Procesos Políticos
Por: Abel Muñoz Pedraza
Que sí, que no, grupos a favor, grupos en contra… esta fue la breve historia del Partido Acción Nacional en un año que apenas acaba de comenzar. El tema que causó rispidez al interior del PAN fue la consulta indicativa, la cual buscaba medir las preferencias de sus miembros y adherentes sobre los tres precandidatos presidenciales. La fecha propuesta era el 15 de enero y el objetivo era sencillo: bajar a un precandidato de la contienda interna presidencial para que el cinco de febrero se celebrara una votación por uno de los dos precandidatos “finalistas”, por llamarlos de cierta forma. Aunque se decía que la consulta sólo era indicativa, y que no tenía carácter vinculatorio, el panorama para el precandidato que no saliera favorecido sería muy difícil, por lo que muy probablemente hubiera tenido que renunciar a la aspiración presidencial.
Los partidos políticos, en teoría, son organizaciones que están inmersas en un proceso de constante transformación. Desde luego, siempre hay periodos en donde los cambios son más y notables, y hay otros en donde existe una relativa calma, sin embargo, los partidos no se distinguen por ser estáticos, sobre todo en regímenes democráticos.
Ahora bien, ¿qué motiva los cambios dentro de los partidos políticos? Indudablemente los resultados electorales, creo que esa es la variable más representativa para que los partidos se transformen, es decir, un triunfo posiciona a una élite al interior del partido y una derrota propicia la reconfiguración de los liderazgos internos. También podríamos agregar otros factores como las experiencias que arroja la historia, el recambio en los liderazgos internos por cuestiones de edad y carrera política, la relación que se establece con otros partidos, las temáticas internacionales, el estar en la oposición, el ostentar el poder, las coyunturas políticas que se presentan, por ejemplo, en la discusión de un tema de interés nacional en el Congreso, y en menor medida (lo cual es una lástima) las demandas ciudadanas, sobre todo para el caso mexicano.
Esta breve explicación teórica nos sirve para entender lo que está pasando actualmente dentro del PAN, no sin antes dar un breve paseo por su historia. Recordemos que Acción Nacional es un partido que durante la mayor parte de su existencia se ubicó dentro de la oposición. Desde su creación en 1939, el PAN se caracterizó por ser un partido fiel a sus principios y apegado a la doctrina, la cual deslegitimaba continuamente al antiguo régimen autoritario encabezado por el PRI y demandaba elecciones transparentes. A finales de los ochentas, el PAN decidió darle un giro al papel que estaba jugando dentro de la arena política para buscar ganar elecciones, negociando con las altas esferas del gobierno salinista e inaugurando así una etapa en donde se le empezaron a reconocer triunfos; tal es el caso de Ernesto Ruffo en 1989.
Poco a poco, el PAN fue ganando espacios dentro del Congreso Federal, gubernaturas y municipios, culminando un largo camino con la victoria de Vicente Fox en 2000. Tras un polémico sexenio y un estilo personal de gobernar muy diferente al de los presidentes priistas, las actividades de Fox dentro del PAN provocaron distanciamientos con varios grupos, y una muestra de ello es que su candidato “delfín”, Santiago Creel, no lograra reunir la mayoría de las simpatías al interior del partido, lo cual benefició a Felipe Calderón para competir por la presidencia y ganarla, en una elección que dejó muchas dudas a millones de ciudadanos, destacando la intromisión que Fox tuvo durante el proceso electoral 2005-2006.
Por su parte, la relación de Calderón y el PAN se ha distinguido por la imposición de candidatos a nivel local. Claro ejemplo de esta realidad es Baja California, en donde se han impuesto a candidatos de poco arraigo. Otro ejemplo se encuentra en el favorecimiento de candidatos cercanos al grupo del presidente para competir por alcaldías y gubernaturas. Ambas situaciones han ido acumulando un descontento en varios sectores del panismo, sin dejar de lado el entrometimiento a ultranza de Felipe Calderón en el proceso interno de selección de candidato presidencial del PAN, cargando los dados a favor de Ernesto Cordero.
Gane o no la elección presidencial de 2012 algún precandidato del PAN, este partido tiene la imperiosa necesidad de transformarse en el corto plazo después de 12 años de haber estado en el gobierno. La larga lucha interna que se ha vivido desde la elección federal intermedia de 2009, o quizás desde antes, obliga a las altas dirigencias del PAN a establecer una nueva relación con sus miembros y adherentes, procurando respetar las decisiones que estos tomen y dejando a un lado las imposiciones desde el centro parecidas a las que hacía el priismo que nos gobernó durante 72 años.
Abel Muñoz Pedraza es estudiante de la maestría en Estudios Sociales con línea en Procesos Políticos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la Ciudad de México. Es egresado de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), campus Tijuana. Correo electrónico: [email protected]
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