TIJUANA BC 6 DE MARZO DE 2024 (AFN).- Los cuerpos de los soldados rescatados en el mar de Ensenada, donde perecieron al realizar una supuesta práctica como parte de su entrenamiento, ya fueron plenamente identificados y entregados a sus familiares.
En tanto, la más reciente información proporcionada por el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, el responsable del adiestramiento militar que llevó a la muerte de siete soldados se encuentra detenido en Tijuana, a disposición de la justicia militar, por los delitos de desobediencia y abuso de autoridad.
El cuerpo del séptimo soldado fue rescatado la mañana de ayer martes, a ocho millas mar adentro, frente a la zona conocida como Playa Pacífica; fue encontrado por personal de la Secretaría de Marina-Armada de México, y según se dijo, aún tenía su uniforme completo.
Los soldados fallecidos al ser arrastrados por una ola, son Brando Francisco Gastélum Ayala, de 22 años de edad; Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola, de 29; Carlos Omar Frías Lanfard, de 21; y Michael Arellano Wilkinson, de 20; los cuatro originarios de Sonora.
Los otros tres son Óscar Abraham Sánchez Reyna y Luis Manuel Vilchis Díaz, ambos de 21 años y originarios del Estado de México, así como Fernando Isaías Pérez López, de 18, oriundo de Veracruz.
Los siete soldados habrían tenido su graduación el pasado sábado 2 de marzo; la ceremonia se llevó a cabo con el resto de graduados del curso, y durante la ceremonia no se hizo mención de lo ocurrido.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que se mantenía contacto directo con los familiares de los soldados, a quienes incluso se les brindaba algún tipo de apoyo, una manifestación de éstos, en el exterior del cuartel militar de El Ciprés, en Ensenada, cuando aún no encontraban ninguno de los cuerpos, reveló una situación distinta.
A ese lugar acudieron familiares de por lo menos cinco soldados, entonces reportados como desaparecidos, para reclamar algún tipo de información, sin ser atendidos por los mandos militares.
Además, expusieron que sólo habían mantenido contacto con algunos mandos medios y únicamente por vía telefónica, y éstos les pedían que se mantuvieran en sus lugares de residencia, sin acudir al cuartel para exigir un informe claro, argumentando que ellos les harían saber cuando hubiera alguna noticia.
De manera extraoficial, se mencionó que el pasado 20 de febrero, poco después del mediodía, un pelotón de cadetes que se encontraba en Ensenada como parte de su adiestramiento para pasar a formar parte de la Guardia Nacional, había sido llevado a la zona conocida como Playa Corona, donde se les pidió entrar al mar.
Desde un día antes de ese hecho, Capitanía de Puerto de Ensenada, así como autoridades de Protección Civil habían alertado sobre alto oleaje en esa zona del Pacífico, lo cual incluso fue ratificado en informes subsecuentes la misma mañana del martes 20 de febrero.
Pese a ello, los cadetes habrían sido obligados a ingresar al mar como parte, según se dijo de forma extraoficial, del entrenamiento que estaban recibiendo, sin embargo, familiares de los soldados expusieron que se trató de una “novatada”, por lo que exigieron que fueran presentados los responsables de lo ocurrido, acusando que había protección oficial hacia quien había dado la orden de que ingresaran a las aguas pese a la advertencia de alto oleaje.
Pasaron cuatro días de búsqueda, sin novedad, hasta que el domingo 25 fue encontrado el primero de los cuerpos, correspondiente a Carlos Omar Frías Lanfard, cuya madre fue una de las manifestantes, dos días previos al hallazgo, en el cuartel de El Ciprés.
El lunes, un día después del hallazgo, el cuerpo del soldado Frías Lanfard era velado en una comunidad del Valle del Yaqui, cercano a Ciudad Obregón, Sonora, de donde era originario.