Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT
El sábado 17 de mayo, del año en curso, el columnista hacía referencia a un incidente que se registró, durante un evento que se llevó a cabo, días antes, en la Casa de la Cultura de la Legalidad, ubicada en la Tercera Etapa de la Zona Río Tijuana. El título de dicho comentario, fue “El incongruente”.
El columnista observó, que se trató de un incidente absurdo, protagonizado por el Gobernador Francisco Vega de la Madrid, el que dice gobernar con el corazón, y un polémico panista, José Valenzuela Montañez.
Explicaba, que fue durante un receso del Foro de la Cultura de la legalidad, denominado “Por un Servidor Público Responsable”, cuando los asistentes hacían fila para que les entregaran comida. Que no estaba programada la visita de Kiko, o que de haberlo estado, simplemente llegó tarde.
El caso es que, tratando de aprovechar la ocasión, el Gobernador, además de saludar y felicitar a organizadores y asistentes, decidió tomarse fotos con ellos y darles un mensaje.
Que, como era lógico, resaltó la importancia del evento, y exhortó a empleados de base y de confianza, ahí presentes, a capacitarse, a procurar ser mejores y brindar un servicio adecuado al público.
Entonces, uno de los empelados ahí presentes, o sea Valenzuela Montañez, a bocajarro le dijo : “pero hay que ser congruentes”. Sorprendido, Kiko volteó para saber quién era el atrevido que le hacía tal señalamiento. Obviamente, mostró su desagrado, sobre todo al identificarlo. Valenzuela, integrante de la llamada corriente crítica del PAN, es considerado como “una piedra azul”, en el zapato de los panistas.
No obstante su visible enojo, Kiko siguió con su “rollo”. Valenzuela le volvió a decir : “pero hay que ser congruentes”. Vega de la Madrid volteó a verlo, con “ojos de pistola”, aunque continuó con su mensaje. El personaje, insistió en su interpelación. Por una tercera ocasión, le dijo : “sí gobernador, pero hay que ser congruentes”.
Entonces, el “carismático” Vega de la Madrid, rojo de coraje, dirigiéndose a Valenzuela, le advirtió, iracundo, amenazante : ¡Mañana, ya no tienes trabajo! ¡Mañana, ya no tienes trabajo! ¡Mañana, ya no tienes trabajo!
Si hubo promesas de campaña, que Kiko incumplió, la amenaza del Gobernador no tardó mucho en hacerse efectiva. Unos tres días después, se fraguó y maniobró para retirarlo del empleo, en la Secretaría de Desarrollo Social, a cargo de Ricardo Magaña Mosqueda.
Apuntaba el columnista, que quienes tratan de encontrar una explicación y justificación a tal incidente, y sobre todo por la reacción del Gobernador, observan que posiblemente fue, porque Kiko no conoce el significado de la palabra congruencia. Que a la mejor pensó que era una palabrota.
Sin embargo, otros, advirtieron que Valenzuela no le dijo nada fuera de lugar, que Kiko realmente es incongruente. Que tal vez ocurrió aquello de que “la verdad no peca, pero incomoda”. Y efectivamente, Kiko es incongruente. Dice una cosa, y hace otra, totalmente distinta.
Tan congruente es, que siendo Gobernador de Baja California, reveló que invertirá sus recursos personales, en Baja California Sur. En la construcción de una moderna marina.
En especial, el columnista destacaba que, tan incongruente es Kiko, que la organización del evento, en el que tuvo el incidente con Valenzuela Montañez, dizque para promover la ética y la legalidad, entre los empleados y funcionarios de gobierno, estuvo a cargo de Manuel González Reyes, delegado de la Oficialía Mayor del Gobierno del Estado, en Tijuana.
Dicho funcionario, el mismo que en el citado foro, les advirtió que quien traspasara el marco de la legalidad, en la función pública, serían objeto de las sanciones correspondientes y la aplicación de la ley. “Queremos –les dijo- funcionarios éticos, porque esto es para funcionarios con vocación de servicio, es un gobierno de la gente y para la gente”. Hasta parecía la pura verdad. Honestidad y ética, en persona.
Recordaba el columnista, que Valenzuela Montañez, reclamó a Kiko que fuese congruente, pues el citado funcionario de Oficialía Mayor, durante el último año de la gestión del alcalde panista Jorge Ramos Hernández, junto con su hermana Elia Rosa, y otros funcionarios municipales, resultaron involucrados en hechos, en base a los cuales deberían estar en la cárcel.
Total, tal y como se lo advirtió el “carismático” Kiko Vega, Valenzuela Montañez fue despedido fulminantemente. La causal : haber llamado incongruente, al señor Gobernador. Qué insolencia.
Cabe observar que el Tribunal de Arbitraje del Estado, ya ordenó al Ejecutivo del Estado, que reinstale a Valenzuela en su empleo y le pague salarios caídos y demás prestaciones a que tiene derecho, por un monto de casi 360 mil pesos. Pero Kiko se niega a pagarle, no obstante que tal incumplimiento, por desacato a tal resolución, implica la comisión de un delito.
Que quien presume que gobierna con el corazón en la mano, abuse de los derechos laborales y se niegue a cumplir el laudo dictado en su contra, es una incongruencia. Y luego se molesta porque se lo dicen en su cara.
Una “mancha más al tigre” de la leyenda de “kikolandia”.
