Sobre el restablecimiento de la relaciones entre EUA y Cuba.
      
“Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos”, Martin Luther King.
  
Las cosas en el reino no estaban en su mejor momento. El Rey Hiena enfermo de poder había encarcelado a varios extranjeros a los que pretendía acusar de espionaje y luego ejecutar públicamente.
Los callejones estaban repletos de protestas que reprimía con la fuerza de sus ejércitos y el reino estaba al borde de un golpe de estado.

El tirano no escuchaba ya los consejos de sus sabios. Por eso el Búho Sabio había decidido retirarse, no sin antes dejar la última de sus recomendaciones al gobernante.

“Ya no escuches a tus aduladores, escucha al pueblo que ahí encontraras la clave para lograr la paz”.
Hace unos días el mundo despertó con una noticia inesperada. Histórica. Casi imposible de creer.

Estados Unidos y Cuba anunciaban el restablecimiento de sus relaciones, después de poco más de medio siglo de una historia muy diferente a la que hoy protagonizan los Presidentes Barak Obama y Raúl Castro.  Una historia de encontronazos políticos, intervenciones militares, espías de la CIA y más de 200 atentados contra el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro.

Muchos de nosotros no vivimos el principio de esta historia que inició dos años después del triunfo de la revolución cubana en 1959, cuando en 1961 Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con los cubanos, quienes se convertían en la primera nación comunista de América Latina.

Desde entonces se registraron diversos episodios de amor y odio entre estos países. Quizás más de rivalidad, que de acercamiento que hoy parecen llegar a su fin, pero que seguramente aún darán más de que hablar.

El Presidente Barak Obama anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en un discurso triunfalista, mientras que el mandatario cubano Raúl Castro, aunque optimista fue más conservador y lanzó la advertencia de que aún falta lo más importante: el embargo económico que ha devastado a la economía de la isla y que continúa y que podría seguir.

Obama anunció la apertura de las embajadas en ambos países y una serie de medidas que van encaminadas a fortalecer las relaciones entre ambas naciones, incluso una de ellas involucra a nuestro país y es la definición de los límites territoriales en el Golfo de México y la formación de una nueva frontera en esta zona.

No se puede negar que Barak Obama pasará a la historia como el Presidente Estadounidense que consiguió lo imposible, pero también debemos tener los radares bien encendidos, porque esta historia promete más episodios, porque falta ver la postura de los Republicanos quienes no tomaron muy bien esta noticia y anunciaron que no están dispuestos a ayudar a un país que no respeta los derechos humanos.

Hay que recordar que actualmente los Republicanos tienen la mayoría en el Congreso, donde tendría que definirse el levantamiento del embargo económico que ese país mantiene a Cuba.
Lo que es un hecho es que el Presidente no necesita del Congreso para abrir las embajadas y para las medidas que ya anunció, pero parece que podría estar atado de manos para avanzar más allá, por lo que existe el riesgo que una vez que Obama deje la presidencia los conflictos regresen entre ambos países.

Y es que aunque muchas voces dicen que con esta noticia cae el último eslabón de la Guerra Fría, no podemos negar el hecho de que Cuba es uno de los únicos países en el mundo que continúa con un régimen comunista, mientras que Estados Unidos continúa siendo la primera potencia mundial y uno de los máximos exponentes del capitalismo.

De ahí que la historia entre ambas naciones haya tenido sus puntos álgidos tanto que estuvieron a punto de protagonizar la Tercera Guerra Mundial, cuando espías norteamericanos descubrieron que la entonces Unión Soviética había montado misiles en la isla, bajo el amparo de Fidel Castro.

Incluso el Presidente estadounidense George Bush hijo puso a Cuba en la lista de países que apoyaba el terrorismo apenas en el 2002 con los que se volvían a recrudecer las relaciones entre ambos países, eso sin contar con la famosa intervención americana en Bahía de Cochinos y los diversos intentos de la CIA por asesinar al líder de la Revolución Cubana.

Pero Fidel Castro está vivo y es el poder tras el trono en la presidencia de su hermano Raúl Castro y seguramente es el hombre más dichoso porque tuvo la fortuna no sólo de sobrevivir a la Revolución Cubana sino a los embates de Estados Unidos y hoy es testigo de lo que ni siquiera él pensaba presenciar.

Muchos se preguntarán que tanto puede interesar a nuestro país este asunto. Mucho. Porque la Revolución Cubana comenzó precisamente en la Ciudad de México bajo el amparo del entonces Presidente de la República, el General Lázaro Cárdenas, quien secretamente permitió a Fidel y Ernesto Che Guevara prepararse para el golpe de estado contra Fulgencio Batista.

El Gobierno de México, fiel a la Doctrina Estrada de no intervención fue el único país que no rompió relaciones con Cuba a pesar de las presiones. Aunque eso estuvo a punto de cambiar con el presidente de extracción panista Vicente Fox en Monterrey, Nuevo León en el 2002 durante una Cumbre de las Naciones Unidas con aquella histórica frase de “comes y te vas” que le dijo a Fidel Castro, al tratar de disuadirlo para que se fuera del evento al que previamente había invitado con la esperanza de que rechazara la invitación por la presencia de Estados Unidos.

Hoy todo eso parece haber quedado atrás, por lo menos hasta el momento, mientras los Republicanos no digan lo contrario en el Congreso o bien si consiguen colar un Presidente de su partido en la próxima administración. Habrá que seguir muy de cerca este que es un hecho que se registrara en la historia y que ha impactado al mundo entero, después de año y medio de negociaciones secretas en las que intervinieron el Papa Francisco y el Gobierno de Canadá en el más absoluto de los sigilos, en una trama digna de Hollywood.