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Los círculos de vida

TIJUANA, BC - miércoles 31 de diciembre de 2014 - Gilberto LAVENANT.
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Palco de Prensa

Los seres humanos viven en períodos, o círculos de vida, con duración de un año, meses, semanas o días. En el inicio de cada período, establecen objetivos, propósitos o metas, que la mayoría de las veces no llegan a cumplir o realizar. Pero como dicen que la esperanza muere al último, la historia se repite al inicio de cada nuevo período.
 
Esto ocurre, a propósito del fin del año 2014 y el inicio del 2015. En las reuniones familiares, de compañeros de trabajo o amigos, se brinda por lo que se pretende hacer en el siguiente año. O sea, a partir del día siguiente.
 
Siendo realistas, 24 horas después, aunque el calendario ha cambiado, se trata de un nuevo mes del siguiente año, pero todo sigue igual. Siendo positivos, en aras de cumplir sus propósitos o compromisos, hay quienes se sienten diferentes, a lo que supuestamente eran unas horas antes.
 
Pero, la verdad, son los mismos, en el mismo lugar, con las  mismas capacidades y limitantes. Nada ha cambiado. Tan solo es una hoja más del calendario.
 
Esto es interesante y sumamente importante, en la vida de toda persona. Si se trata de un individuo positivo, olvida el pasado, junto con sus fracasos y frustraciones, y empieza de nueva cuenta, como si se tratara de la primera vez.
 
Si se es pesimista, sí que es horrible, porque es difícil, casi imposible, empezar un nuevo período, bajo la condición de fracasado. Las derrotas se repiten o se agrandan.
 
Lo recomendable, es que una vez que se reconoce la existencia de estos períodos o círculos de vida, redifinirlos por períodos de tiempo menor. Por ejemplo, de un día, de 7 días, de un mes.     
 
Establecer metas concretas, definir estrategia, verificar los logros, identificar posibles fallas o errores y corregirlos en el ciclo o período inmediato posterior.
 
Y algo muy importante. No atribuir a la mala suerte, lo resultados negativos de malas actitudes, de una deficiente preparación para realizar tareas específicas o de la pobre voluntad para realizarlas, al concluir un determinado período.
 
Hagan un repaso, de los logros del año que concluye. Replanteen los propósitos para el año que inicia y definan las estrategias o fórmulas para realizarlos.
 
Así mismo, aliquen tales consideraciones a otro tipo de circunstancias o hechos.
 
Por ejemplo, no esperen que ocurran milagros en el año que inicia, si quienes van a gobernar, son los mismos individuos que gobernaron  durante el año que acaba de concluir.
 
Salvo algunos factores que sin duda alguna habrán de influir, los resultados serán prácticamente los mismos. Sobre todo, tratándose de políticos. Prometen, prometen y prometen, pero no hacen gran cosa.
 
O bien, planean, sin verdaderas intenciones de realizar.
 
Y entonces, debemos reconocer, que las circunstancias en las que vivimos o nos desarrollamos, no siempre son como deseamos, ni dependen directamente de nuestros actos, sino de los actos de los demás.
 
Sin embargo, si queremos que las cosas cambien, debemos participar en ello, desde la posición o condición social que ostentemos.
 
No se necesita de grandes acciones para ello. No hay que ser guerrilleros, ni vivir en las calles realizando protestas o planteando reclamos populares.
 
Con pequeñas acciones, se transforma al mundo.
 
Por ejemplo, quizás no parezca mucho, el que un ciudadano respete los reglamentos de tránsito al conducir su vehículo. Pero si otro más y otro y otros, hacen lo mismo, entonces ya no deberá pasar desapercibido.
 
El que un jefe de familia, se abstenga de tirar basura en la calle, fuera de los depósitos recolectores, enseñará a sus hijos y dependientes a actuar de la misma forma.
 
El no propiciar, ni alentar actos de corrupción, es otra forma de cambiar al mundo.
 
El respetar las leyes y actuar conforme a derecho, también.
 
Dicho en otras palabras, no basta reunirse en familia, o con los amigos, y brindar, manifestando que las cosas sean mejores para el año que inicia, si no se hace nada, o muy poco, para contribuir a esa mejoría.
 
De dientes para afuera, o de simple palabra, no se logran cambios.
 
Los seres humanos deben cambiar a partir de sí mismos y luego reflejar o alentar esos cambios en los integrantes de sus familias, amistades y grupos sociales en los que participan.
 
Si están esperando que las cosas mejoren, tan solo porque manifiestan : ¡feliz navidad y próspero año nuevo! Se están engañando. Se puede empezar, con pequeñas acciones, a partir de los períodos o círculos de vida. Vale la pena intentarlo. Para que este año nuevo 2015, efectivamente sea mejor que el 2014.

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