MÉXICO 11 DE ABRIL 2018 (LA SILLA ROTA).-Algunos pueden considerar exagerado el título de la presente colaboración. Sin embargo, frente al escándalo por el "perdón" a las pillerías de El Bronco, el título se queda corto.
¿Por qué?
Porque la irresponsabilidad de los magistrados del Tribunal Federal Electoral es tal que han colocado el proceso electoral al borde del abismo.
Y es una caricatura porque, a pesar de las escandalosas irregularidades cometidas por los aspirantes independientes a la presidencia de la República, el tribunal lo perdonó, en un acto que confirma que el candidato, instituciones electorales como el INE, como el Tribunal y como la elección toda, son una caricatura.
Además, los irresponsables del Tribunal Electoral colocaron a todo el proceso en una zona de naufragio. ¿Por qué?
Por qué el golpe que le propinó el tribunal a todo el proceso electoral impactó en la credibilidad de las elecciones. Es decir, pegó justo en la línea de flotación. ¿Y eso qué quiere decir?
Poca cosa, que cualquiera de los candidatos que resulten derrotados el 1 de julio podrá descalificar todo el proceso. ¡Total, fue una fiesta de los tramposos!
Pero el perdón a Jaime Rodríguez Calderón es apenas una parte del cochinero. Falta por venir el escándalo del también tramposo Armando Ríos Piter, senador con licencia y disque candidato independiente que ya alzó la mano para obtener el perdón.
El Jaguar quiere estar en la fiesta de los tramposos. Y, sin duda, tiene todos los méritos. Es decir, que las trampas cometidas por Ríos Piter son mucho mayores que las de El Bronco.
Y en la lógica de los irresponsables magistrados del tribunal, de eso se trata; de premiar la trampa.
Al tiempo.
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