En el Punto

Cuando veo a Enrique Peña Nieto en sus spots, aparte de encontrar un México irreal en donde no hay gente en las calles y él puede pasearse sin que un “prole” se asome a saludar a la cámara, no dejo de pensar en lo que reitera.
En sus apariciones en los estados de Coahuila, Veracruz y Baja California no deja de lamentar la violencia en la que están inmersas  estas entidades y promete como Presidente “devolver la tranquilidad” a la población de estos estados; sin embargo, se le olvida referir que en los dos primeros, son integrantes de su partido quienes gobiernan y en quienes recae en primer instancia la responsabilidad de la seguridad en la entidad.
Tal parece que el político del copete se le olvidó que en la mayoría de los estados donde la violencia se ha disparado: Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Tamaulipas, Michoacán, Nayarit y Veracruz, son priístas los que gobiernan; mientras que en Sinaloa y Guerrero, son ex militantes de ese mismo partido quienes operan. Caso aparte es Baja California, administrado por un panista.
No cabe duda que el candidato del tricolor tiene que luchar contra la vieja imagen de su partido… y los graves errores y omisiones de sus correligionarios quienes juraron respetar y hacer valer la ley, no sé si la formal o la del “talión”.
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En un discurso Andrés Manuel López Obrador advirtió a los candidatos de su partido, extraídos de las filas priístas, que lleguen al poder y que les “crezcan las uñas”, que los estará vigilando de cerca y les hará manicure… supongo que de igual forma que se los hizo a Gustavo Ponce y René Bejarano, a quienes defendía a capa y espada.
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¿No le dará vergüenza a Gustavo Madero el nivel de política que está manejando, orquestando una campaña de descalificaciones contra Peña Nieto y sus promesas en lugar de mostrar a la ciudadanía propuestas realistas para hacer que México avance y se apacigüe? Quizá su tío-abuelo, Francisco I. Madero, estará retorciéndosendose en su tumba. No cabe duda que no todos los que estudiamos Comunicación somos iguales. Bueno, hay peores.
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Hace unos meses fue ejecutado un Agente Federal de Investigación y herido otro más en la colonia Anáhuac de la ciudad de México. Ahora fue asesinado ahí mismo, a sólo unas cuadras, el General Arturo Acosta Chaparro. Los primeros realizaban investigaciones de narcomenudeo. La colonia Anáhuac se ha caracterizado durante muchos años por ser lugar de residencia de narcomenudistas y asaltantes. De ahí era el famoso “Tigre de Santa Julia”, un afamado ratero originario del barrio de Santa Julia, lo que ahora es la Anáhuac.
¿Pero qué hacía el General ahí? Dicen que debía muchas, por lo tanto es sospechoso que anduviera con la guardia baja en ese lugar. O acaso ¿se sentía tan “de la casa” que por eso andaba tranquilo?
Quedan muchos hilos sueltos.
Acosta Chaparro era identificado como el intermediario entre los narcotraficantes y los políticos o gobernadores. Hay quien señaló que pactó en Veracruz la “limpia de la plaza” días antes del hallazgo de decenas de cadáveres en Boca del Río, e inclusive los medios locales referían que voló varias veces desde la entidad para entrevistarse con el líder del Cártel a quien se le atribuye la matanza.
Lo que es un hecho es que este controvertido ex militar, quien podría acercarse a la puerta de casi cualquier narco, fue asesinado justo en medio de las versiones que afirman que próximamente un pez gordo será exhibido como un trofeo ¿Fue el General quien directa o indirectamente le “puso el cascabel”?

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