López Obrador y la silla presidencial
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López Obrador y la silla presidencial

México - miércoles 7 de junio de 2017 - Fernando Núñez de la Garza Evia.
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"Plaza Cívica"
Fernando Núñez de la Garza Evia
www.plaza-civica.com @FernandoNGE

MÈXICO 7 JUNIO 2017.- En nuestras tres columnas pasadas hablamos sobre la controvertida figura de Andrés Manuel López Obrador. Vimos cómo la falta de compromiso de las élites mexicanas para combatir la corrupción y la pobreza/desigualdad provocó el surgimiento del populismo representado en AMLO, cómo los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional fallaron en llevar a buen puerto algunas de sus históricas banderas políticas, y cómo el discurso contra la corrupción del político tabasqueño es mucho ruido, y pocas nueces. En esta última entrega veremos cómo el “estilo personal de gobernar” (haciendo alusión a la famosa frase de Don Daniel Cosío Villegas) de Enrique Peña Nieto le podría poner la silla presidencial a Andrés Manuel López Obrador, basándonos en una teoría… estadounidense.

 La experiencia nos indica que en regímenes democráticos la gente tiende a votar por aquellos liderazgos que representan un cambio con el antecesor inmediato. Sin embargo, ese cambio se basa más en las características personales que en las propuestas políticas. David Axelrod, uno de los más reconocidos operadores políticos estadounidenses y quien fuese estratega en jefe de ambas campañas presidenciales de Barack Obama, es el autor de esta teoría. En resumen, nos dice: “Aquí está la esencia. Las elecciones presidenciales de puertas abiertas se basan en la percepción del estilo y la personalidad del titular saliente. Los votantes rara vez buscan la réplica de lo que tienen. Casi siempre buscan el remedio, el candidato que tiene las cualidades personales que el público encuentra carentes en el ejecutivo de salida”. Teniendo esto en mente…

No es raro que la alternancia en el poder del año 2000 haya sucedido con dos personalidades que simplemente no podían ser más distintas: Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Hoy en día, vemos que las personas de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador son básicamente opuestas. El actual presidente nació y se crió en las altas esferas económicas y sociales del país, descendiendo de una dinastía política. En cambio, el líder de MORENA nació en un pueblo del sureste mexicano con una población menor a dos mil personas, con recursos económicos y sociales moderados. A Enrique Peña Nieto se le ha achacado su distanciamiento con la población, lo cual ha traído como consecuencia una mala comunicación entre su persona y la población en general, así como su incapacidad para vender algunas de las más trascendentales reformas aprobadas bajo su gobierno. Inclusive, ¿recordamos cuando México perdió ante Holanda en el mundial de fútbol por un penal y todo el país repetía “no fue penal”? El Presidente se trató de subir a esa ola popular, y sus palabras no pudieron salir más acartonadas. En cambio, López Obrador es muy cercano a la gente, realizando mitin tras mitin con medianas concurrencias, además de ser un excelente comunicador, hablando directamente en un lenguaje sencillo y fácil de entender (ayuda también que sus palabras no contengan ideas). Asimismo, el actual gobierno ha sido altamente tecnocrático, reflejado en las reformas estructurales y la figura de Luis Videgaray Caso; López Obrador es un populista hecho y derecho, sin un programa claro a estas alturas. Por último, la actual administración tiene serios y continuos señalamientos de corrupción, y la principal bandera política de AMLO es precisamente la lucha contra la corrupción, aunque realmente sea ficción.

Trump no podía ser más diferente de Obama, y López Obrador no puede ser más diferente de Peña Nieto. Trump no tiene propuestas de política pública, es bueno para despotricar, e hizo excelente uso del hartazgo de la gente; Obama le puso la silla presidencial indirectamente a un populista. López Obrador no tiene propuestas de gobierno, es muy bueno para desvariar y ofender, y hay mucho, mucho hartazgo en México. ¿Le pondrá también la silla presidencial Enrique Peña Nieto a un populista?

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.

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