Carpa Política

Por: Andrés Tapia

Usualmente escuchamos que en México, los políticos se acuerdan de los ciudadanos únicamente en tiempo de elecciones; esto sucede cuando nos piden el voto de manera directa tocando las puertas de nuestros hogares, marcándonos por teléfono, enviándonos correos electrónicos y saturándonos de spot´s en el radio y la televisión, con la única finalidad de obtener nuestro voto favorable en las elecciones que se avecinan.

Al respecto, vemos una guerra de slogan´s no sólo entre candidatos, sino también de partidos políticos, lo que nos hace por un momento olvidarnos de lo que debería acontecer en la vida democrática de nuestro País.

Por un lado, la tan anunciada reforma política, aprobada por nuestros legisladores federales, logró que los gobiernos y funcionarios frenaran las antiguas estrategias de dar a conocer en esta época electoral, sus logros de gobierno y programar la entrega de apoyos gubernamentales para tratar de influir al electorado y votar por uno u otro partido, sin embargo, no hemos reflexionado qué es lo que pasa con los que siendo candidatos dotan a la población con sus logros que como ex funcionarios y servidores públicos alcanzaron, tal como si las campañas políticas fueran escenarios de difusión de sus informes de gobierno.

En un sistema democrático, los funcionarios o servidores públicos tienen la obligación de presentar sus informes de gobierno, logros y desaciertos alcanzados durante sus encargos o gestiones, siempre de cara a la ciudadanía, de frente y aceptando las críticas de sus representados o gobernados; muy al contrario de lo que ha pasado con nuestra democracia mexicana, nuestros funcionarios o representantes de gobierno, se esperan a ser candidatos para darnos a conocer lo valioso que fue su administración y lo valiosos que son ellos para nosotros como políticos, haciéndolos merecer nuestro voto para el siguiente cargo al que pretenden escalar.

Actualmente tenemos cuatro candidatos a la Presidencia de la República de los cuales dos de ellos, fungieron en su momento como titulares de los ejecutivos locales del Distrito Federal y Estado de México, Andrés Manuel López y Enrique Peña, respectivamente, fue obligación rendir un informe ante sus respectivos poderes legislativos locales, teniendo para ambos casos la mayoría de diputados afines a sus propios partidos; desde dónde se antojaría difícil que hubieran podido tener un acto democrático de una real rendición de cuentas ante los ciudadanos, actuando con omisión de sus malos actos que poco a poco se asoman a la opinión pública.

Para el caso del candidato del PRI Enrique Peña, ex gobernador del Estado de México, sujetó las expresiones democráticas de un sector de la población, como lo acontecido en Atenco en donde lo menos que sucedió fueron violaciones a derechos humanos de los habitantes; aún a la fecha, en aquella región de ese Estado existen personas que lamentan la barbarie que sufrieron a manos de policías motivados por una acción, que el ahora orgulloso candidato Peña presume y asume completamente la responsabilidad del mismo; tal como ha ocurrido a lo largo de nuestra historia con acontecimientos tan lamentables como el improperio estudiantil del año 1968.

En una opinión personal, creo que la Universidad Iberoamericana, podrá pasar a la historia como una institución que encendió la mecha del declive de quien las encuestas dictaban que sería el próximo Presidente de la República.

Al parecer, al abanderado tricolor le ha salido muy caro aparecer ante estudiantes orgulloso de los actos acontecidos en San Salvador Atenco, ocurridos justamente en este mismo mes de mayo de hace 6 años, haciendo que en diversos estados como Querétaro, San Luis Potosí, Jalisco, entre muchos otros se sumen al reclamo para este candidato.

Para el caso de los siguientes dos candidatos, la candidata Josefina Vázquez, no tiene la obligación en ninguna de la legislación correspondiente al Poder Legislativo, de informar a quienes representa, de brindar un informe de labores durante su gestión, dejándonos como ciudadanos en estado de indefensión para conocer su actuar como Diputada Federal.

Y en el caso de Gabriel Quadri, simplemente es imposible conocer su actuar público debido a su nula participación en el mismo ámbito, haciendo para ellos,  que la democracia mexicana les resulte muy incómoda.

Como siempre, quiero agradecerle amble lector su tiempo de lectura y reiterándole mi disposición para escuchar todos sus comentarios al correo electrónico [email protected] ¡saludos!!.

(Andrés Tapia, es analista político y asesor en el Congreso de la Unión)