Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT
La titular de la recién creada Comisión Estatal de los Derechos Humanos, de Baja California, afronta una situación caótica. No tiene recursos para operar la institución. No hay para sueldos, papelería para oficina, combustible para vehículos. Nada de nada.
La joven titular de la CEDH, Melba Adriana Olvera Rodríguez, tuvo que recurrir a quienes tuvieron a su cargo la Procuraduría de Derechos Humanos, para por conducto de estos, reclamar al gobierno estatal y a los legisladores, que le proporcionaran los recuresos que requiere para operar.
Su falta de experiencia en la administración pública, le llevó a caer en el juego de los diputados panistas, que estaban tan desesperados por sacudirse a Arnulfo de León Lavenant, titular de la PDH, que “al vapor” la convirtieron en una Comisión Estatal, pero no le asignaron recursos, por la simple y sencilla razón de que estaban fuera de tiempo.
Gran parte del presupuesto de la PDH, los gastó De León Lavenant en cubrir las indemnizaciones de empleados que dió de baja, para colocar a gente de su confianza, y en crear nuevas oficinas o representaciones en todo el Estado.
Esto no era desconocido para los legisladores, pues mantenían la institución bajo constante supervisión del Orfis, el Organo de Fiscalización del Congreso del Estado.
La cuestión es que el objetivo principal era el de sacar a De León Lavenant de la PDH, porque supuestamente fue impuesto por el excandidato panista a la guberatura estatal, Fernando Castro Trenti. Se trataba de un golpe político al ahora funcionario diplomático. Era algo así como “la puntilla”.
En su afán por fastidiar a De León Lavenant, decidieron acabar con la Procuraduría de Derechos Humanos, transformándola en una Comisión Estatal, a fin de justificar el retiro del titular de la Procuraduría de Derechos Humanos, por término del cargo.
En Enero del 2015, el Congreso del Estado aprobó la iniciatva de reformas a la Constitución local, para crear la Comisión Estatal de Derechos Humanos, presentada por el diputado Gustavo Sánchez, coordinador de la fracción parlamentaria panista. (aplausos).
Nadie se percató, que al hacer esto, se dijo que la nueva institución operaría con el presupuesto asignado a la PDH y con el personal con que contaba esta. Tenían a la mano la información financiera de la institución y sabían perfectamente que la situación era caótica y requería de medidas especiales para salvarla de la quiebra, no obstante que apenas era el incio de año.
En mayo del 2015, la legislatura estatal designa a Melba Adriana Olvera Rodríguez, como primera titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Por fin se habían sacudido a De León Lavenant.
Melba Adriana, en su inexperiencia administrativa, cesó a varios colaboradores del anterior Procurador de Derechos Huanos, para contratar a personal de su confianza. Una costumbre tradicional en esta y en otras instituciones, al relevo de titular.
Además de eso, al empezar a percibir los apuros económicos, decidió cambiar la sede de las oficinas de la CEDH, lo que, aunque le permitiría ahorro de recuresos. en cuanto al monto de la renta, implicó gastos de traslado y acondicionamiento de las nuevas instalaciones.
Todo indica, que en días pasados le “llegó el agua al cuello” y en su desesperación acudió a quienes fueron titulares de la Procuraduría de Derechos Humanos, quienes lo más que alcanzaron a hacer, fue convocar a conferencia de prensa, para lanzar un llamado de auxilio al gobierno estatal y a los legisladores, para que le proporcionen a la Comisión, los recursos que requiere.
Ninguno se atrevió a confesar, que durante su paso por la PDH, la convirtieron en un “bunker político”. Cuando pedían el apoyo de los legisladores, estos les endilgaban recomendados, de tal forma que la nómina de la institución, estaba “pintada” de todos los colores partidistas. Esto, porque el ejecutivo estatal y el Congreso del Estado, los tenían “a cuenta gotas”, en materia de recursos.
Tampoco se atrevieron a reconocer, que se mantuvieron al margen del proceso de transformación de la Procuraduría en Comisión y que por ello no se percataron que la nueva institución nacia sin recursos. Además, que resultaba absurda su transformación, pues las asignaciones de presupuesto son hasta fines de año.
Total, una estrategia “al vapor”, de legisladores panistas contra priístas, para sacudir de la PDH a un Procurador, tan solo por su supuesta cercanía a Castro Trenti, llevó a transformar a la Procuraduría de Derechos Humanos, pero sin verificar que existieran recursos.
A la primer titular de la recién creada Comisión Estatal de Derechos Humanos, la chamaquearon. Le entregaron una institución nueva, para que la estrenara, pero sin dinero para que la operara. Aunque en realidad, fue algo así como que en la agencia de autos, le entregaron el cascaron de un vehículo último modelo, pero sin motor y sin gasolina. La chamaquearon.
Por cierto, quien queda en ridículo, con todo esto, es don José Luis Pérez Canchola, primer Procurador de Derechos Humanos en la entidad y que en compensación por la alianza del PRD y el PAN, en las elecciones en las que resultó electo Gobernador, KikoVega, fue contratado como asesor del gobernador panista. La cuestión es si es que fue de su autoría la desaseada transformación de la PDH en CEDH, o si ni siquiera lo consultaron para ello.
