Carrera policial "es una falacia", dicen elementos
Agencia Fronteriza de Noticias
IZZI
VOTAR ES UN DERECHO Y UNA OBLIGACIÓN. VOTA ESTE PRÓXIMO 2 DE JUNIO
Programas Dora
Programas Fernando
Translate this website into your desired language:

Carrera policial "es una falacia", dicen elementos

TIJUANA BC - miércoles 3 de junio de 2020 - AFN.
2881

*.- Proponen implantar nuevo modelo para dignificar al agente policiaco y su imagen

TIJUANA BC 3 DE JUNIO DE 2020 (AFN). - Dos elementos policiacos de Tijuana -que cuentan con especialidad como sicólogos- desarrollaron un diagnóstico sobre la situación de la corporación en esta ciudad, en el que además de establecer que la mala imagen que tiene este cuerpo de seguridad entre la ciudadanía surge de la situación en la que se encuentran los uniformados, también advierten sobre la necesidad de elaborar todo un programa que resuelva sus necesidades más básicas.

En una carta dirigida al presidente municipal de Tijuana Arturo González Cruz y al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, capitán Jorge Alberto Ayón Monsalve -el pasado jueves 28 de mayo- los psicólogos Jorge García Silva y Orlando Hernández Galindo advierten que no sólo han enfrentado en la corporación la muerte de elementos en su desempeño laboral, sino también por la pandemia por coronavirus Covid 19 e incluso, suicidios.

Hablando en primera persona, el sicólogo Jorge García Silva -que además es miembro activo adscrito a la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de Tijuana- señala entre otras cosas, que lo que conocen actualmente como carrera policial: “es solamente una falacia que debe ser reformada drástica e inmediatamente”. Advierte que es obvio que quien la ideó y aprobó, es alguien “que no es policía”, y añade que la “clave” para remediar esta situación, es la observancia y puesta en marcha de la seguridad social, que contemplan -o deben hacerlo- las leyes para los policías, adecuándola en beneficio -y no en perjuicio- de estos.

García Silva ha pertenecido -según dice- a las filas de la Policía Municipal activa de Tijuana durante más de 23 años, y antes estuvo comisionado en la policía comercial por casi 4 años; durante todo este tiempo, señala, ha conservado un expediente limpio en todos los aspectos, y a la fecha cuenta -entre otras capacitaciones- con una licenciatura en psicología, conocimiento de primeros auxilios, diplomado en alta dirección, y diplomado en proximidad social.

Reitera que en coordinación con el oficial -y también sicólogo y licenciado en seguridad pública- Orlando Hernández Galindo, desarrolló proyectos en los temas de seguridad pública y apoyo psicológico para policías y sus familias, y, expresa su preocupación por la imagen que de la Policía Municipal de Tijuana -como institución- y de los oficiales, tiene actualmente la ciudadanía, que los ubica “en un momento muy crítico de desaprobación, falta de credibilidad y respeto ante la ciudadanía”, señalando que -inclusive- esta corporación es percibida de la misma manera, por bastantes oficiales, entre los que se cuenta.

Refiere que, no obstante que en otras ocasiones ya ha enviado una misiva similar sobre el tema ofreciendo apoyo, hasta la fecha no se ha obtenido una respuesta de las autoridades, porque probablemente “otros temas sean de mayor prioridad”. Advierte que, sin desaprobar a las autoridades ni al gobierno en funciones, y alejado de ideologías políticas, realiza este esfuerzo porque considera que aún no se ha logrado alcanzar una armonía en la seguridad de la ciudad, y además le preocupa su seguridad, la de su familia y sus pertenencias.

Sin lanzar culpas a nadie el señalado refiere que hasta el momento no se ha actuado de la manera más adecuada para corregir las fallas existentes dentro de la corporación y señala que se atreve aseverar que esta situación se vive en todas las oficinas de seguridad pública en el país; señala por el contrario, que el proporcionar y mejorar la seguridad pública en la ciudad, y el bienestar a los policías que la otorgan, no debe limitarse a promesas de campañas políticas sino que debe ser una constante de cada gobierno, sin importar color ni ideologías.

En este tenor sugiere -y señala que hasta puede exigir como policía y psicólogo que es- que se visualice a cada oficial como persona y no sólo como un número o una estadística: “una persona que tiene necesidades físicas, emocionales, sociales y económicas, que pertenece a una familia, que además de trabajar como servidor público también es ciudadano con las obligaciones y derechos que de esto derivan”; consideró que además debe poder disfrutar de un retiro digno para ocuparse de su familia y de sí mismo; se le debe considerar como una persona que es; un ser vivo, y debe cumplir -sin excepción- el ciclo natural de “nacer y morir”.

Precisa que cuando esto último suceda, independientemente del motivo, su familia debe quedar amparada en retribución al tiempo que se estuvo en servicio; por el contrario, dice, es lamentable darse cuenta de que esposas e hijos de oficiales caídos están pasando penurias, hasta para cobrar el seguro de vida, y que no existe un programa activado para evitarlo.

Precisó que en fechas recientes se han recrudecido las muertes violentas de oficiales de policía, y que lo mismo se puede decir de los casos en los que compañeros -o alguien de su familia- han tomado la decisión de quitarse la vida, o han tenido ideas suicidas: “estamos pasando -advierte- por una pandemia que ha dejado muchas muertes, entre ellas de varios policías, y muy seguramente han quedado secuelas emocionales adversas, en el círculo familiar y social.

Sobre el proyecto integral que han desarrollado señala que está encaminado al tratamiento adecuado de los posibles desequilibrios emocionales que pudieran afectar al titular o algún familiar por cuestión de su trabajo, de su vida personal; también incluye acciones que beneficiarían la salud general, ya que un alto porcentaje del personal padece una o varias enfermedades como: diabetes, hipertensión, padecimientos cardíacos, y otras, que en más de un caso se han desarrollado como consecuencia del trabajo, y por lo tanto están contemplando, también, comedores exclusivos en los que sirvan alimentos que en realidad contribuyan a la nutrición, y así disminuir los casos de sobrepeso. Además, refiere que no pueden olvidarse de la inclusión en actividades, para policías incapacitados permanentemente, para que sepan -y sientan- que aún siguen siendo parte de esta comunidad.

Refiere que no se necesita personal que solamente cumpla un horario de trabajo, sino que tengan arraigado un sentido pertenencia a la institución; se requiere, señala, de voluntad política para que los policías tengan certeza laboral y seguridad social en todos los aspectos; considera que esto se reflejará en un mejor trato y apoyo a la ciudadanía, además de la disminución en los actos de corrupción, ya que podrán poner en una balanza las posibles consecuencias de sus actos “porque no se puede negar -dijo- que ha existido personal que se ha desviado sus funciones, aunque siempre hemos sido más los buenos que los malos”.

Por otra parte, establece que existe una gran necesidad de aumentar la cantidad de personal operativo, haciendo notar que la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, recomienda que por cada 100 mil habitantes se cuente con 300 policías, lo que significa que por cada millón de ciudadanos Tijuana debería de contar con tres mil policías activos, o sea en las calles, independientemente de los que realizan otras actividades.

Sin embargo, dice, haciendo cuentas no hay congruencia, ya que las jornadas largas de trabajo “no son la mejor solución, en cambio sí merman la salud, las destrezas, capacidades físicas, y psíquicas de quien constantemente las trabaja, ante un evento inesperado; advierte que “es más probable que la reacción de una persona descansada sea más acertada que la de una cansada”.

Y sobre el perfil de los mandos dijo que requieren de tener un perfil del líder y no de jefe, que además sean capaces de descubrir y aprovechar las fortalezas y oportunidades del personal a su cargo, pero, también estar pendiente de las debilidades y amenazas “debe comprender cada mando que su puesto no lo hacen omnipotente, por lo que debe evitar faltar al respeto y perjudicar sin razón”.

Luego hace notar que “no, es no”,  y explica que se tiene que ser firme en el actuar, mientras la labor realizada sea apegada a la legalidad, y respeto a los derechos humanos, ya que “la seguridad pública -dice- se debe medir por resultados positivos y no por likes”, por lo tanto estableció que es necesario tener presente hacer conciencia que todo ciudadano, independientemente de la investidura o cargo, tiene derechos, pero también obligaciones, y advierte que es alarmante el aumento de hechos de tránsito, en los que no sólo hay daños materiales, sino pérdida de vidas humanas, como consecuencia de la falta de prudencia.

Sobre las estadísticas que se manejan, considera que están mal instrumentadas porque se siguen utilizando planes de trabajo obsoletos e ineficaces, con los cuales se miden los logros o fracasos en seguridad pública; y esto -afirmó- es uno de los motivos por el cual se deben de cambiar algunas ideologías y estrategias ya que las personas que fungen como asesores de seguridad pública deben actualizar su pensamiento “en el aquí y en el ahora”, y no seguir en el pasado.

Pidió que no se pierda de vista que el objetivo principal de la Policía Municipal es el de la prevención, no obstante que en la mayor parte de las ocasiones sean los primeros respondientes ante cualquier eventualidad, y que por lo tanto se convierten en auxiliares del Ministerio Público en investigación.

Sugiere que para poder demostrar resultados de este proyecto se podría pensar en seleccionar un distrito policial en el que se puedan instrumentar todas las acciones mencionadas, y otras, y podría tomarse como un distrito modelo.

Ayuntamiento Bullying
Poli Egresados
Matemáticas Fáciles
21 Aniversario
IZZI Abril 2024
PBM Medicina
Buscador Acerca de AFN Ventas y Contacto Reportero Ciudadano