ahí presente todo el tiempo. También explicó que los vecinos se niegan a dejar sus viviendas porque temen que al quedar solas, les roben sus pertenencias. Están cuidando su patrimonio, ese es uno de sus argumentos, afirmó.

Cruz Aparicio comentó que en estos momentos, la preocupación más grande es que quienes viven en las casas marcadas como de riesgo, desalojen en esta temporada de lluvias o por lo menos cuando las precipitaciones caigan con mayor fuerza.

Para esto dijo que el gobierno municipal está preparado para atender a esas familias en albergues, como el habilitado en el salón Gastronómico de “Camino Verde”, a donde de inmediato se les puede trasladar “porque en esos días de fuertes lluvias, la tierra se satura con mayor humedad y es cuando el peligro se hace más latente.

Narró que el fin de semana pasado, establecieron una guardia en las oficinas de la delegación -a partir del viernes- con instrucciones del alcalde Carlos Bustamante y del área de Protección Civil de estar atentos toda la noche.

Recordó que alrededor de la una de la madrugada del día siguiente, se registró un deslave en la colonia División del Norte, donde la tierra se deslavó y parte de una casa cayó. De ahí desalojaron a una persona con dos menores de edad, a los que se les llevó a un refugio temporal donde se les entregaron cobijas y alimentos.

El jefe de familia se negó a ser trasladado y se quedó a cuidar su patrimonio por temor a ser despojado de sus cosas. 

Por otra parte y hablando de otro tema que la delegación está analizando y que es el de la “pobreza alimentaria” o “pobreza extrema”, el delegado Cruz Aparicio dijo que en Sánchez Taboada podrían ubicarse en esta clasificación, un número de entre 3 mil y 5 mil familias.

Esto lo arrojará con precisión el censo que están haciendo para que esos residentes sean beneficiarios del programa que podrá en marcha el gobierno municipal y que anunció en AFN –en días pasados- el Secretario de Desarrollo Social, David Saúl Guakil.