Columnista de la SillaRota: MARCOS NOÉ MAYA 

Como si se tratase de un reporte del tiempo atmosférico, así se ve el balance de los dos años de gobierno de Enrique Peña: El reporte ha pasado de nublado y con posibilidades de lluvia a un clima de tormentas eléctricas con ráfagas de viento y tempestad, condiciones que amenazan con empeorar. La popularidad con la que Peña llegó al poder, pese a fuertes rumores de compra de votos en su campaña (caso Monex), su vínculo con políticos indeseables como Carlos Salinas y Arturo Montiel, se ha ido desplomando vertiginosamente al grado de que en todos los estratos sociales, se oyen voces que piden abiertamente su renuncia, y otros no creen en su capacidad para revertir el clima de inseguridad y violencia desbordada en México, menos en que sus reformas económicas se traduzcan en mejores condiciones de bienestar.

El ejemplar trabajo negociador del PRI logró aprovechar en 2012 el oportunismo y falta de congruencia ideológica del PAN y el PRD y consolidar el Pacto por México, con el que logró llevar con éxito la promulgación de 11 reformas estructurales, entre ellas la laboral y la energética. La fuerte propaganda oficial de las “bondades” de estas reformas logró el convencimiento de muchos sectores de la sociedad, pero no una gran parte de empresarios y de académicos, quienes hemos analizado, desde una perspectiva científica, que los alcances de las reformas no resuelven el problema de desarrollo económico y social de México.

Un ejemplo de lo anterior es que la inversión extranjera puede detonar el crecimiento en la medida en que logra crear una dinámica de encadenamientos productivos regionales que impulsen el incremento del PIB nacional. Sin embargo, una razón estructural de que esto no será así, es que hay sectores económicos con pocos encadenamientos productivos, tanto con proveedores (backwards) como con ramas industriales clientes (forwards), es decir, hay sectores que son de naturaleza economía de enclave exportador, tal como la actividad petrolera en México, la cual es extracción y venta de petróleo crudo.

Por lo anterior, resulta muy limitado el argumento oficial que menciona que la inversión extranjera en el sector petrolero detonará miles de empleos, ya que el multiplicador en este sector es limitado, a menos que se crearan refinerías, posibilidad que hace unos días quedó cancelada, cuando el secretario de Energía anunció que no se realizará el proyecto de la refinería de Tula, Hidalgo.

Otra razón, pero de coyuntura, es el rechazo de la OPEP a recortar la producción del crudo para fines de 2014 y a lo largo del 2015, esto significa que los precios internacionales del petróleo seguirán cayendo. El impacto a corto plazo en México es previsible: Las inversiones en proyectos petroleros en aguas profundas no se llevarán a cabo debido, no a los altos costos (que si lo son), sino al bajo margen de rentabilidad que queda ante un precio internacional que se desploma, por lo que los "beneficios" de una reforma en la materia no se verán en lo inmediato.

Por otro lado, hay versiones que sostienen que los bajos precios de petróleo podrían traducirse en una baja nominal del precio de la gasolina que importa México. Sin embargo, con las fuertes variaciones al alza del tipo de cambio peso-dólar, creo yo que dicha rebaja de los precios en la gasolina importada se vuelven cero por las depreciaciones del peso, que encarecen las importaciones en general. Aunque dicen algunos colegas que 2015 presupuestalmente está cubierto, de no ser coyuntural esta caída de los precios del petróleo, 2016 puede ser año de nuevas reformas, nuevos replanteamientos, menores márgenes de credibilidad al presidente Peña, mayor incertidumbre, menores estimaciones al crecimiento, etc.

En el terreno político y social, Peña Nieto anunció este 27 de noviembre un decálogo de nuevas acciones para mejorar la seguridad, la justicia y el estado de derecho, el cual es visto por gran parte de la ciudadanía como el resultado de una estrategia política que más de fondo (el combate a la corrupción y el fortalecimiento de la seguridad), es conservar la forma de un gobierno fuerte, institucional, con capacidad de mantener el orden, que reconoce que hace falta trabajar con transparencia y un amplio etcétera de mera imagen política. Pero el descrédito del gobierno en turno no se quitará con estas medidas, y menos en comunidades donde la extorsión, el secuestro y el asesinato prevalecen pese a los discursos y los replanteamientos y reformas constitucionales, menos en aquellos que se encuentran en la cárcel por defender a sus comunidades de los cárteles regionales como el Dr. Mireles y el desarme de las autodefensas que sin opción operaban por la ineficacia de policía municipal, estatal y federal, mandos militares y navales,  mientras que “jefes” criminales como  Servando Martínez “La Tuta”, siguen libres.

En este contexto, aparecen los casos Tlatlaya e Iguala que demuestran una putrefacción de los mandos de seguridad, tanto militares como policiales. Al paso de los días, semanas y ya meses de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, se denota la incapacidad federal para investigar, detener y consignar a funcionarios y los criminales que sostienen una estructura podrida por la corrupción. En el caso “Iguala” también golpea a la oposición de cualquier color, ya que deja ver la realidad de una clase política coludida con el crimen organizado, que ha comprado a los mandos policiacos y militares para que operen, en el menor de los casos en conjunto, en el peor de los mismos a merced del narcotráfico.

La mala nota de Peña en este caso, se da en varios sentidos: la primera fue en la poca importancia que el mandatario mexicano le dio al asunto en los medios de comunicación las primeras semanas; la segunda fue la pésima explicación de su empleado, el Procurador General de la República, la cual dejó más dudas que explicaciones sobre el probable destino de los estudiantes normalistas desaparecidos, no sólo por lo inverosímil de una calcinación de 43 personas en un sitio que no muestra rasgos de haber sido la escena de ese crimen, sino por la falta de explicación de la decenas de fosas clandestinas que han salido por todo el país. 

Finalmente, Peña se gana la crítica mundial cuando se va a China a la reunión de la APEC en medio de las protestas y manifestaciones estudiantes por todo el país y el DF.

Estos dos años empezaron con la imposición de un presidente por grupos económicos poderosos como Televisa y concluyen con un escándalo que a todas luces reflejan el premio de esa relación como el caso de “La Casa Blanca de las Lomas” dada a la esposa de Peña por sus años de trabajo como actriz en esa empresa. Vamos a un tercio de esta administración y no auguro que lo peor haya pasado, faltan 4 años para que termine… ¿Terminará? ¿A qué costo? Al paso que vamos, sociedad y gobierno vamos al despeñadero.

@marcosm68819358