Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT
Vulgarmente se dice que al que es tragón, se le conoce por la forma de agarrar el taco. Por lo tanto, a los políticos se les conoce, en principio, por el discurso que manejan. Los puede haber agresivos, de combate, como también los hay conciliadores, tranquilos, mesurados o incluso de doble discurso, aquellos que piensan una cosa y dicen otra.
Al precandidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, es conocido plenamente por lo agresivo de su discurso. En la campaña, en la que contendió contra Felipe Calderón, “no dejaba títere con cabeza”. Arremetía lo mismo contra los políticos, que contra los empresarios. Los refería, inbdistintamente, como la mafia, los explotadores.
Ahora, en esta segunda oportunidad y ante el recelo que percibió entre los mexicanos ante lo agresivo de su discurso, tratando de mejorar su impresión, ahora se fue al extremo y adoptó un discurso amoroso. Dice que nunca habló mal de los empresarios, solo de aquellos que explotan a los mexicanos. También dice que priístas y panistas, no son sus enemigos, que simplemente tienen proyectos distintos a los de él. Habla incluso de crear una República Amorosa. La verdad, ya ha despertado sospechas, su política amorosa. Quien fuera a decir que el político del discurso fulminante, ahora se abrace a la frase cristiana : “amaos los unos a los otros”,
Doña Josefina Vázquez Mota, apenas conocidos los resultados de la elección interna, que le dió el pase para ser postulada como candidata presidencial del PAN, desenvainó la espada y lanzó su grito de guerra : “todos contra el PRI, que no llegue a Los Pinos”. Quizás pueda entenderse, porque si se da la alternancia en el poder en los comicios de julio próximo, habrá muchos panistas desempleados y el padrón blanquiazul se desinflará feamente. De ahí pues la actitud belicosa de la dama, producto del foxismo-calderonismo, el lastre político que le dificultará su carrera política en esta contienda presidencial.
El día de ayer, tal y como estaba previsto, estuvo en Baja California el precandidato priísta, Enrique Peña Nieto. El magno evento fue en Mexicali, donde tomó la protesta a la estructura territorial, aquella que estará al pendiente de las casillas a la hora de los comicios y en vía de mientras realizará la promoción del voto.
El discurso de Peña Nieto, constó de dos partes. La primera, para saludar y dar la bienvenida a los presentes y que concluyó con la toma de protesta de quienes integran la estructura territorial del priísmo. Un total de 280 palabras en un par de hojas.
La segunda parte, que constó de 1,813 palabras, en unas seis hojas, fue su discurso político. Aunque habló bastante, fue poco lo que dijo. Bueno, bastante en principio para saber cómo será su campaña electoral. Un discurso más o menos sencillo, mesurado, evadiendo las agresiones o descalificaciones, nada de lanzarse contra sus contrincantes en lo personal, el establecer compromisos, suceptibles de ser corroborados en la función pública, y dedicando todas sus fuerzas a señalar la problemática nacional y plantear posibles soluciones.
En principio, no desaprovechó la ocasión para observar que en Baja California se inició el ascenso del panismo al poder. “…Hoy el partido en el gobierno federal, alguna vez llegó aquí a esta tierra de Baja California” y advirtió : “…por aquí llegaron, y yo espero que por aquí, por Baja California, también se vayan y den opción al partido que hoy representamos..”. Si algún panista tuvo oportunidad de escuchar esto, seguramente sudó frío de solo pensar que puede llegar a formar parte del ejército de desempleados en la entidad. Al Gobernador Osuna Milán le han de haber estado zumbando los oídos.
Luego habría de decir que en democracia se trata de lograr que el proyecto que mejor represente solución a los problemas que vive nuestro país, sea el que tenga y reciba el respaldo mayoritario de la sociedad, pero destacó que : “…en democracia, ésta no se construye y menos se fortalece con ataques y descalificaciones”. Apenas el 30 de marzo próximo, inicia formalmente la campaña y entonces, cuando inicie la guerra sucia, veremos si sigue pensando y hablando de rechazar ataques y descalificaciones.
Aparentemente trató de explicar que en lugar de dedicarse a realizar ataques personales hacia sus rivales políticos, enfocará sus baterías hacia los problemas mismos, para plantear posibles soluciones. “Se quivocan –dijo- aquellos que suponen que para el PRI los enemigos de nuestro partido están en la oposición, en el PAN o en el PRD. Se equivocan, para el PRI sus principales enemigos están en los enemigos que México entero tiene, en la violencia, en el desempleo, en la frustración que nuestros jóvenes viven cuando saliendo de sus estudios de preparatoria o de universidad no encuentran una opción de trabajo”.
E insistió en el tema : “Los enemigos del PRI están en aquellos que generan violencia, asecho sobre la sociedad y que han generado un ambiente de zozobra e intranquilidad entre las familias mexicanas” y remató diciendo : “…Estos son los verdaderos enemigos del PRI, los enemigos de todo México y a los que vamos a combatir con propuestas, con soluciones y con un gran compromiso con todo México”.
Bueno, también habló de la ineficacia de los gobiernos panistas y señaló que lo que está faltando es precisamente eficacia en la gestión de gobierno, “eficacia que el PRI se propone realizar”, dijo.
Un tema que le remarcaron con insistencia, a su llegada al acto, fue las altas tarifas eléctricas, y aunque no lo evadió, lo trató así de pasadita. Simplemente dijo : “…En mi trayecto de la entrada este recinto, hasta este lugar, fuí escuchando, fuí recogiendo preocupaciones de la gente de Mexicali, que particularmente tiene, y de los demás municipios : las tarifas tan altas que tienen que pagar de energía eléctrica y que serán un compromiso para disminuirlas”. Candidatos vienen, candidatos van y el tema de las altas tarifas eléctricas es recurrente. Que lo inviten para que venga en temporada de calor, para que sepa lo que es vivir en la llamada “antesala del infierno”.
Esta fue la primera muestra del discurso político del mexiquense, un discurso mesurado, no agresivo. Falta ver si resulta convincente para los electores y su alta preferencia electoral se refleja en los comicios de julio próximo.
