Palco de Prensa
Grupos de tijuanenses, se han dado a la tarea de defender el edificio conocido como “La Puerta México”. El gobierno federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ya ha anunciado su intención de derribar esta edificación, que data de los años 60s y que representa un ícono de la ciudad.
Es extraordinario el interés manifestado porque la llamada “concha”, no sea derribada.
Quizás muchos de los defensores, nunca lo han visitado. Otros tal vez lo han visto con desden, prácticamente abandonado.
El gobierno federal, pretende la demolición, para ampliar el número de carriles de acceso hacia la garita de San Ysidro. Incluso, ya empezó a deslindar la zona, para iniciar las acciones de destrucción de dicho edificio.
El pasado jueves 15 de enero, se efectuó un foro, organizado por la llamada Coalición Ciudadana Pro-Defensa de la “Puerta México”, cuyo propósito es precisamente que no sea destruída. Evento este en el que estuvieron presentes, entre otras personas, los diputados federales, la priísta María del Carmen López Segura y el panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro, así como el Arq. Alfonso Padrés Pesqueira, Delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Se dice que también asistieron miembros de diversas agrupaciones civiles como la Sociedad de Historia de Tijuana, A.C., el Consejo de la Crónica de Tijuana, Patronato del Archivo Histórico de Tijuana, A.C., Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Corresponsalía Tijuana y el Consejo de Sitios y Monumentos Históricos de la UNESCO.
Entre los acuerdos tomados, señalan los siguientes :
1.- Que no sea demolida la Puerta México.
2.-Que sea declarada Patrimonio del Estado de Baja California y de México.
3.- Abrir un espacio, ante las instituciones educativas de Baja California y del mundo, para que por medio de una convocatoria presenten propuestas viables de vanguardia, para la óptima utilización de este inmueble, estando a la altura de cualquier ciudad de América Latina.
4.- Juntos, gobierno y sociedad, encontrar las formas de autosustentatibilidad financiera, para garantizar su mantenimiento.
5.- Que la partida autorizada para la demolición, se asigne a su restauración.
Continuando con este movimiento, este martes, a partir de las 13:00 horas, en la Sala de los Presidentes, del Palacio Muicipal de Tijuana, pretenden llevar a cabo unpanel de trabajo, al que están convocando a participar a todos los regidores integrantes del XXI Ayuntamiento.
Es extraordinario el interés y se reconoce el esfuerzo.
Pero debe advertirse, que parece un poco tardía la reacción. Que el proyecto de remodelación y reestructuración de la zona, ya está definido y en proceso de ejecución.
Que los gobernantes, padecen sordera crónica. Que si el exalcalde Carlos Bustamamte Anchondo, estando, aquí mismo en Tijuana, no escuchó los reclamos de que no se demoliera el edificio de “La Ocho”, que albergaba a la comandancia de la policía Municipal, la cárcel preventiva y el cuartel de bomberos, no escuchó y derribó las construcciones, pese a no estar facultado para ello, difícil será que el Presidente Enrique Peña Nieto o alguno de sus colaboradores, escuche, a 3 mil kilómetros de distancia.
Otras defensas, ni siquiera se han intentado, por el exceso de apatía o desinterés de los tijuanenses.
La mayoría de los ciudadanos, adoptan la postura de simples espectadores, mientras los políticos hacen y deshacen.
Parece que están, en un profundo y placentero sueño.
Si hubiesen despertado a tiempo, habrían podido reclamar, que al menos los consultaran, sobre la conservación o necesidad de demolición de la Puerta México.
En su caso, para reclamar lo tardado y molesto del cruce fronterizo.
En especial, el frenar las intenciones de homologar el IVA.
El impedir la aplicación de medidas centralistas, lesivas o nocivas para los fronterizos, tales como las restricciones en el manejo de divisas, la importación de autos usados, así como todo tipo de mercancía o artículos usados.
Conservar un edificio, considerado emblemático de Tijuana, como la llamada Puerta México, es importante y loable el interés mostrado por ello.
Pero existen otras cosas mucho más importantes que un edificio. El bienestar económico de los fronterizos, que lamentablemente no les impulsa a reclamar.
E incluso, otras, también sumamente trascendentes, como el impedir que particulares, con la aparente complicidad de políticos, construyan un expendio de gasolina, a unos metros de distancia del centro escolar “Alba Roja”, en pleno centro de Tijuana.
