Sobre el distanciamiento entre Kiko y el Patas

   “Hay personas que de sus riquezas no tienen más que el  miedo a perderlas”, Antoine Rivard.  

El Buho Sabio y el Creador debatían sobre aquel famoso cuento donde el Rey desterraba a su hija del reino porque ella le había dicho que lo quería más que a la sal, cuando de pronto escucharon al falso profeta gritar en las calles a la gente que debían temer la ira de su Dios Padre antes de que fuera tarde.

Ante tal paradoja decidieron cambiar de tema y retomar el juego de ajedrez que habían iniciado momentos antes.

La frase popular “pasa hasta en las mejores familias” hoy se aplica a la cópula del Gobierno panista de nuestro estado con el rompimiento entre el Gobernador, Francisco Vega de Lamadrid, a quien le gusta le llamen Kiko y el Diputado Federal, Juan Manuel Gastelum, mejor conocido como “el Patas”, cuyas futuras aspiraciones políticas podrían verse afectadas.

Para nadie es desconocido en los pasillos de la política local, que estos dos personajes eran muy cercanos, compadres incluso, pero la manzana de la discordia fue la exprimera dama, Margarita Zavala, que fue la invitada de lujo y anunciada con bombo y platillo al informe del legislador federal en su último informe, en un evento que tuvo lugar en el restaurante conocido como la Candelaria.

Esto provocó el malestar en el temperamental Kiko, quien ya estaba preparado para ir a acompañar  su compadre cuando alguno de sus allegados le informó sobre la presencia de la esposa del expresidente Felipe Calderón Hinojosa y por si esto fuera poco,  le tenían reservado un lugar al Mandatario justo a un costado de Margarita Zavala.  

Dicen quienes lo conocen que Kiko Vega es de pocas palabras y muy temperamental por lo que al enterarse lo que su compadre le tenía reservado paso un coraje de aquellos y obviamente no se presentó al informe de labores del Patas. Incluso quienes estaban cerca del Gobernador comentan que perdió la compostura y lanzó improperios ante lo que considero una falta de respeto.

No es desconocido entre las filas panistas la rivalidad que existe entre el Gobernador del Estado y Felipe Calderón Hinojosa y se remite a las pasadas elecciones locales cuando el entonces presidente de la república apoyó la campaña interna del PAN y luego la externa para que José Guadalupe Osuna Millán, se convirtiera en el mandatario estatal.

Pero para entender esta animadversión de ambos personajes tendríamos que remontarnos hasta el 2006 a la campaña interna del PAN para la presidencia de la república, cuando se midieron precisamente Felipe Calderón y Santiago Creel Miranda.

Por entonces el carismático Kiko Vega se la jugó con Creel Miranda y hasta la fecha esa relación continúa, una muestra de ello es el total apoyo que Vega de Lamadrid le dio a Gustavo Madero para la dirigencia nacional del partido por indicaciones de Creel Miranda y de paso cobrándole la factura al gallo de Calderón, Ernesto Cordero.

A pesar de que Kiko dijo públicamente que se mantendría al margen del proceso interno, en las dependencias del estado se movió la maquinaria de apoyo para Gustavo Madero y Baja California fue una parte importante del triunfo.

Algo muy similar a lo que sucedió en el proceso interno en el que Osuna Millán venció a Kiko Vega, ya que el empoderado Calderón Hinojosa movió toda la maquinaria y desapareció del mapa burocrático a quienes apoyaban al hoy Gobernador y premio a los aliados del sinaloense que finalmente consiguió el triunfo.

Por todo esto hoy le han aplicado “la ley del hielo” al Patas, quien suspira por convertirse en alcalde y ahora la tendrá más difícil sin el apoyo de su compadre, quien incluso incrustó en la nómina estatal al hijo de Gastelum Buenrostro, del mismo nombre que el papa conocido como el Patitas, quien despacha en la Unidad Contra Riesgos Sanitarios del Estado, de la COFEPRIS y su gran logro es encerrarse a piedra y lodo todos los días en su oficina y dejar que un ejército de jovencitas contratadas por él hagan y deshagan en esta oficina.

Ahora la tarea del Patas es conseguir el perdón del Gobernador, porque al libreto de esta historia ya se sumó otro compadre de Kiko, Oscar Escobedo Carignan, Secretario de Turismo del Estado, quien podrá aprovechar este distanciamiento en la carrera por la alcaldía el 2016.

Y es que el legislador federal confiaba en el apoyo de Kiko Vega para convertirse en el próximo alcalde, por lo que tendrá que redoblar esfuerzos ya que su nombre se barajea en las encuestas que ya realizan PAN y PRI para este efecto, pero por lo visto las cosas podrían cambiar.